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Boletin ICCI ARY-Rimay
Boletín ICCI-ARY Rimay, Año11, No.119, Febrero del 2009

Las mujeres indígenas frente al gobierno de Rafael Correa


Norma Mayo

Frente a la actitud del presidente Rafael Correa, en relación a los pueblos indígenas, tomando en cuenta que al inicio de su campaña para ser presidente tuvo el apoyo de estos mismos pueblos, que ahora discrimina, las mujeres de las nacionalidades y pueblos a las cuales represento, dejamos asentado un firme rechazo a la actitud poco democrática del presidente, pues creemos que estas actitudes deslegitiman la democracia, peor aun en un país como el nuestro, donde la gran mayoría de la población es indígena; no tomar en cuenta la diversidad cultural que existe, bajo términos interculturales de respeto, para ejercer la gobernabilidad, es desconocer el trabajo organizativo que como pueblos y nacionalidades hemos realizado por el bienestar de todas y todos los ecuatorianos, es también ir en contra de los derechos colectivos reconocidos en la constitución política ecuatoriana.

El movimiento indígena ha jugado un papel importante en el ejercicio democrático, hemos reclamado nuestros derechos, y queremos que el presidente Correa entienda que el ejercicio y cumplimiento de los derechos colectivos de los pueblos, es una norma básica para gobernar en democracia. Su actitud poco respetuosa, con tintes racistas y discriminatorios, nos da a entender que su gobierno, por más que conceda migajas económicas frente a la necesidad de los pueblos pobres, es un gobierno poco democrático.

El ejercicio de nuestros derechos va mas allá de una letra escrita, es sobretodo, una norma que rige en la vida cotidiana de nuestros pueblos y por lo tanto exigimos su cumplimiento a este gobierno y a cualquier otro; estamos cansadas de ser marginadas siempre, el gobierno está en la obligación de trabajar por relaciones sociales, productivas y culturales con equidad.

Pero según el proceder del presidente Correa, nos hemos dado cuenta que no es de fiar, cada ofrecimiento ha quedado en el discurso, nos ha prometido no pagar la deuda y la paga, nos ofrece casa digna y nos entrega un cuarto que probablemente se caerá con el tiempo, por ello, la calificación que podemos darle al mandatario de turno, es que, es una persona que no cumple con lo ofrecido.

De lo estipulado en la constitución, hace caso omiso. En esta carta magna que fue el resultado de muchas luchas lideradas por el movimiento indígena, se encuentran estipulados los derechos de los pueblos y nacionalidades, y sobre esta base estamos reclamando, estamos en las calles para que las leyes, que recoja un cuerpo de normas que regule nuestros recursos naturales, sea construida en función de la protección de nuestros territorios.

Frente a este objetivo los pueblos nos negamos a aceptar la ley minera, la ley de aguas y la ley de soberanía alimentaria, que este gobierno propone pues atenta contra la vida de nuestros pueblos, contra nuestra soberanía alimentaria y productiva, transgrediendo además la democracia, pues las leyes propuestas por el régimen no han sido socializadas ni debatidas por el pueblo.

Su práctica política es totalmente mercantilista, compra la conciencia de pueblos y si no la compra amenaza, un claro ejemplo se vive en la provincia de Cotopaxi, quienes reciben el bono saben que si no salen a una marcha convocada por el gobierno para apoyarle, se les retirará el beneficio que reciben, y la gente tiene miedo.

Si analizamos que beneficios tiene la gente de ese dinero, no existe, no recibe beneficio alguno pues se lo gasta en productos que vienen a través de un mercado dominado por las transnacionales, así tenemos la coca cola por ejemplo, los productos como mayonesa, salsa de tomate e inclusive licor, entonces no podemos estar a favor de estas políticas populistas que en el fondo lo único que hacen es beneficiar el mercado.

Las mujeres, estamos en contra de una práctica política que nos margina y nos utiliza, en la constitución por ejemplo consta el reconocimiento del trabajo a la mujer doméstica pero esto no se cumple, pues ha quedado en letra muerta, porque para cambiar una sociedad no solo se necesita un mandato, se necesita voluntad política para hacer que se cumpla.

Las mujeres de las nacionalidades sabemos que en la nueva constitución, solo un 40% benefician a nuestros pueblos, pero si se lee detenidamente, descubriremos que el resto abre la puerta y asegura la gobernabilidad de las mismas personas, de las mismas empresas que nos han gobernado hasta hora.

Frente a la ley minera, lucharemos para que esta ley sea de beneficio al pueblo, la ley propuesta y aprobada por el gobierno es claramente construida a favor de las empresas trasnacionales.

Queremos una ley que regule la minería que ya existe, y que se respete nuestra soberanía productiva que es hegemónicamente agrícola, por eso la ley de soberanía alimentaria también tiene que ser construida por nosotros, porque somos quienes más conocemos de semillas, no necesitamos una ley que nos venga a regular nuestra producción, nosotros lo hemos practicado por miles de años, sin necesidad de un sistema de regulación escrita.

Lo que necesitamos es una ley que garantice que nuestros productos se vendan, la ley de soberanía alimentaria que propone éste régimen favorece o deja la puerta abierta para que productos foráneos desplacen los nuestros y por lo tanto dejen campos sin capacidad productiva.

El proceso de desvaloración de nuestra alimentación, han sido trabajadas desde las mismas empresas de alimentos transnacionales, desde proyectos de ayuda social, entregándonos inclusive alimentos que no responden a nuestra realidad, por tanto la presencia de estas empresas y de la ley son un peligro para todos. El pueblo indígena ha dicho y nosotros como dirigentes lo trasmitimos a todos los ecuatorianos “no permitiremos que las mineras entren a nuestros territorios, ni que las empresas trasnacionales de alimentos desplacen nuestros productos”

Con la movilización del 20 dejamos sentado que el 2% que nos da Correa, a los pueblos y nacionalidades es una falacia, con ésta movilización le demostró al gobierno que no somos tan solo cuatro dirigentes, que el malestar es general, que la gente ya no le cree.

Luego de evaluar los acontecimientos después del 20 de enero, nos damos cuenta que son ellos, los que hacen Alianza País, son los que no tiene base organizada, son ellos los cuatro pelagatos que han captado gente en base a la compra y al interés de un puesto, a diferencia de la CONAIE, organización de raíces históricas con militancia política de conciencia y de proyecto político claro.

Pareciera ser que el presidente Correa mientras más poder cree tener, más se acrecienta su amnesia, se olvida que fue él quien se acercó a nuestro movimiento para lograr apoyo, partiendo del análisis político de que nosotros como movimiento significábamos una estructura organizada y masiva, entonces los representantes o los dirigentes que ahora llama oportunistas, significábamos el nexo con nuestras bases. Como lo hemos dicho la marcha del 20 le demostró a este gobierno que no somos el 2% ni solo los dirigentes oportunistas, quienes estamos en contra de la aplicación de leyes que atenten contra la vida.

La lucha y las propuestas del movimiento indígena están dirigidas para todos los ecuatorianos, para blancos, indios, negros, para todos los que hacemos el país, por ello pedimos que sean tomadas en cuenta, que sean debatidas a la hora de determinar leyes, pues son propuestas que han sido elaboradas basados en la realidad de nuestros pueblos, no se basan en estudios estadísticos de muestras recogidas por encuestas, son el resultado del debate abierto de los pueblos.

Las mujeres de la CONAIE estamos en contra de que este gobierno nos despoje las conquistas que hemos logrado en base a la lucha, por eso convocamos a las bases a analizar profundamente los pasos que damos dentro del quehacer político electoral que se nos viene encima, que no nos dejemos amedrentar con amenazas, y que empecemos a construir el poder desde la organización misma de nuestro pueblos.


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