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Boletin ICCI ARY-Rimay
Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 5, No. 53, Agosto del 2003

Editorial

La visita del presidente de Colombia Alvaro Uribe


Las relaciones entre Ecuador y Colombia, históricamente han sido cordiales, no han existido problemas de envergadura, más bien se han construído bajo una línea de consenso donde ha primado el diálogo, la negociación oportuna y la flexibilidad diplomática.

Entonces, el caminar de los dos países ha sido sobre la base de acuerdos, y los conceptos de paz han movilizado las relaciones bilaterales, las relaciones comerciales por tradición han tenido mucho significado para los pueblos fronterizos, como para los pueblos del interior en los dos países, las dos naciones hemos sacado provecho de estas relaciones y eso ha significado generar espacios de equidad y desarrollo.

Bajo estas premisas la llegada de Ciudadanos colombianos por oleadas a nuestro territorio tiempos atrás y actualmente, han sido bien recibidas por nuestros compatriotas y les han brindado espacios para la producción y la convivencia; de la misma manera los ecuatorianos nos hemos beneficiado de su aporte productivo, en las localidades y regiones donde se han instalado.

Es precisamente sobre esas consideraciones, que se han efectuado visitas de los primeros mandatarios de los dos países, ahora existen condiciones diferentes que hace necesario explicitar y que nos ubica en un escenario diferente de las que cotidianamente se han venido manejando.

El mes de agosto se encuentra marcado por acontecimientos que definen el quehacer político de la Nación-Estado, a los pocos días de la consabida ruptura de la alianza Pachakutik-Sociedad Patriótica, nos (léase también les) visita el mandatario colombiano Alvaro Uribe, Presidente de un país vecino, nación que se encuentra envuelta política, militarmente y socialmente en un conflicto armado que les dura cincuenta años, conflicto que acarrea problemas para las naciones vecinas y en este caso particular, para el Ecuador.

La guerrilla, los paramilitares y el narcotráfico son problemas para el Estado colombiano, -también para los Estados Unidos- debe quedar en claro que no es únicamente para la administración del Presidente Uribe, sino para toda la estructura socio-política colombiana, para el propio sistema democrático como también para el sistema productivo y comercial; así que las soluciones pasan necesariamente por una regionalización del conflicto y eso es lo que se está buscando desde la perspectiva de juntar a un aliado estratégico como es el Ecuador.

¿Cuál es el propósito o los propósitos de la visita a nuestro país por parte del Presidente Uribe? Además de recibir los homenajes que por costumbre se suelen realizar como: a) La condecoración en el grado de “Gran Collar” otorgado por el Presidente Lucio Gutiérrez; b) las llaves de la ciudad de Quito, entregado por el Alcalde Paco Moncayo; y, c) el homenaje en el Congreso Nacional, ¿cuáles fueron los objetivos de tan ilustre visitante?.

Orador de palabra fácil, con una personalidad que no pasa desapercibida en ningún espacio, ni en ningún momento, acarreando operativos de seguridad nunca antes vistos por el común de los ecuatorianos y que nos dejan perplejos y desorientados ante un despliegue impresionante de militares y policías.

Son los discursos de rigor tanto en el Palacio de Gobierno, Salón de la Ciudad y Congreso Nacional, donde debemos buscar las razones de la visita, son de estas expresiones emitidas de las que habría que ir desentrañando la verdadera agenda presidencial o por lo menos aproximaciones a la intencionalidad de la presencia del Mandatario colombiano.

En el Salón de la Ciudad agradeció a “Quito por recibir a los colombianos con los brazos abiertos”, lo que demuestra la sensibilidad y gratitud de parte del pueblo de Colombia al pueblo del Ecuador; pero al mismo tiempo evidencia una falta de propuesta alrededor de los refugiados colombianos en el Ecuador, a aquellos desplazados por la violencia que se encuentran en las pequeñas y grandes ciudades, en el sector urbano o rural. Los gobernantes están en el deber de buscar el bienestar de sus connacionales estén en su país o en otros países, sea que hayan salido por voluntad propia o por circunstancias adversas que encontraron en sus pueblos.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), manifiesta que en el Ecuador se encuentran “cerca de 8.500 refugiados colombianos y solicitantes de asilo”, -exceptuando los que se encuentran legalmente- sólo en Cuenca viven 4.000 colombianos, hay que señalar que cada mes arriban al Ecuador 600 nuevos refugiados de la hermana República de Colombia, este “problema” debe tener una respuesta planificada de los dos países y para esto precisamente es que deben servir las visitas que efectúan nuestros primeros Mandatarios, esperemos que colateralmente al conflicto armado se haya tocado este tema y pronto hagan un pronunciamiento oficial.

“El terrorismo no paga con buena moneda a los partidos y gobiernos que los pastorean”, frase que resume EL PLAN COLOMBIA, que deja en claro la postura del Gobierno de Alvaro Uribe, postura que tiene su base en los conceptos manejados por Estados Unidos “hay que exterminar al terrorismo mundial”, que pone en un sólo costal a diversos actores y que por lo mismo principalizan la guerra como la solución a los conflictos, y no es que estemos haciendo votos porque la actual situación de Colombia no encuentre solución, sino que necesitamos ir encontrando caminos propios para la solución de nuestras contradicciones, para luego apoyar las iniciativas que nos vienen de afuera.

Entre líneas podemos leer que lo que se quiere es ampliar los niveles de aceptación al Plan Colombia, nos induce a apoyarlo, nos dice que la única salida a la confrontación bélica pasa por declarar la guerra e intervenir violentamente, de no hacerlo se corre el riesgo de que nos paguen “mal”; a propósito no va a las causas que produce esa situación, que son siempre: injusticia, desempleo, pobreza, marginalidad,

Va mucho más allá al señalar que Gutiérrez “ha sido de gran ayuda para nosotros, pues no ha mostrado una posición cómoda”, tremenda insinuación a comprometernos en la lucha armada, ¿qué entiende el Presidente Uribe por posición incómoda?, acaso la posibilidad de mantenernos neutrales frente a una guerra que no lo hemos buscado, peor aún promovido, debemos aclarar que como país hermano debemos agotar las propuestas de una salida pacífica al conflicto, lo otro sería involucrarse en la guerra.

No quiso o por lo menos evitó tocar el tema de las fumigaciones de las plantaciones de coca en la frontera común, esto trajo aparejado la negativa a la propuesta ecuatoriana de considerar las fumigaciones de las plantaciones de coca a una distancia de 10 km. de la línea de la frontera –acuerdo que fuera impulsado por Nina Pacari- solamente se sujetó a señalar que “esa propuesta no existe”, dándonos a entender que no le interesaba lo que estaba pasando en los pueblos fronterizos del Ecuador, que estaban siendo afectados por las fumigaciones tanto en sus cultivos como en su propia salud, pues los pobladores presentan enfermedades a la piel, a las vías respiratorias, entre otras.

En forma liviana señaló que las fumigaciones no han acabado con la riqueza de “peces en el río Putumayo, sino la droga y sus precursores químicos”, más allá de creernos ingenuos, el Presidente Uribe asume una actitud condescendiente frente a un hecho que afecta el ambiente y la biodiversidad de la cuenca hidrográfica del Putumayo, entendiendo la cuenca como el conjunto de seres animales, vegetales y el ser humano; y básicamente las relaciones de equilibrio que deben mantenerse entre estos, para el convivir armónico entre el hombre y la naturaleza.

¿Las Agendas públicas son unas y las privadas son otras? Es la pregunta a resolver, nos queda como recurso metodológico la inducción desde las declaraciones públicas, que aunque parezca no del todo honesto, es una forma de acercarnos a realidades que intencionadas o no, son ocultadas para el común de los mortales.

Esperemos que la visita del Presidente colombiano Alvaro Uribe, haya rebasado las ceremonias y homenajes, y que sea una respuesta efectiva a los problemas que estamos atravesando los dos países.


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