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Crónica de una movilización, desmovilizada desde la CONAIE, en Zamora ChinchipeCelia Guaillas Relatar los hechos, las percepciones y los sentimientos producidos en la movilización indígena, convocada por la CONAIE, para los primeros días de octubre, desde los hechos ocurridos en la provincia de Zamora Chinchipe, es de suma importancia para los que creemos que es necesario caminar evaluando nuestros pasos. Además que es importante citar sobre que planeamientos, se convocó a una movilización de carácter nacional e indefinido: 1.- En defensa de la de ley de aguas, propuesta por el movimiento, rechazando a la vez la ley propuesta por el gobierno; 2.- Las instituciones indígenas, que han sido separadas administrativamente de las organizaciones indígenas; 3.- Los recursos naturales, que para el gobierno de la revolución ciudadana se han convertido en la mercancía estratégica para sostener su gobierno, sin importar los pueblos que vivimos en los territorios, donde existe esta riqueza; 4.- Las circunscripciones territoriales, como delimitaciones que nos permitirán nuestras propias formas de gobierno. Con estos objetivos claros en las bases organizativas de Zamora, se planificó una reunión con todos los dirigentes de las organizaciones indígenas, para convocar a las bases a una movilización a nivel de la provincia de Zamora Chinchipe. El presidente de la organización cantonal de Centinela del Cóndor, Abel Shunaula se comprometió a participar con 50 personas en la movilización, de la misma manera la coordinadora de las mujeres políticas apoyó la movilización con 10 compañeras de base, los migrantes del pueblo Puruwa, también se sumaron y juntos con otras organizaciones indígenas de las provincia y con la organización de afroecuatorianos que se encuentran asentados en nuestra provincia, preparamos la movilización. Junto a esta alianza de pueblos originarios, se llegó a establecer una alianza estratégico política con la UNE, con toda esta fuerza y con todo el convencimiento político de las organizaciones sociales e indígenas decidimos salir a participar en las movilizaciones. Todo el esfuerzo político de coordinación y toda la fuerza ideológica empeñada en la organización de la provincia para la movilización se derrumbó cuando nos enteramos por los medios de comunicación, que el presidente Marlos Santi, en su declaración vertidas a los medios decidía levantar la medida de hecho, sin considerar las decisiones o criterios de las organizaciones de base, quienes habíamos decidido por una movilización indefinida. Por esta razón muchos compañeros desistieran de su participación en la movilización planificada; afortunadamente no todos tuvieron acceso a esta información, y otros a pesar de las declaraciones del presidente de la CONAIE, Marlos Santi, decidimos salir a las calles, pues ese era el compromiso de la bases. Frente a este hecho la UNE decidió realizar una marcha por la calles de la ciudad y tomarse la Dirección de Educación Provincial de Zamora, marcha en la que algunos miembros de las organizaciones indígenas, salimos a las calles; habíamos decidido adherirnos a la UNE; cantando sus consignas y cantando la nuestras, marchamos por la ciudad, hacia la Dirección de Educación. Una vez llegada la marcha a la Dirección, se entabló un diálogo con el Director de Educación Provincial, Fernando Prada y al no poder obtener respuestas positivas a los pedidos de este sector en torno a los procesos de evaluación y a la ley de educación que se ha propuesto desde el gobierno, decidimos tomarnos la Dirección. La decisión tomada, provocó que las autoridades notificaran al intendente de policía, el cual al informarse de lo que estaba sucediendo, decide movilizar a la policía y dar orden de que se despeje la Dirección, para ello la policía utilizó gases lacrimógenos sin importar la presencia de los niños que se encontraban cerca del lugar. Al mirar que la marcha no tenía una presencia masiva, los policías nos golpearon y muchos fuimos detenidos; con golpes, con heridas y en medio de preguntas acusadoras estuvimos en la cárcel; son en estos espacios donde la colaboración, la solidaridad, la militancia y las estrategias se hacen presentes. Ejerciendo nuestro derecho a la determinación cultural, hablamos en nuestro propio idioma, frente a las preguntas de los policías, estrategia que nos permitió guardar silencio y proteger nuestros nombres, muy a pesar de que los gendarmes nos exigían hablar en español e inclusive nos quisieron obligar a escribir en español nuestros nombres. Mirando que su insistencia no tenía ningún resultado, nos pidieron que pagáramos una fianza para dejarnos ir, monto que reunimos todos haciendo una minga de solidaridad. Me atrevo a citar este detalle porque creo necesario visualizar que aún en nuestros pueblos existe el sentido de solidaridad comunitario. Debo también anotar que los maltratos que pude constatar, no solo fueron para nosotros, los golpes se dieron también a los jóvenes estudiantes menores de edad que por casualidad estaban pasando por el sitio de la marcha; un ejemplo más del abuso de autoridad y de poder que los policía tienen para con el pueblo. Una vez fuera, la decepción y la indignación por la decisión tomada por el compañero Marlon Santi, sin ninguna consulta hacia las bases, se sentía, se miraba; nos preguntábamos ¿Dónde está el respeto al mandato de la bases? ¿Dónde está nuestro principio de gobernabilidad del “Mandar obedeciendo”? Todos concordábamos que debió consultar con la bases para tomar ese tipo de decisiones. Situación que produjo varios reclamos hacia el presidente de la organización Zamaskijat, José Guamán. Lamentablemente los reclamos no se direccionaban al compañero presidente de la CONAIE, pues el responsable en cada una de la organizaciones es el presidente de cada uno de ellas; son los presidentes los que convocan a toda la provincia, por lo tanto el reclamo se quedó en la provincia. Son ellos los que llevan la responsabilidad y deben dar explicaciones a sus bases. Situación que no fue tomada en cuenta por el compañero Santi, presidente de la CONAIE, pero la lógica de nuestras organizaciones es de abajo hacia arriba, desde las bases hacia la dirección nacional. Estructura organizativa que los dirigentes a nivel nacional deben respetar. Haciendo un análisis profundo, y con un tiempo de distancia de los hechos, es conveniente tener en cuenta en el ejercicio de la gobernabilidad colectiva y estructurada, los mandatos tomados en asamblea, como mandatos que solo se pueden rever bajo la consulta colectiva de arriba hacia abajo, y poner mucha conciencia política a la hora de defender los intereses colectivos que son el simiente de nuestro movimiento, sabiendo que al asumir esta responsabilidad es asumir un compromiso colectivo e individual, que implica no perder de vista estos parámetros. La movilización convocada en este año nos deja lecciones, tanto para nosotros los jóvenes que estamos formándonos políticamente, como para los militantes y dirigentes que han hecho de este movimiento un referente a nivel nacional e internacional. Condición política que nos exige actuar con prudencia y sabiduría; no sabemos cuales fueron los motivos o las razones que empujaron al dirigente nacional de la CONAIE a deponer la medida, esperamos desde las bases, desde la juventud militante de los pueblos indígenas, las razones que hayan sido, aunque equivocadas desde los principios de nuestro movimiento y el proyecto político de los pueblos y nacionalidades Coordinación General: José Luis Bedón Subvencionado por: Con el apoyo de: Dirección: Teléfonos: (593 2) 2900048, 3203715, 3203732 © Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente |