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Las nacionalidades y pueblos frente al momento histórico actualJosé Luis Bedón Casi 516 años han transcurrido desde que en estas tierras de esta América andante, andina, mestiza, barroca, india, se inició la resistencia al Colonialismo de ese entonces y el Neocolonialismo de hoy. Pero al igual que ayer seguimos resistiendo a pesar de que nuestras venas siguen abiertas por el nuevo colonialismo global del capital y la alienación occidental. Hoy como ayer seguimos sufriendo la explotación más voraz, la exclusión en todas sus formas, la persecución y la muerte, solo que de maneras y formas sofisticadas, más elaboradas, más “racionales” e inventadas por la tecnocracia mundial, aquella que en el afán de llenar sus arcas, amenaza ya no solo a los hombres y mujeres del globo sino a todo el espacio donde crece la vida en el planeta: la Biosfera. La ciega ambición de la rentabilidad y la compulsiva acumulación de capital en contra de los valores y los principios de los seres humanos dignos y solidarios, que aquí estamos. La geo-política de la ambición sin límites ha dibujado mapas de codicia sobre nuestros territorios ancestrales, allí donde habitamos en paz y en armonía con nuestros hermanos y con nuestra madre naturaleza (la pacha mama). Quien mata a su madre o a su padre es un parricida y las leyes lo juzgan como parricidio con la máxima sanción, pero los crímenes globales se realizan sin escrúpulos “con tecnologías de punta” y sin cargo de conciencia aunque provoquen el etnocidio y se los deja impunes. Insisten en la privatización, el neoliberalismo y el consenso del imperio con máscaras parciales y mal disimuladas que dejan al descubierto sus hambres atrasadas. Con discursos vaciados de socialismo y humanidad insisten en apropiarse de los recursos de la tierra y el subsuelo, y para ello quieren inaugurar chimeneas sobre los árboles destrozados, sobre las lagunas y la vida de quienes renegamos de esa “racionalidad” depredadora. En nombre del progreso vienen los nuevos conquistadores en carabelas movidas por el petróleo y la sangre de los pueblos del mundo. Sucede que estamos sobre sus mapas y sobre nuestras tierras y en nuestras culturas, dispuestos a cumplir nuestros sueños. Somos culturas vivas, milenarias, no somos números, ni mapas, somos hombres y mujeres dignos, responsables y con derechos reconocidos y ratificados en los foros internacionales y las propias Naciones Unidas. Hasta ahora papeles muertos y pronunciamientos vacíos si no se los asumen y si no se los incorporan a las Constituciones de los Estados nacionales. La maquinaria extractivista están en nuestros territorios con corazones trasnacionales o disimuladamente nacionalistas, listos para inyectar los tubos que hagan fugar los capitales que podrían financiar nuestro futuro como país, que podrían propiciar el respeto a los derechos humanos, la igualdad de oportunidades, la educación, la salud y la seguridad alimentaria. La tecnología extractivista está aquí para esquilmar y comercializar el genoma de nuestra sangre, saquear el conocimiento ancestral y darle “propiedad intelectual” y patente a los recursos de nuestra bio-diversidad. Pero aquí estamos con el imperativo de permanecer unidos para defendernos y resistir, no solo los indios sino todos los pueblos humillados y ofendidos pero esperanzados. Aquí estamos a pesar de no disponer de las habilidades del salto de la lucha social a la lucha electoral o por el error de haber incurrido en los mismos defectos que cuestionamos. Aquí estamos a pesar de no ser ni siquiera invitados transversales a los diálogos del gobierno, que parece dejar contentos a los empresarios y enojados a los trabajadores y a los que lucha en contra de las mineras en el centro y sur del país. Aquí estamos sin mendigar el diálogo para el que envían a sus mandos medios. Aquí estamos con actitud firme y entereza moral para rechazar los diálogos que no disponen de seriedad, franqueza, transparencia y compromiso. Diálogos donde se discuta la voluntad y el mandato de las nacionalidades y pueblos, y del pueblo en general. Aquí estamos los que derrotamos al ALCA y los TLCs, los que derrotamos a la OXY, a la ley que pretendía privatizar el agua, los que derrotamos a los gobiernos corruptos que pretendieron imponernos el neoliberalismo, los ajustes y las privatizaciones. Aquí estamos los que derrotamos la traición, la cooptación, la división y el engaño. Aquí estamos para ser escuchados y ser atendidos en nuestras propuestas por la Asamblea Nacional Constituyente, instancia por la que peleamos y en la que vamos a participar con todos los pueblos por la construcción de una nueva sociedad que elimine las inequidades y el hábito perverso de la corrupción de quienes administraban el poder, una participación que permita reemplazar un “Estado social de derecho” por un “Estado social de Justicia”, que re-institucionalice el país desde una transformación social profunda que reconozca nuestra diversidad en la unidad. En este marco, exigimos a la Asamblea Nacional Constituyente que se declare al Ecuador como un Estado Plurinacional, basado en la existencia de la diversidad de las Nacionalidades y Pueblos, como entidades económicas, políticas, culturales e históricas diferentes. Que en la nueva Constitución se incorpore la política de Reforma Agraria Integral que signifique la redistribución de las tierras, eliminando los monopolios privados de terratenientes y agroindustriales; respetando los territorios ancestrales de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador Exigimos al Estado la anulación de todas las concesiones petroleras, mineras, madereras, hidroeléctricas y otros proyectos que afectan a las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador. Medida que se complementará con la realización de estudios de impacto ambiental en las zonas afectadas por la explotación minera y petrolera para exigir la reparación e indemnización de los daños causados. Exigimos que la Asamblea Nacional Constituyente conozca y apruebe el proyecto de Ley de Bio-diversidad propuesto por las organizaciones de base de la CONAIE. Exigimos así mismo al gobierno nacional respetar los derechos humanos de todos los ecuatorianos y deplorar los sucesos ocurridos en Dayuma. Exigimos a la Corte Suprema de Justicia, a la Fiscalía General de la Nación se agiliten los trámites respectivos de los distintos procesos que son de su conocimiento y se actúe con transparencia y honestidad, a fin de evitar la persecución injusta de inocentes. Exigimos que el Gobierno nacional cumpla con la transferencia de los fondos respectivos establecidos en la constitución política, con la finalidad de seguir mejorando la calidad de educación intercultural bilingüe en todos los rincones de los territorios de las nacionalidades y pueblos indígenas. Que el Gobierno nacional disponga de más fondos para las construcciones de nuevos centros educativos con equipamiento respectivo con la tecnología actual, que las autoridades de la educación hispana respeten la autonomía de los centros educativos interculturales. Exigimos al Gobierno nacional y a su ministra de Salud respeto a la estructura de salud de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas. Conforme manda la Constitución exhortamos se cumpla con la transferencia de los fondos respectivos para un adecuado funcionamiento de nuestra estructura de salud ancestral. Impulsamos y apoyamos todas las iniciativas sociales tendientes a la Democratización de la Comunicación así como promoveremos y desarrollaremos un Sistema de Comunicación Comunitario de las Nacionalidades y Pueblos indígenas del Ecuador. La matriz de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador tras el cambio generacional de la dirigencia se propone fortalecer los procesos de diálogo y de unidad interna y con los diversos sectores sociales del país. Nos proponemos mantener la independencia del movimiento indígena frente al Estado. Estaremos vigilantes y exigiremos al Movimiento Pachakutik que retome los fines y los objetivos con los que se creo y que se facilite la participación de todas las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador. Bajo la nueva dirección de la CONIAE se propone la recuperación de las tierras y territorios ancestrales, y por eso se declara la movilización nacional y la vigilancia permanente, con todas las bases, en defensa de la tierra, territorios y recursos naturales en contra de las empresas transnacionales. Ejerceremos el derecho territorial en las circunscripciones territoriales de los pueblos y las nacionalidades para la defensa, manejo y control de los recursos naturales como el agua, biodiversidad, los páramos, los bosques tropicales y los conocimientos colectivos. Declaramos que los conocimientos colectivos de las nacionalidades y pueblos son imprescriptibles, intransferibles y exigimos la promulgación de una ley para su protección. Para este efecto crearemos el centro de investigación de plantas medicinales. Estimularemos la democratización y lucharemos por el acceso al derecho del agua, a su uso y administración colectiva. Reiteramos nuestra oposición a los “servicios ambientales” en territorios de Pueblos y Nacionalidades, y exigimos la anulación de los contratos vigentes. Iniciaremos una Marcha Nacional hacia la ciudad de Montecristi para promover la nacionalización de los recursos naturales. La CONAIE se proclama defensora de la Soberanía y la Seguridad Alimentaria, como los sembradores de la tierra que garantizamos el acceso a una alimentación sana y libre de transgénicos. Encargamos a la Asamblea Nacional Constituyente la declaración del Ecuador libre de transgénicos. Inspirados por la lucha de los pueblos de “Abya Yala” en Bolivia, Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros pueblos a quienes expresamos nuestra solidaridad, invocamos a la necesidad urgente de la integración. Expresamos nuestro respaldo a las gestiones de mediación por la paz impulsados por el Gobierno de Hugo Chávez de la República Bolivariana de Venezuela. La CONAIE se solidariza e insta a la comunidad internacional a rechazar las políticas genocidas y etnocidas del gobierno de Chile, con relación a los ataques y crimines en contra del pueblo Mapuche, y del gobierno colombiano contra todos los pueblos indígenas de ese hermano país. Ratificamos nuestra oposición a los tratados internacionales de libre comercio como los TLCs y otros que en forma inconsulta impulsan los gobiernos a espaldas de los pueblos, como el que ya comienzan a negociarse con la Unión Europea, tratados que violentan los derechos humanos y colectivos de los pueblos, igualmente, ratificamos, apoyamos y estaremos vigilantes de la decisión del pueblo ecuatoriano de expulsar a las tropas norteamericanas de la base de Manta en el 2009, y de que no se conceda en sustitución ninguna base o posesión en territorio del Ecuador. Apoyamos e impulsaremos todas las propuestas de integración regional como la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), una vez que nuestro continente ha iniciado un profundo proceso de cambios estructurales, principalmente en Venezuela, Bolivia y Nicaragua, y que el ejemplo de resistencia revolucionaria del pueblo cubano sigue presente y vigente. Igualmente, rechazamos los discursos de las oligarquías cruceñas y guayaquileñas que buscan el separatismo en nombre de la “autonomías”. Mientras el gobierno no da muestras de enfrentar el Neoliberalismo de manera directa contra las privatizaciones de los recursos naturales y territorios, la derecha oligárquica y el imperialismo buscan de todas las maneras impedir cualquier proceso de cambio. La CONAIE se reafirma en su firme convicción de luchar por la construcción del Estado Plurinacional, que sólo será posible con justicia y equidad para todos los ecuatorianos y ecuatorianas. Coordinación General: José Luis Bedón Con el Apoyo de Subvencionado por: Dirección: Teléfonos: (593 2) 2900048, 3203715, 3203732 © Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente |