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“El poder esta en la comunidad”Luis Macas ¿Cómo analiza la situación actual del movimiento indígena en especial de la CONAIE? El movimiento indígena en su conjunto está atravesando una situación muy difícil, de dispersión, desorientación, confusión. Desde ese reconocimiento debemos someter a un proceso de análisis, y de evaluación al conjunto del movimiento indígena. El primer paso para ello es mirar al interior para ver qué está sucediendo con cada una de las organizaciones, incluso con otros sectores indígenas organizados de nuestro país, y no tan solo la CONAIE. Por ejemplo, en el caso de la FEINE (Federación Ecuatoriana de Indígenas Evangélicos), su dirigencia nacional se ha identificado totalmente con los intereses no solo del gobierno sino incluso con aquellos del imperio norteamericano. También ha caído en la misma situación de hacerle juego al gobierno, la misma FENOCIN (Federación Ecuatoriana de Organizaciones Campesinas Indígenas y Negras). La voz combativa de una organización histórica, como se ha caracterizado la FENOCIN, se ha acallado ante este gobierno; y me atrevería a decir que no se trata solamente de la intervención del gobierno sino también del imperialismo que está intentando ejercer un control a las organizaciones indígenas del Ecuador. Por ello considero urgente y prioritario someter a una evaluación muy seria al conjunto del movimiento indígena y, en especial, creo que es fundamental hacer una revisión muy sostenida de cuáles son realmente los elementos que hacen que el movimiento indígena organizado dentro de la CONAIE esté tan debilitado en estos últimos tiempos, hay que aceptar que existe un debilitamiento, una situación crítica dentro del movimiento indígena, porque sino lo aceptamos, no podemos plasmar la realidad en una evaluación seria y objetiva y a partir de ella hacer las rectificaciones necesarias, que es lo más importante. ¿Si aceptamos el hecho de que la organización indígena está debilitada puede decirse que este debilitamiento sería solamente en el ámbito de la dirigencia de la CONAIE o también incluye a sus bases? Es un proceso complejo que involucra tanto a la dirigencia como a las bases. De una parte, están las debilidades en la orientación política que debió hacer la dirigencia nacional; se puede decir que hay una especie de confusión, de desorientación, la cual nace desde lo interno, sobre todo desde la dirigencia; yo no quiero ser drástico pero considero que hay que decir las verdades, definitivamente, ha habido una pasividad increíble desde la dirigencia de la CONAIE; sobre todo en momentos tan dramáticos de la política nacional como los actuales; no ha habido una orientación, una dirección política, ideológica de parte de la dirigencia nacional, en este sentido, esta posición obviamente confunde a las bases, crea un desconcierto, una desorientación a las bases; lo que sucede arriba incide abajo, naturalmente. Sin embargo, en estos últimos tiempos hemos vivido un proceso de recuperación organizativa y política, me refiero a nuestra organización regional Ecuarunari (Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa), y hay que reconocer que en el caso de nuestra organización regional la relación de la dirigencia con las bases ha sido parte de un ejercicio histórico, es decir, siempre había existido esa vinculación, lo que este momento está haciendo la Ecuarunari es una recreación de ese proceso histórico y eso es lo que queremos para la CONAIE: una vinculación permanente con las bases, un acompañamiento permanente a los procesos comunitarios. ¿Cómo entender la crisis de liderazgo en la CONAIE? A mi modo de entender puede decirse que últimamente no ha existido un ejercicio de liderazgo colectivo, ha existido un liderazgo más individualizado, más personalizado y ese tipo de liderazgos es más bien extraño a nuestra forma de organización. En las décadas de los 70’s y los 80 hubo un ejercicio colectivo de la dirigencia de nuestra organización nacional, debo indicar que para nosotros desde nuestra visión de la lógica indígena, el liderazgo es siempre un asunto colectivo. Efectivamente, en la lógica de nuestras comunidades siempre la dirección y la toma de decisiones ha sido colectiva, no es asunto de un individuo, por más inteligente que sea, por más comprometido que sea. Todas las decisiones pasan por el control de la comunidad, de la organización comunitaria, de la participación de las bases, solo así las decisiones que asume la dirigencia son legítimas y serán respaldadas por las bases. Aquí me permito hacer una pequeña reflexión, yo pienso que es por ello es que hay una contradicción con las formas de tomar decisiones desde la democracia liberal, o democracia formal como la llaman, porque en la democracia se elige a una persona y una vez que se la ha elegido no hay más participación social ni comunitaria, ni siquiera para fiscalizar a esa persona electa, por eso es que una vez que esa persona ha sido electa toma el camino que sus propios intereses, le señalan. Obviamente, en el mundo indígena hay liderazgos y a esos liderazgos hay que fortalecerlos pero son siempre liderazgos colectivos. Todo el mundo se queja de que no hay liderazgos, pero desde la visión occidental el liderazgo se traduce en caudillismos, y es eso lo que queremos evitar para el movimiento indígena. Ahora bien, con respecto a los liderazgos nacionales de la CONAIE, hay que decir que la dirigencia que está por culminar con el compañero Leonidas Iza, cometió varios errores y es necesario reconocerlos y ser autocríticos, y quizá ni él tenga la culpa de esos errores de liderazgo, quizá sea necesario realizar una evaluación incluso anterior a su gestión, cuando metió la mano en nuestra organización el ex presidente Abdalá Bucaram en 1996 a través de asaltos, a través de allanamientos, de robos de los documentos de la CONAIE, en ese entonces presidida por el compañero José María Cabascango. Podemos ubicar la crisis de liderazgo de la CONAIE desde el congreso de Shindar, en la provincia de Loja, en 1996, cuando el gobierno de ese entonces intentó meter mano y destruir nuestra organización; el debilitamiento organizativo nace desde allí, por tanto, no es tanto una cuestión reciente que se ha producido el debilitamiento del movimiento indígena, viene desde esas épocas. ¿Qué es lo que sucedió? Creo que caímos ingenuamente desde 1996 cediendo desde la Ecuarunari la dirección estratégica del proyecto político del movimiento indígena, para que Antonio Vargas dirija la CONAIE: en realidad, fue un error poner a un tipo sin principios, sin fundamentos y sin la mínima base política para dirigir un movimiento social de tanta trascendencia como la CONAIE; de tal manera que desde ahí viene ese debilitamiento, y cuando entró Antonio Vargas a la CONAIE empieza el descalabro y ya hemos visto el rol que está cumpliendo este señor como peón del gobierno y del imperio para destruirnos, para destruir el proyecto político de la CONAIE. Caemos ingenuamente en la elección de Vargas, pero caemos con ideas absolutamente sanas, con ideas que el movimiento indígena ha tenido siempre en su estrategia, caemos porque queríamos salvar a la CONAIE de la división y defendernos del ataque del gobierno de Abdalá Bucaram. Luego de Vargas viene la elección de Leonidas Iza y lastimosamente viene esta misma tendencia: el populismo indígena metido en la CONAIE, con una visión desarrollista, es decir, pensar que desde los proyectos de desarrollo se pueden solucionar los problemas de la pobreza, de la miseria, de la exclusión, de la explotación; esa tendencia gana lastimosamente y por una campaña abierta hasta por los propios dirigentes de mandos medios en las provincias convencidos por Vargas y obviamente convencido por las fuerzas armadas y convencidos por el imperio. No nos olvidemos que el imperio tiene muy clara su película en relación a los pueblos indígenas del mundo y con mayor razón con los pueblos indígenas de su patio trasero; por ejemplo, en Santa Fe IV, dice muy claramente que uno de los peligros en América Latina es el movimiento indígena y uno de ellos es el movimiento indígena ecuatoriano; de tal forma, que ese designio de derrotar a un enemigo político del imperio, como es el movimiento indígena, es lo que cumplen a cabalidad Vargas y compañía. ¿Qué debemos hacer para recuperar a la CONAIE? Hay que ir a las bases porque no hay ninguna otra alternativa, recuerdo las palabras pronunciadas por Túpac Amaru, por Atawalpa, en sus últimas expresiones cuando fueron torturados, cuando fueron sacrificados por el poder, ellos dicen que regresarán, y que cuando regresen serán millones, es decir, regresarán como pueblo, es decir, dicen que el poder está en las masas, en el pueblo; y nosotros diríamos que como pueblos indígenas nuestro poder está en la comunidad, el poder está abajo, no está arriba compañeros; hay que pensar que el poder se construye desde abajo, hay que empezar a hacer una gran minga, hay que empezar a establecer liderazgos colectivos, desde las bases, desde las comunidades, desde las organizaciones de segundo grado, hasta las organizaciones regionales y la organización nacional. Otra de las tareas fundamentales que debemos pensar y que debe ser una tarea de la CONAIE es el reestablecimiento de las políticas de alianzas políticas y sociales, no hemos trabajado absolutamente nada, hemos hecho muy poco en materia de establecimiento de alianza con sectores sociales populares de nuestro país. A este país no solamente va a salvar el movimiento indígena, este país será salvado en cuanto podamos establecer estas alianzas estratégicas políticas por la identidad política y de objetivos comunes en un estado plurinacional, en una sociedad intercultural. Es importante reflexionar sobre esa materia también, con lo que tiene que ver con la reflexión del futuro por parte del movimiento indígena, es indispensable revisar si permanecemos o no con este famoso movimiento político Pachakutik, el cual nos dicen que nos permite la lucha institucional. Creo que la lucha institucional hoy por hoy, lastimosamente, se ha reducido nada más a un instrumento no de lucha sino instrumento de aprovechamiento de gente que no tiene ninguna posición política, salvo algunos casos, más bien se ha instrumentalizado al sistema. De tal forma que yo sí creo que el movimiento Pachakutik tiene que ser revisado, tiene que ser reformulado; el movimiento indígena tiene que replantear su lucha política, su lucha al interior de la institucionalidad, con un proyecto claro, con una estrategia coherente. El movimiento Pachakutik está a la deriva, sin una clara política de alianzas, está a la cola de las decisiones de las oligarquías, sin un norte, sin una visión clara. ¿Qué elementos o cuadros deben estar al frente de la CONAIE? Es necesario que para las próximas elecciones de la CONAIE, se constituya un Consejo de Gobierno que sea una entidad que acompañe, que aconseje, que esté siempre presente y al lado de las bases, que recupere el sentido original del proyecto político de la CONAIE que es la construcción de un Estado Plurinacional y una sociedad intercultural. En ese sentido, creo que no quedaría mal una combinación de lo que pueden ser algunos dos o tres dirigentes indígenas con experiencia y con la percepción muy clara del proyecto histórico del movimiento indígenas, y una mayoría de gente joven en la nueva dirigencia, y sobre todo, debe haber una participación de la mujer, porqué no pensar en una presidenta para la ECUARUNARI, una presidenta para la CONAIE?, de tal forma que solo así podremos trabajar para recuperar nuestro espacio histórico y nuestro proyecto político: cambiar al país, y porqué no, cambiar también al mundo. © Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente |