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Boletin ICCI ARY-Rimay
Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 12, No. 139, Octubre del 2010

Lo comunitario


Floresmilo Simbaña

Lo comunitario es el elemento central de la propuesta de la plurinacionalidad y del Sumak Kawsay.

Existen por lo menos dos entendimientos de este concepto y realidad. Por un lado es visto únicamente como una forma de organización social de un segmento reducido y marginal de la sociedad, básicamente rural que adopta para gestionar un bien (la tierra) o servicios (agua potable, vías de comunicación, etc.) Desde ese enfoque lo comunitario como sistema político, económico, cultural y jurídico no tiene cabida de ahí que el Estado le reconozca un débil respaldo jurídico institucional.

Hay que partir que “lo comunitario” es una realidad multidimensional en extenso: es una realidad material (tierra, territorios, propiedad), pero también es una realidad subjetiva (valores sociales, vínculos socios organizativos, lasos culturales, sistemas políticos y jurídicos, etc.) en esta última conceptualización se está visualizando desde la faceta del orden social y de los procedimientos del manejo del poder de las autoridades comunitarias.

Esta multidimencionalidad es precisamente lo que ha estado ausente en las consideraciones de los Estados en general y del Estado ecuatoriano en particular, que sólo tomaron la parte más restringida de la concepción de lo comunitario: la socioadministrativa.

En el Ecuador ese fue el pecado original de la legislación desde la primera ley de comunas de 1937, que afirmaba un extendido entendimiento administrativo, con leves referencias de la propiedad y sin ningún reconocimiento de autogobierno social. Con las leyes de reforma agraria de 1964 y 1973, la lógica fue la misma que hizo una mención abstracta, meramente administrativa de la propiedad comunitaria. Pero en las políticas públicas concretas se promovía el cooperativismo primero, luego la “libre asociación de productores individuales”, que en épocas neoliberales, sobre todo con la ley de Desarrollo Agrario -1994- dejo en indefensión a las comunas, que se vieron obligadas a adoptar o “transformarse” en otras formas organizativas como medida de subsistencia.

Pero esta manera de concebir y “reglamentar” lo comunitario no provocó, a su pesar, el fin de su existencia y pertinencia histórica de lo comunitario, menos de lo indígena. Aquí la otra visión, aquella dada por las propias voces de los pueblos indígenas. Según escribe Luis Macas1, uno de sus dirigentes más destacados, la comuna es una de las instituciones vertebradoras que “en el proceso de reconstrucción de los pueblos y de las naciones ancestrales… que se han establecido a lo largo de [la] historia y cuya función primordial es la de asegurar y dar continuidad a la reproducción histórica e ideológica de los pueblos indios. Para nosotros (continúa Macas) la comuna es la llacta, o el ayllu o jatun ayllu. La comuna es la organización nuclear de la sociedad indígena. Desde nuestra comprensión, la institución de la comuna constituye el eje fundamental que articula y da coherencia a la sociedad indígena”.

Como podemos ver desde este enfoque la comuna y/o lo comunitario no se reduce a un instrumento de gestión social, sino que sus componentes y realidad van mucho más allá; abarca más ámbitos de la vida, va desde la dimensión material, hasta lo histórico y subjetivos (lo cultural y espiritual), “es la base fundamental de concentración y procesamiento cultural, político social, histórico e ideológico”.

Siguiendo a Luis Macas, en el espacio comunitario se recrea los siguientes principios:

  1. La reciprocidad

  2. Un sistema de propiedad

  3. La relación y convivencia con la naturaleza

  4. La responsabilidad social

  5. Los consensos

Estos principios son normas éticas y prácticas de convivencia y de relaciones colectivas, pero también son imaginarios, ideología, el “deber ser”; es el “centro articulador de la cosmovisión indígena” y de la identidad, cuyos parámetros cognitivos están en contradicción con las defendidas por el liberalismo capitalista: utilidad, beneficio, progreso, desarrollo.

El comunitarismo es uno de los principios organizadores del proyecto político de la organización nacional de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador CONAIE. En este documento redactado en 1994 y revisado en el 2007 podemos encontrar la siguiente definición:

Las Nacionalidades y Pueblos indígenas históricamente hemos construido y practicado milenariamente el modo de vida comunitario.

El comunitarismo es el principio de vida de todas las Nacionalidades y los Pueblos Indígenas, basados en la reciprocidad, solidaridad, igualdad, equidad y autogestión. Por lo tanto para nosotros el comunitarismo es un régimen de propiedad y sistemas de organización económica y socio-política de carácter colectivo, que promueve la participación activa y el bienestar de todos sus miembros.

Nuestros sistemas Comunitarios se han ido adaptando históricamente a los procesos económicos y políticos externos; se han modificado, pero no han desaparecido, viven y se los practica en las Nacionalidades y Pueblos indígenas cotidianamente, dentro de la familia y comunidad.

El modelo sociopolítico que propugnamos, es una Sociedad comunitaria e intercultural. En el nuevo Estado Plurinacional se reconocerá y fortalecerá la propiedad familiar, comunitaria, pública y su economía se organizará mediante formas comunitarias, colectivas y familiares.

Como podemos ver el Sumak Kawsay y la Plurinacionalidad son conceptos directamente ligados y para ambos lo comunitario está en su base constitutiva.

Entonces, cualesquiera de sean las consideraciones sobre la cuestión del desarrollo inevitablemente se tiene que pensar desde lo particular hacia lo general, o lo que es lo mismo desde las formas socioeconómicas existentes en la sociedad hacia el modelo general como país y ambas deben dar cuenta de su relación con la naturaleza y de sus consecuencias, ya que el Sumak Kawsay incorpora a la naturaleza como parte de la vida, como una sola unidad.

1 Macas, Luis. Boletín. Instituciones Indígenas: La comuna como eje. Boletín ICCI Rimay. Quito. 2000.


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