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Editorial Una mentira dicha mil veces… se hace una verdad incuestionableParece que los sabios dichos populares los podemos aplicar en la coyuntura política actual que vive nuestro país, enseñanzas como “una mentira dicha mil veces, puede convertirse en verdades incuestionables” o “no hay peor ciego que aquel que no quiere ver” expresiones que resultan aplicables para analizar el gobierno de la revolución ciudadana. Sin embargo no todos creemos en sus mentiras, ni todos estamos ciegos, proponemos preguntarnos, o al menos revisar a una que otra de sus afirmaciones. Nos dijo por ejemplo, que la deuda era inmoral e ilegítima, armó toda una comisión para demostrar a los ecuatorianos lo que ya sabemos desde hace muchos años, sin embargo terminó pagando los intereses de los bonos global 2015, que hoy los declara como en “cierta forma legítimos” porque esta deuda se la adquirió sin presión alguna, a pesar de que en sus renegociaciones hay, según sus propias palabras "cláusulas horrorosas" pero terminó pagando. Nos dice además y sin empacho alguno, jugando a la mentira de la ilegitimidad de la deuda, que los bonos global 2012 y 2030 "Esos bonos Global fueron un atraco al país...esa deuda es claramente ilegítima" según sus propias palabras en el programa radial de los sábados titulado “Diálogo con el presidente” mentiras que nos vende como verdades, a la hora de pagar siempre habrá una justificación que encubra la mentira dicha apasionadamente. Otro ejemplo, son sus mentiras en relación a los aumentos de los subsidios, del sueldo básico a los maestros y demás trabajadores; el bono de desarrollo humano, de qué le sirve al pobre ser humano estos supuestos beneficios, cuando sale al mercado y se encuentra con los precios de los productos de la canasta familiar inalcanzables. Debemos revisar los índices de inflación del 2008 para entender esta falacia, para el 2007 la inflación fue de 3,32% y en el 2008 de 8,83%, condiciones que no se comparan con las migajas dadas por este gobierno manipulador de la necesidad de la gente, ¿Cómo podemos creerle si el déficit presupuestario de una familia es de 135,9 dólares mensuales, déficit que se calcula en una familia que tiene como ingresos promedio 370 dólares aproximadamente, no se diga de las familias que apenas alcanzan el sueldo básico. Otra de las mentiras que debemos cuestionar es su posición frente a la burocracia, con quien ha disfrutado un festín petrolero, a espaldas de las necesidades urgentes que nuestro país tiene, el gasto que ha significado el incremento de su buró político, con la creación de nuevos ministerios, o lo que vendría lo mismo decir los súper ministerios que algún día se atrevió a criticar, significó a los fondos del país, un gasto incrementado de mil millones de dólares, gasto que para nada compensa la retira construida al inicio de su periodo cuando se hizo bajar el sueldo. Ahora que el petróleo no le permitirá sostener su enorme buró y los paseos por el Ecuador a nombre de las reuniones itinerantes de su gabinete, ha puesto su mirada en la minería, bajo la mentira de una necesidad económica de todos, que seguro lo irá resolviendo con incrementos paupérrimos de un bono que no crea producción pero si favorece al mercado de consumo, incrementos de sueldos a la par de procesos inflacionarios justificados entre líneas a nombre de un plan de reactivación de la industria nacional y el aumento en los aranceles de los productos importados con el fin de impulsar el crecimiento de la economía nacional y de evitar la salida de divisas para que el país no se quede sin circulante, otra de sus falacias. La propaganda en relación a la incautación de bienes a los Isaías, busquemos ¿cuántas de las incautaciones realizadas se han concretizado legalmente y a favor del Estado?, nos hemos quedado con la retira sonando en nuestra cabeza y no conocemos que en Guayaquil, el presidente Rafael Correa; la ministra de Finanzas, María Elsa Viteri; el gerente de la AGD, Carlos Bravo; los tres integrantes de la comisión y Carlos Pareja Cordero, abogado del grupo Isaías, se reunieron con la finalidad de llegar a un acuerdo para cancelar los USD 661 millones. ¿Qué es lo que se espera? Según Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia, todavía no se ha concretado, porque los Isaías por medio de sus abogados han dejado sentado la intencionalidad de pagar aunque no se ha concretado nada todavía, la supuesta decisión de proceder a la incautación efectiva de los bienes tienen que esperar, ¿por qué?. ¿Será que los argumentos están en la supuesta valoración que han hecho los economistas en las 40 empresas principales del grupo Isaías, advirtiendo que algunas de ellas ya estaban con pérdidas antes de la incautación, y que no vale la pena Incautarlas? Pero no nos extrañe que después de pasado medio año nos digan que la incautación de ciertas empresas puede resultar no beneficiosa porque son empresas en pérdida. Ahora la mentira más inhumana de este gobierno, el plan de vivienda digna, ¿acaso no es violento o con las necesidades de la gente incrementar un bono de la vivienda de 1800 a 3600 para que le entreguen un cuarto donde deben acomodarse entre 5 a 7 personas entre adultos y niños, además de correr el peligro de tener un cuarto que cualquier momento se puede caer por no tener cimientos ni techos adecuados? ¿Lo de la casa digna es una verdad? Ya quisiéramos los pobres que Rafael Correa dejara el palacio de Carondelet para ir a vivir “dignamente” en una de estas casas con su familia o que sus flamantes colaboradores lo acompañaran a estas viviendas a tomarse un café para hablar de dignidad. La lucha contra los banqueros que cobran intereses de chulqueros, según alianza país también es un logro del régimen, una mentira más mentira como esta no se la puede encubrir, por ello ya nadie habla de este ofrecimiento. Sino preguntémonos si nuestros préstamos bancarios han disminuido a la hora de pagar las cuotas, o si vamos a un banco a solicitar un crédito preguntemos, si los gastos por comisiones han desparecido de la línea crediticia de los bancos. Hemos querido citar estos ejemplos de las incoherencias que supone la revolución ciudadana, una revolución signada de violaciones a los derechos laborales conseguidos por años, una revolución construida bajo el marketing de los medios y que prioriza el gasto en los mismos para ser legitimada, una revolución que se sostienen bajo una constante campaña del ejecutivo, que reprime al pronunciamiento del desacuerdo y que violenta el derecho a la democracia, cuando todo que no sea verde es calificado de infantilismo ecológico, izquierdismo absurdos e indigenismos de cuatro pelagatos. Queremos también invitarles a conocer que hay detrás de cada paso dado por este gobierno, evaluar que beneficios reales obtenemos con los halagos mercantilistas que nos ofrece el régimen. Solo analizando y discerniendo los objetivos reales de quienes respaldan este gobierno nos permitirá tomar decisiones acertadas. Coordinación General: José Luis Bedón Subvencionado por: Con el apoyo de: Dirección: Teléfonos: (593 2) 2900048, 3203715, 3203732 © Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente |