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Boletín ICCI-ARY Rimay, Año11, No. 118, Enero del 2009
La minera en un país de biodiversidad
cultural y natural
Gloria Chicaiza
En Ecuador, un país con una cantidad de zonas territoriales con biodiversidad extraordinaria y con una diversidad cultural excepcional, la minería a gran escala no ha tenido asidero, a diferencia de países vecinos como Perú, Chile, Bolivia y Colombia que tienen una industria minera basada en la explotación a gran escala. Nuestro país por historia ha basado su economía en la agricultura, en la minería artesanal, en una industria con gran influencia de lo artesanal y en la explotación petrolera.
Pero esta realidad quiere ser trastocada, desde hace una década aproximadamente, una serie de estudios, exploraciones lideradas por empresas inglesas, japonesas y norte americanas nos anuncian la corriente productiva encaminada a introducir en nuestro país una minería por demás devastadora de toda la riqueza natural y poblacional que posee el país.
Una de las últimas exploraciones mineras ejecutadas fue la misión Británica en 1993 aproximadamente, y que fue legitimada a través de un convenio con el Banco Mundial y el gobierno Sueco, quien nos hacía un préstamo de 24 millones de dólares, encaminado a desarrollar un plan minero al que titularon “Proyecto de Desarrollo Minero y Control Ambiental (PRODMICA)” bajo el visto bueno del Arq. Sixto Duran Ballén, entonces presidente del Ecuador. La intención de estas exploraciones, estudios ha sido siempre sentar las bases para la explotación minera a gran escala; este convenio significó para nuestro país endeudamiento que aun pagamos.
De tras de este convenio, había muchos objetivos, que se han cumplido, en función de crear la base para la explotación a gran escala, entre ellos atraer la inversión extranjera, a esto debemos la presencia de varias transnacionales mineras que están en el país buscando la concesión de espacios territoriales ricos en minería para explotar sin importar los daños ecológicos, sociales y culturales que esto significa.
Otro elemento importante para sentar las bases de este tipo de explotación fue la ley trole 2, que cambiaba el marco jurídico de la explotación minera, y la creación de un banco de datos geofísicos y geológicos, objetivo que también se cumplió pues existe una variedad de mapas mineralógicos, existe pues un mapa catastral minero que es de propiedad del banco mundial, donde está ubicado 5millones de hectáreas de potencial minero, que va de norte a sur atravesando fuentes de agua, zonas boscosas, territorios indígenas, zonas urbanas y campesinas, de esta manera se ha cumplido los objetivos del banco mundial en relación a la minería.
La necesidad de introducir la explotación minera a gran escala en nuestro país, ha utilizado medios supuestamente legales como la ley de trole 2 y medios absolutamente fraudulentos como los privilegios que obtuvieron varios funcionarios del ministerio de energía y minas en relación a la información obtenida al respecto duramente su periodo de administración en este órgano gubernamental, convirtiendo hoy en los voceros y asesores de la trasnacionales mineras que pretenden explotar nuestros recursos, varios de estos funcionarios tienen nombre y apellido: el Señor Elizalde, Cesar Espinosa, Jorge Durini, ahora voceros de empresas mineras canadienses, ocuparon puestos de funcionarios públicos en el ministerio de energía y minas, y fueron quienes promovieron la necesidad del préstamo y la necesidad de crear leyes a favor de la minería industrial, objetivos que hoy la utilizan muy bien.
Hoy estamos viviendo otra etapa en el objetivo de establecer la minería a gran escala en nuestro país, estamos viviendo la entrada directa de las empresas transnacionales mineras con el permiso legitimo dado a través de la ley minera que se esta aprobando en el seno de la comisión legislativa.
El argumento por demás absurdo y falto de conocimiento dado en una de las entrevistas hechas a la señora Irina Cabezas, de la Comisión Legislativa, por los medios de comunicación; es que hay otros países que ya explotan minería a gran escala, sin el menor comprometimiento de recursos naturales como el agua, poniendo como ejemplo la explotación de cobre en chile.
En que cabeza cabe la posibilidad de comparar una explotación minera realizada en el desierto, como es el caso de Chile, en el desierto de Atacama, con la explotación minera en territorios ricos en biodiversidad y en fuentes subterráneas y superficiales de agua.
Lo único que tenemos en común con Chile es la Concesión plena, dentro de las leyes de explotación minera, consentimiento que se lo consiguió en el caso de Chile con Pinochet, quien desnacionalizó la empresa minera de cobre, a través de esta ley, favoreciendo a las transnacionales. La figura de concesión plena da a las empresas la capacidad de obtener grandes extensiones de tierra, les da la capacidad de disponer de esa tierra, venderla cederla, hipotecarla, exactamente las líneas de nuestra ley minera.
Con esta ley, estamos renunciando a los logros obtenidos con el sistema ambiental en el Ecuador, que rige ya nuestro país; en la ley propuesta por el gobierno se les exige a las empresas presentar un estudio de impacto ambiental a diferencia de nuestra legislación ambiental que exige no solo el estudio ambiental, se exige el manejo de ecosistemas, la prevención de daños ambientales y muchos mas puntos de protección a nuestros recursos.
La ley minera aprobada por el ejecutivo no es soberana, de ninguna manera, por que si nos queremos comparar con Chile, debemos conocer que el 75% del manejo de los ingresos generados por la explotación de cobre pertenece a la transnacional. Por ello la comparación que hace en los medios de señora Cabezas definitivamente no debería ni citarse.
Debemos antes que compararnos con otros países, conocer técnicamente que significa la explotación minera a gran escala y que comprometemos con ella: El agua para este tipo de explotación, es como el oxigeno para nuestros pulmones, sin agua no se puede operar y su utilización es en cantidades industriales, en Chile mismo hay conflictos enormes al respeto, como las empresas mineras necesitan tal cantidad de agua que están poniendo en peligro los glaciales que dan a Argentina y a Chile, otro ejemplo lo tenemos cuando explotó la guerra del agua en Bolivia uno de los detonantes fue el proyecto que contemplaba la exportación del agua subterránea del sur de Bolivia al norte de Chile.
Una de las minas de cobre más grande del mundo que esta ubicada precisamente en chile, la Escondida, su fase de ampliación de la explotación está parada, por falta de agua, de allí los conflictos que se esta viviendo en este país, en relación al agua.
En nuestro país, el proyecto Ecuacorriente, esta pensando utilizar 55mil metros cúbicos de agua, cada metro cúbico tiene mil litros de agua, de lo que se va utilizar 40 metros cúbicos por segundo, lo que significa el abastecimiento de 100 mil habitantes rurales y 16 mil urbanos. Esta empresa tiene planteado luego de su cierre establecer en la mina un lago que medirá un kilómetro de diámetro, pues es este el desbrosamiento que se debe hacer para explotar la mina. El lago tiene que llenarse con agua limpia y la única forma de adquirir el líquido para este menester es desviar los ríos cercanos, corriente que sirve para regadío, para los bosques para beber, etc.
Este mecanismo de restitución de la naturaleza para las empresas transnacionales les resulta barato, llenar los huecos con agua limpia, huecos que tienen sustancias tóxicas, y como no pueden quedarse como este hueco no puede quedarse con agua estacada, los ríos alimentaran de agua limpia y saldrá agua contaminada.
Lo que debemos ver es que todas las fases de la explotación minera tienen consigo consecuencias ambientales y utilización de grandes cantidades de agua, no solo las fases que declaran las empresas, en el mismo caso de la empresa Ecuacorriente ellos hacen un estudio de impacto ambiental obviando por ejemplo la utilización de agua y el impacto ambiental que supone la remoción de nubes de material pulverizado, porque para explotar los minerales se van a fracturar la tierra con explosivos, esto genera nubes de material pulverizado que van a apaciguar utilizando grandes cantidades de agua.
La información de los impactos ambientales, antes, en y después de la explotación no son citados en su integridad, por ello la ley minera propuesta y aprobada por este gobierno atenta contra todo principio ecológico, derecho ambiental logrado.
Frente a la necesidad de recursos económicos que el gobierno actual, cita como el factor que determina la explotación de los recursos naturales y en este caso la minería, los movimientos sociales, el movimiento in indígena y las organizaciones ecologistas le estamos proponiendo, invertir y explotar si quiere los recursos que tenemos sin atentar contra la naturaleza, la vida y la cultura de nuestros pueblos, la propuesta es la agricultura, nosotros hemos sido un país que siempre se ha abastecido así mismo; hay muchos países que han dejado entrar a sus tierras la minería de gran escala y se han quedado pobres, endeudados, dependientes y sin soberanía alimentaría, sin la menor capacidad de auto-sostenimiento dependiendo de la entrada de alimentos foráneos, esto nos pone vulnerables, peor aun en este momento de crisis económica, hay que proteger lo que tenemos.
La crisis financiera mundial ya nos anuncia, un descalabro en el mercado laboral, las transnacionales que se las miraba intocables han sido afectadas directamente, por ejemplo en la RTZ se anuncia 14 mil despidos, la empresa Microsoft 15 mil despidos……empresas que son monstruos a nivel mundial están afectadas, debemos entonces proteger nuestros recursos, el agua, la agricultura, la soberanía alimentaria, etc.
Ahora si hablamos en términos mineros las inversiones también se han venido a bajo, más del 50% de lo prevenido en inversión se ha esfumado, el precio del cobre a quedado en la mitad, es el momento de meditar muy bien lo que estamos haciendo; entones preguntémonos ¿Por qué tanto apuro para aprobar una ley minera desfavorable a los ecuatorianos? ¿Por qué la premura por implantar un modelo extractivista que nos va a dejar pobres y contaminados?
La propuesta de parte entonces de los sectores de la sociedad civil agrupados entorno a la negación de la minería a gran escala, postura no negociable, es la regulación, la normatividad de una minería artesanal que la tenemos alrededor del oro, de material de construcción, etc. que se desarrolla en un ambiente caótico, que genera contaminación y enfermedades.
Necesitamos entonces una ley minera que regule y controle la minería que ya existe, y políticas públicas de apoyo al agricultor que ha trabajo, que ha vivido del campo por años, políticas públicas orientadas insertar al minero que no quiere seguir en este tipo de actividad a la agricultura; solo así podemos devolverle la soberanía al Ecuador, trabajando con nuestros conocimientos, en la tierra, la artesanía, la ganadería, generando movimiento productivo y comercial de auto-subsistencia.
No rechazamos la minería artesanal que ya existe, queremos que sea normada, organizada y con suficiente soberanía para decidir sobre los beneficios que ella nos da, estamos absolutamente convencidos que la ley minera que ha regido hasta hoy se la debe archivar, creemos que la minería es un espacio laboral como dice el presidente, pero la agricultura también es un espacio laboral y si permitimos la entrada de la minería a gran escala también estaremos permitiendo el desplazamiento de la agricultura y con ello el trabajo de muchos agricultores.
El gobierno debe evaluar el costo beneficio de la minería, un costo beneficio que debe evaluar no solo0 con parámetros puramente económicos, se debe contemplar, parámetros culturales, poblacionales, a corto y largo plazo, no se debe analizar solo la inmediatez económica, de antemano debemos entender que la minería supone perder en términos de agua, de desplazamiento de comunidades, de pasto, de suelo agrícola; por ejemplo el proyecto que se esta pensando efectuar en Quinsachocha el Portete, les quitaría a los campesinos la producción de 200mil litros de leche diarios, producción que mantiene la economía local, aplicar la minería es arrebatarnos las economías locales que sostienen la economía a nivel nacional.
La minería a gran escala en nuestro país y en cualquier otro es un crimen, no solo por la contaminación que esta genera y que es evidente, es un crimen frente a la posibilidad de desarrollar y fortalecer una cultura agrícola que puede dar mejores ingresos si la planificamos y la dirigimos a la industrialización de los productos producidos.
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