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"El proceso venezolano no les pertenece solo a los venezolanos" No es Chávez, es un pueblo“Tengan plena conciencia hermanos y hermanas de que el proceso que se inicia ahora en el Ecuador va a ser muy difícil, va a ser muy complejo y no le pertenece al Ecuador. También es esperanza para nuestros pueblos y creo que de otras partes del mundo, sobre todo de ese mundo que sufre los rigores de la pobreza y la desigualdad” El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, también honró con su visita a la Asamblea de la CONAIE, efectuada en Quito, el 29 de Noviembre pasado. En su charla con los Pueblos y Nacionalidades el mandatario hizo memoria a los héroes y mártires indígenas de Ecuador y Venezuela, así como de los libertadores del continente. También felicitó al movimiento indígena por su victoria en el campo electoral y llamó a fortalecer la unidad de la alianza. Asimismo, habló de la coyuntura venezolana, del proceso revolucionario que ha emprendido y de la lucha diaria por lograr los cambios en forma pacífica. A continuación, presentamos un resumen de la intervención del líder venezolano. Yo me siento sumamente honrado por este reconocimiento que ustedes me han hecho, por este collar, por esta condecoración que lleva este símbolo de la resistencia: Rumiñahui, ¡viva Rumiñahui! Se me pareció a Guacaipuró, hermano de la misma estirpe de aquellos líderes indígenas que se opusieron y dieron su vida luchando contra la invasión del Imperio Español. Guacaipuró que en aquellas tierras venezolanas del Caribe murió luchando contra los españoles. Les voy a contar una anécdota de cómo murió Guacaipuró: A Guacaipuró lo tenían rodeado los españoles, le quemaron su vivienda, mataron a su mujer, mataron a sus hijas y allí delante de los cadáveres de su mujer y de sus hijas, en medio de las llamas el cacique se para, se pone de pié y les dice -al pelotón español armado hasta los dientes- él sólo con su dignidad, les dijo: ¡vengan españoles ! ¡vengan para que vean cómo muere el último hombre libre de esta Tierra! y murió de pié luchando contra los españoles. Vengo a compartir con ustedes la antorcha de la victoria Me siento honrado por estos símbolos indígenas de unidad, de la resistencia, de la esperanza y este día para mí será inolvidable por muchas razones. Esta reunión con ustedes indígenas luchadores y victoriosos del Ecuador, que vengo a compartir con ustedes la antorcha de la victoria, que ustedes han logrado. Esta reunión es uno de los eventos que nunca olvidaré. En el día de hoy, a finales del mes de noviembre. Esta mañana, a primera hora, fuimos Fidel y yo (...) El ya había ido en otra ocasión, yo era la primera vez en mi vida, primera vez que vengo a Quito, en primer lugar, no había venido a Quito en mis 49 años, imagínense ustedes, por diversas circunstancias había estado por Guayaquil y no había venido a Quito y además, por su puesto, yo no había visitado nunca aquel lugar sagrado, santo, inmenso de la Catedral primada de Quito, donde reposan los restos de uno de los más grandes soldados que esta América ha parido, de uno de los más grandes luchadores por la justicia de este Continente, un hombre al que asesinaron cuando apenas tenía 35 años de edad y a los 35 años de edad ya había sido comandante victorioso en la revolución venezolana. Ya había conocido al lado de Miranda lo que fue la primera república y la guerra contra el Imperio, era casi un niño cuando se fue a la guerra a lado del Generalísimo Francisco de Miranda y luego con Bolívar y luego hacia el Sur. Después de Boyacá y Carabobo se vino hacia el Ecuador, a contribuir con la libertad del Ecuador y luego al Perú y luego se fue a remontar las cumbres del Potosí y más allá para fundar a Bolivia y ser su primer Presidente y fundar la República Boliviana, todo eso en una vida de menos de 35 años, y luego, después de aquellos días de gloria, volver a la Gran Colombia que se despedazaba y luego sentir la traición y luego vivir junto a Bolívar aquellos años terribles del 28, del 29 y del 30, y mirar y sentir en carne propia como las oligarquías del Continente se fueron adueñando de nuestros países para dividirlo y para traicionar las esperanzas, las ilusiones de los pueblos que lucharon contra el imperio y luego asesinado, asesinado porque le habían prohibido entrar en Venezuela. No le permitieron entrar a Venezuela, a él, a uno de sus libertadores y luego desengañado se fue a despedir de Bolívar en Bogotá y no pudo, no lo consiguió, ya Bolívar se había marchado hacia Santa Marta, también defraudado, también engañado, casi lo habían matado en esos días. Lo salvó la Manuela, la quiteña inmortal, la Libertadora del Libertador, y luego desengañado, traicionado, viendo como se derrumbaba el sueño de la unidad de la Gran Colombia, el gran sueño. Para entonces, no le quedó otra que despedirse de Bolívar a través de una carta que parte el alma... ”Adiós mi General, hasta el último segundo de mi vida, mi corazón palpitará con el suyo” . “He arado en el mar, sólo la independencia nos queda después de tanto sacrificio”. Y se vino a Quito, venía a buscar al hogar, la esposa y la niña. Pero la mano larga y traicionera de la oligarquía antibolivariana lo alcanzó en la emboscada de Berruecos y le dio muerte allí. Esta mañana tuve el inmenso honor de orar delante de los restos mortales de Antonio José de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho y soldado Bolivariano de América. Claro a Sucre lo matan porque era General de mayor prestigio y de mayor visión y lo matan por Bolivariano, porque desde entonces comenzó la traición y el antibolivarianismo comenzó a adueñarse del poder en el continente y el sueño de Bolívar, de integrarnos en una gran nación, en una sola gran República. En la convocatoria del Congreso de Panamá se vino abajo y Bolívar dijo, casi muriendo ya, “he arado en el mar, sólo la independencia nos queda después de tanto sacrificio”. Las cartas de Bolívar en sus últimos días que son terribles: “estoy muerto en vida”, escribió a un amigo; “me apuñalan por todas partes como al Cesar”, la traición, la independencia no dio paso a la revolución y el modelo colonialista que fue sembrado en estas tierras a través de la masacre más grande que conozca la historia contra nuestros abuelos aborígenes siguió permaneciendo intacto. Nuevos dueños, pero ahora criollos ya no venidos de otros continentes y hoy hermanos estamos en la misma lucha. Han pasado 200 años de aquellos días de aquellos años gloriosos, de la revolución de independencia que recorrió todo el espinazo de los Andes y recorrió el continente entero llenándolo de sueños y de ilusiones. Han pasado dos siglos pero, aquí estamos nosotros con el mismo reto, porque la situación sigue siendo la misma, no ha cambiado, aquí estamos la mayoría de nosotros, la mayoría de los pueblos, indios, aborígenes, negros, pardos, empobrecidos, excluidos y sobre nosotros, como un mazo gigantesco, impuestos modelos económicos, modelos políticos que desconocen la vida de las mayorías y los derechos humanos, de los niños, de los hombres, de las mujeres. (...) Soy indio y me siento orgulloso de ser indio No tuve yo la dicha de conocer en vida al gran maestro Guayasamín, pero he pasado un rato allí en su casa, allí en la Capilla del Hombre, allí captando sus mensajes y qué pintor... Pintor de nuestra América hay que llamarlo, pintor de los caminos del llanto decía, de los caminos de la ira, pero luego de los caminos de la ternura, porque eso es, nos mueve ternura y amor a la humanidad. Que grande ese mensaje de Guayasamín, lo llevo aquí también en el corazón, pintor de la historia, pintor del pasado, pintor de los dolores del presente, pero pintor de las ternuras también de hoy y de mañana. (...) Anoche a mi llegada, un poco tarde, estaban Leonidas, Salvador, me esperaron allí. Me invitaron a venir a esta asamblea, habíamos quedado en que me iba a dar tiempo, porque la agenda estaba un poco apretada, pero ahí nos arreglamos y me da mucho gusto compartir este rato con ustedes, decirles muchas cosas, en pocas palabras, porque por ahí viene Fidel y ese si habla más y como Fidel no se va hoy, yo tengo que irme hoy, él no, él se va el domingo, es capaz que se queda aquí hasta mañana con ustedes, sin límite de tiempo. Ahora, pienso una cosa, primero los felicito, ustedes saben que soy indio y siempre lo he dicho ... soy indio y me siento orgulloso de ser indio, me hubiese gustado combatir a las órdenes de Guacaipuro, soy indio y soy negro. A veces uso esa frase por allá por Venezuela, nosotros, digo los indios, nosotros los negros, estamos aquí, hemos vuelto a hacernos presente en el tablero, nos quisieron borrar del tablero, queremos a los blancos, no tenemos discriminación a nuestros hermanos los blancos, los amamos igual que a nosotros y a los negros, no tenemos discriminación contra ellos... viva la diversidad y el respeto a los colores, de las opiniones y viva Ecuador unitario, viva la América Latina. Ahora, quiero felicitarlos hermanos, como indio que me siento. Mi abuela se llamaba Rosa Inés, ella era India y hablaba de su madre, que también era India de las Sabanas del Sur de Venezuela. Allí viven los Yarugos, yo soy Yarugo,... eran guerreros, eran batalladores, comían tierra antes de las batallas, porque ellos se alimentaban de la tierra y se alimentaban del espíritu de sus muertos en la batalla, igual que ustedes. Bailaban con la luna, bailaban con las estrellas, parte de la naturaleza, así hemos sido siempre (...). Nadie podrá borrarnos del mapa de este continente Bolívar decía en la carta de Jamaica, recomiendo la lectura de la carta de Jamaica de 1815. Bolívar escribió una carta profética y hoy tiene mucho de vigente esta carta. Bolívar decía: nosotros no somos ni Europeos, ni Asiáticos, ni Africanos, ni Americanos del norte, somos una liga, somos una mezcla, somos una nueva, él decía, somos una nueva raza, en verdad somos una nueva civilización, una civilización que hoy vuelve a hacerse presente en el territorio donde fue sembrada, que hoy vuelve hacerse presente con sus banderas de siempre, con sus sueños de siempre, con sus símbolos de siempre, nadie podrá borrarnos del mapa de este continente, porque este continente es nuestro. La mezcla perfecta, me dijo hace poco una muchacha Cubana, atleta, a la que di un reconocimiento, porque Cuba y Venezuela estamos haciendo muchas cosas juntos y yo aspiro también podamos hacerlas con el Ecuador. Hay un grupo de entrenadores cubanos que están en Venezuela, junto con los nuestros impulsando el deporte en las escuelas, en los pueblos más pobres, en los sitios más pobres, donde no habían canchas deportivas, ni útiles deportivos, ni entrenadores deportivos, ahora han surgido hasta clubes de abuelos haciendo deporte, hasta los abuelos haciendo deporte, todos haciendo deporte. El deporte incorporándose a la educación como materia obligatoria. La educación física y el deporte es básico para la salud, entonces Cuba nos apoya con entrenadores y hace un mes atrás, un grupo de entrenadores se iba a La Habana después de estar más de un año allí en Venezuela, así que yo los estoy despidiendo y dándoles un reconocimiento y viene una cubana atleta, morena y ella me dice: “es que somos la mezcla perfecta, la mezcla perfecta de indio con negro, bueno si no una mezcla, sino la perfecta somos una mezcla, una mezcla tiene fuelle propio, fuerza, coraje y aquí se está haciendo presente”. Yo he estado siguiendo muy de cerca, desde las costas del Caribe la gran batalla que ustedes han venido dando desde hace años. Yo estaba en prisión cuando allá llegó algún mensajero de aquí del Ecuador, a llevar un gesto de solidaridad, una carta y algunos libros y era un Dirigente Indígena y luego lo que ocurrió en los últimos años. Y luego, esta fulgurante sorpresiva y colosal campaña electoral que ha concluido con una histórica victoria para el Pueblo del Ecuador, en el cual la CONAIE, los indios del Ecuador, han jugado sin duda alguna un papel fundamental. “El veneno de las serpientes no alcanza al vuelo de los halcones ni de la águilas” Bien, ese apoyo que le han dado a Lucio Gutiérrez, Presidente electo del Ecuador, a quien dejo un saludo con mucho respeto, con mucho afecto. Yo en verdad nunca he hablado con Lucio, ni siquiera por teléfono. Han habido muchas especulaciones de que yo le mandaba armas a Lucio, de que estábamos formando la guerrilla suramericana (...) Una vez también dijeron que yo estaba al mando de la guerrilla colombiana, armando una guerrilla en Bolivia. Una tarea de cosas que tratan de destruirme, tergiversar lo que hacemos. También han tratado de presentarme al mundo como un tirano, como un fascista, como un extremista, como un loco, no les hago caso, ya más bien me río. Yo he dicho, tomando viejas consignas muy sabias: “el veneno de las serpientes no alcanza al vuelo de los halcones ni de la águilas” y nosotros tenemos que volar como los halcones, como las águilas, allá las serpientes con su carga venenosa. Pues bien, yo no he hablado nunca con Lucio, le he dejado mis saludos, me hubiese gustado despedirme de él, pero está fuera del país, tiene el compromiso de una agenda que yo conozco, yo pasé también por esa etapa de Presidente electo. Mis salidas eran difíciles para armar gobierno, las diversas corrientes, las alianzas, se requiere mucha paciencia, se requiere mucha prudencia. (...) Así que en esa alianza que ustedes han logrado conformar, está la explicación de la victoria, Bolívar en eso nunca se cansó de llamar a la unidad, nunca, estaba muriendo y aún dijo en Santa Marta, en su última proclama. La última proclama de Bolívar es una cosa hermosa, Bolívar era un poeta además, sino hubiese sido guerrero hubiese sido uno de los más grandes poetas de nuestra historia y escritor (...). Para entender a Bolívar hay que pensarlo entre cañones, entre pólvora, entre rayos y centellas. La unidad, hermanos, la unidad cuídenla por encima de todo, por encima de todo cuiden la unidad. (...) No en esa unidad de los robots, que nos quieren imponer el pensamiento único. No. Viva el pensamiento diverso, vivan las diferencias, que vivan las diferencias, pero allí está la sabiduría de nosotros los revolucionarios, de aceptar al otro, de aceptar la otra, de aceptar la diferencia para entender que la unidad es vital. Bolívar muriéndose en Santa Martha, muriéndose traicionado y casi solitario escribió una última proclama diciendo (...) “Mis últimos votos son por la felicidad de la patria, si mi muerte contribuye para que se consolide la unión yo bajaré tranquilo a mi sepulcro”. Y mucho antes había dicho: “unámonos o la anarquía nos devorará”. En otra escribió a sus generales, a su tropa y a su pueblo: “sólo la unión nos falta para completar la obra de nuestra regeneración”. “Chávez, no te dejes”... Así que esa unión que ustedes han logrado, que no sea una unión práctica solamente para las elecciones. Miren, nosotros allá hemos cometido errores y en alguna ocasiones no hemos sido, no fuimos capaces de conservar o de consolidar esa unión y algunos grupos que se sumaron a la campaña electoral, por razones meramente electorales o a veces coyunturales se separaron y las consecuencias están a la vista, porque la división trae como consecuencia inevitable la debilidad y la unión trae como consecuencia inevitable fuerza, la fortaleza, así que cuiden la unión hermanos como la vida misma, como la vida misma. Así como a mí me dicen en muchos países de América: Chávez y me lo han repetido un millón de veces, y yo he respondido no sé cuantas veces. Yo he recibido muchos mensajes del Pueblo ecuatoriano y saben un mensaje que me llegó de muchachos, de jóvenes, de ancianos, de niños incluso, “Chávez, no te dejes”, por todos lados, “Chávez, no te dejes”... Y no me voy a dejar, y más de una persona me dijo: Chávez no te dejes y sabes por qué, no solo por ti, por tu pueblo, sino también porque el proceso venezolano no les pertenece solo a los venezolanos. No. También es de los ecuatorianos, igual pasa ahora con ustedes, tengan plena conciencia hermanos y hermanas de que el proceso que se inicia ahora en el Ecuador va a ser muy difícil, va a ser muy complejo y no le pertenece al Ecuador. También es esperanza para nuestros pueblos y creo que de otras partes del mundo, sobre todo de ese mundo que sufre los rigores de la pobreza y la desigualdad, los pueblos del Africa, los pueblos del Asia, nuestros hermanos de esa cuarta, quinta parte del mundo que pasan hambre, miseria, producto de la explotación del hombre. Como decía Guayasamín: producto del mal que unos hombres les hacen a otros. Así que es un comentario que me permito hacerlo en esta Asamblea de ustedes, donde yo sé, están deliberando sobre gobernabilidad, sobre gobierno, sobre la participación de ustedes como CONAIE como PACHAKUTIK en el nuevo gobierno que se instalará a partir del 15 de enero. La lucha es compartida Yo aspiro a venir de nuevo ese día aquí, al Ecuador. No me importa que me tengan amenazado casi todos los días con paros, con golpes, con huelgas. No me importa, porque la lucha es compartida, trataré de venir, trataré lo humanamente posible para venir. Ese día arranca el proceso aquí. Repito hermanos va a ser muy difícil, va a ser muy complejo. Y en Brasil también va a comenzar un proceso a partir del 1ero de enero. Son procesos que van a ir irradiándose en 360 grados, porque es una nueva era la que se levanta, no es cuestión de un hombre, no es Chávez, ni Lula, ni Lucio, no, son los pueblos, nosotros, los seres individuales lo que hacemos es interpretar o no interpretar las decisiones de los pueblos. La conspiración en Venezuela, la contrarevolución en Venezuela no la entendemos y eso lo digo a veces, incluso ustedes no entienden que no soy yo, no es Chávez, si fuera un hombre las cosas fueran muy vulnerables. Y está probado, a mí me detuvieron, estuve en prisión, en abril me tuvieron a una hija secuestrada, pero no pudieron. El pueblo se volcó a las calles por el coronel, rodearon cuarteles, tomaron aeropuertos, autopistas, calles, campos. Los campesinos salieron con sus tractores, los muchachos salieron de las universidades y barrieron sin disparar un tiro a la tiranía, en menos de 48 horas, prácticamente en 24 horas, entonces un pueblo no es un hombre, es un pueblo y así pasa aquí. Aquí también estoy seguro de que no es Lucio, es un pueblo. Lucio ha interpretado a un Pueblo y estoy seguro de que lo seguirá interpretando, es un hermano mío, además de las Fuerzas Armadas. Aún cuando no lo conozco me identifico con él, porque lo siento como uno de los oficiales patriotas de este continente, representante de los militares patriotas, que seguimos la huella de Bolívar, de Sucre, de San Martín, de Artígas, de los que le dieron rostro y cuerpo a nuestras repúblicas. Ese producto interno es muy bruto Hace unos días atrás, estábamos en República Dominicana y oíamos la reflexión de un presidente que yo estimo mucho de un hombre muy preparado, capacitado, estudioso, Fernando Enrique Cardoso, quien el 1º de enero entregará la presidencia del Brasil a nuestro gran amigo Lula da Silva. Decía Cardoso, hace unos días atrás, que el gobernó al Brasil 8 años y el Brasil en esos 8 años nunca dejó de crecer según las normas para la medición económica internacional que nos han impuesto y que se han tomado como las normas en el mundo: el Producto Interno Bruto y todo esto, alguien decía que ese producto interno es muy bruto, porque ya no hay inteligentes, que verdaderamente es bruto el producto y a veces uno piensa que sí, pero no se trata del producto interno bruto, porque sea bruto o porque sea inteligente, sino que se trata de una realidad mucho más aplastante. Cardoso decía: Brasil en 8 años no dejó de crecer ni un solo año económicamente, el año en que menos creció, creció 3% del producto interno bruto y el que más creció llegó a casi 8 % y hay que tomar en cuenta que estamos hablando de la décima economía del mundo, es un gigante. El crecimiento de Brasil no es un crecimiento cualquiera, es una de las grandes economías del mundo y sin embargo, agregó Cardoso a pesar de que en esos 8 años Brasil no dejó de crecer ni un solo año la pobreza nunca dejó de crecer. ¿Cómo se explica esto, que crezca la economía, pero la pobreza también crece a la par? La explicación sabemos, cuál es el modelo de la desigualdad, el mismo modelo explotador y colonialista que nos trajeron a punta de plomo, sangre y armas los españoles hace 510 años como ustedes lo decían, modelo de explotación, modelo de privilegios. La América Latina es el Continente más desigual del planeta, de eso se ha hablado muchísimo, pero poco se ha hecho para acabar el modelo. Ahora entonces, allí está la razón, nosotros no hacemos nada con abrir nuestros países a las inversiones internacionales, eso es falso, eso no es suficiente, nosotros no hacemos nada con abrirnos al neoliberalismo, con el cuento de las inversiones, con el cuento de las privatizaciones, mentira, ese camino. Alguien me preguntó una vez, un periodista ¿usted cree que ese es el camino al neoliberalismo? Yo le dije y lo sorprendí: Sí, ese es el camino, ¿si? ¿Usted cree? Yo le dije: Sí, al infierno, el camino al infierno, es el camino al infierno. El que quiera verle los cachos a Mandinga váyase por el camino del Neoliberalismo y va directo sin escala al quinto infierno. Privatizaron hasta el gato los Argentinos Sí, en verdad lo decimos así, nos reímos, pero es una cosa bastante seria. Ahora vengo diciendo que el modelo salvaje neoliberal, que se nos ha impuesto, lo que ha generado es más desigualdad, más hambre, más miseria, más niños desnutridos. Ejemplos quiere el mundo ver y lo digo con mucho dolor, porque amo a la Argentina igual como amo al Ecuador, pero vean a la Argentina, a la Argentina le explicaron la fórmula pura, completa hasta los últimos detalles y lo vendían eso como el modelo. Ahí va Argentina, ese es el modelo a seguir, privatizaciones, endeudamiento externo, flexibilización laboral. Privatizaron hasta el gato los Argentinos y como dijo el Presidente Duhalde hace poco, cuando recibió al gobierno de transición: “ahora Argentina está fundida”. Y está, cuanto costará, cuantos años le costará a la Argentina y con la ayuda de nosotros, porque es una Nación hermana, no podemos dejar sola a la Argentina, cuantos años pasarán, para que Argentina vuelva a retomar la senda del desarrollo, del crecimiento. Pero allí está Argentina, en el suelo, quebrada, es uno de los grandes países del Continente, la Argentina. Nosotros estamos obligados a cambiar el modelo, el modelo político. En Venezuela lo estamos cambiando, yo respeto mucho al Ecuador y no quiero meterme en las cosas internas del Ecuador. Hablo por mi país, ustedes sabrán lo que tienen que hacer, claro que estaremos siempre pendientes de ustedes y de compartir experiencias. Los errores que hemos cometido están a la orden, para que ustedes no los cometan y si alguna virtud tenemos también están a la orden para evaluarlas y a ver si de algo les sirve a los ecuatorianos ahora cuando comienza aquí un proceso nuevo, una era nueva. Estamos obligados a cambiar el modelo El modelo hay que cambiarlo, si no cambiamos el modelo, ni que crezcamos a través del producto interno inteligente, lo que crezcamos es mentira si no cambiamos el modelo o los modelos económicos y los modelos políticos también, porque hay una relación directa, no se puede separar lo económico de lo político y de lo social y eso se llama revolución. Desde mi punto de vista político eso se llama revolución, a algunos esa palabra les da miedo. Cuidado que suena muy duro, pero esa es la palabra, no hay otra que grafique mejor. Bolívar era un revolucionario y planteaba precisamente: Tierra para los Indios, Tierra para los campesinos, Tierra para los pobres y por eso fue que lo traicionaron y por eso fue que a Sucre lo mataron también las oligarquías. En Venezuela estamos comenzando un proceso para transformar un sistema, que tiene ya más de tres siglos impuesto en nuestra Tierra, cosa difícil. Lo primero que uno tiene que pensar es internalizar que estamos intentando, lo que muchos creen imposible, muchos creen que es imposible, hay amigos, amigos nuestros incluso, venezolanos que son amigos, pero que no les gusta la política, que en ocasiones me han dicho: Chávez no trates lo imposible. Yo les digo no, no es imposible, no se trata de la utopía, se trata de luchar hoy con inteligencia, con mente, con espíritu, como dice Fidel: en una estrategia perfecta o como decía Bolívar: con una estrategia casi divina, en una carta que le mandaba Bolívar al General Sucre para libertar al Ecuador y al Perú. Usted debe utilizar una estrategia de ejecución divina, porque era tan difícil aquello que había que llegar a tocar o rozar casi lo divino y si ellos lo hicieron, porque nosotros no podemos hacerlo y profundizarlo, además como ellos lo hicieron, sembrarnos en una nueva realidad. En Venezuela estamos apenas comenzando, ahora como ustedes lo han visto se han desatado todas las serpientes, claro y entonces allí está digo yo, el más grande dilema que tenemos los líderes y los pueblos hoy en este Continente, cómo cambiar el modelo pacíficamente, ¿por qué? Porque hablo por Venezuela. Las oligarquías, los que han dominado el poder político durante 100 años pónganle, los que han dominado la economía, el gran capital, los grandes latifundistas que han vivido al amparo de un estado corrupto y perverso, que nunca defendió al pueblo sino que defendió a los privilegiados, ellos hablan de democracia. Solo cuando la democracia les conviene o cuando se aplica una democracia, según sus criterios, una democracia como la que había en Venezuela, donde estaban las mayorías excluidas, la democracia para unas minorías, pero una democracia cuyos presidentes aplicaban un lema famoso en Venezuela: “disparen primero y averigüen después”. Donde los pueblos eran maltratados, masacrados, los dirigentes eran desaparecidos, a esa democracia, esa democracia es la que le conviene a las élites, la democracia que les permite a ellos todo y le prohíbe al pueblo todo. Democracias falsas, de dominación, como la que hubo en Venezuela casi durante el último medio siglo, pero cuando llega la democracia a un pueblo pacíficamente por elecciones y elige u opta por un proyecto distinto y cuando el líder de ese proyecto llega al gobierno y no traiciona a su pueblo, porque hay muchos que han traicionado a los pueblos. ¿Qué pasó conmigo?. Entre otras cosas, las oligarquías venezolanas trataron amansarme dicen ellos, como no pudieron evitar nuestro triunfo, entonces quisieron aplicar aquel viejo dicho que dice: si no puedes con el enemigo únete a él, entonces me rodearon. El primer año de gobierno trataron de rodearme o de pasarme la mano por aquí, como se dice, subirse al hombro, ya yo no era tan indio para algunos de ellos, ya empezaron a verme hasta bonito. Si una vez, en un programa de televisión a mí me dio hasta vergüenza, porque en el programa de televisión manejado por estos sectores dominantes, que hoy es una serpiente contra mí, pero en ese momento estaban tratando de tomarme, entonces yo recuerdo que el animador de ese programa, yo estoy en el espacio, allí entonces se consiguieron no sé de donde la única fotografía que existe de este hermano de ustedes cuando era niño, la única fotografía yo tenía como dos años yo no sé como consiguieron de los baúles de la abuela allá fue una mano y apareció esa foto y entonces comenzaron a evaluar la foto, que bonito era el Presidente cuando era niño. “Samuro cuidando carne” Es decir, la oligarquía trata de rodearte como las boas, una serpiente grandísima, la boa, la traga venado le llamamos allá. Ella lanza un veneno y te emboba y después viene y te traga. A mí me trataron de hacer eso y saben qué me estaban pidiendo. Yo era presidente electo y entonces, bueno, muchas llamadas y compromisos y agenda y asesores a la orden. Recuerdo una noche en una cena, llega alguien dice: “Presidente mire, aquí está esta lista”, tremendo Ministro de Finanzas será este señor. Los Ministros de Finanzas quien los puso en Venezuela, siempre la oligarquía, banqueros, ministros de finanzas. Samuro cuidando carne, dicho popular venezolano, como que tu pongas a un samuro cuidando carne, como dicen aquí: lobo cuidando borrego. Querían que los bancos del Estado, Presidente mire que bueno que usted nombre a esta persona, tremendo gerente, para presidir el Banco Industrial de Venezuela, un gran banco del estado, para dar créditos y que ellos lo manejaron durante toda la vida o para manejar el Ministerio de Infraestructura, donde están los grandes contratos de construcción y de obra pública, los grandes presupuestos y yo por supuesto les dije no. No, pues conmigo se equivocaron. No acepté, por supuesto ninguna recomendación, ni una sola, en función a mis criterios y al equipo de trabajo y a quienes me acompañaron durante mucho tiempo. Hice los nombramientos, cometí algunos errores, pero en fin, sin compromiso alguno. Como la oligarquía se dio cuenta que “el bicho”, así me llaman: el bicho, el bicho no es fácil de domar, entonces hay que matar al bicho y eso es lo que están tratando de hacer, pero ellos son muy hábiles. Ya en Venezuela ha ocurrido a lo largo de la historia, bueno con Páez, José Antonio Páez, gran guerrero venezolano y compañero de Bolívar, un hombre que nació muy pobre, pata en el suelo, Bolívar lo ascendió a General en jefe, fue un gran guerrero en verdad, sin embargo fue Páez el que prohibió la entrada de Sucre a la ciudad, siendo compañeros de lucha y el que avaló la expulsión, porque a Bolívar lo expulsaron y Páez avaló la expulsión de Bolívar, El Libertador, pero terminó en la oligarquía. La oligarquía lo enseñó a tocar piano y a bailar vals, sí y terminó y murió anciano en Nueva York. Aprendió a hablar inglés y murió rico en Nueva York. Venimos con las banderas nuevas Vean ustedes, la historia. En cambio Bolívar nació rico y murió casi desnudo en Santa Martha, solitario y traicionado. Ahora las oligarquías son muy hábiles para rodear, para tratar de avanzar a los bichos inocentes, a los que venimos con las banderas nuevas, si no logran amansarnos nos convertimos en blanco perfecto de sus planes asesinos. En Venezuela llegó a decir un vocero de esa oligarquía fiera e irracional que se ha desatado, que preferían, así lo dijo, óiganme, un ser humano nacido en Venezuela, que diga esto que yo voy a decir aquí: “prefiero un general de un ejército invasor de presidente de Venezuela que a Hugo Chávez”. Imagínense ustedes la locura de esa oligarquía, han tratado de matarme. Hace poco desbaratamos un nuevo plan, un cohete que iba a lanzarle al avión, a mi avión, al momento del aterrizaje. Tenían un plan para lanzarle al avión, francotiradores, todo lo que pasó en abril, el golpe de estado. Ponen en marcha las maquinarias del dinero sin conciencia, mueven todo su poder mediático de chantaje y de presión buscan apoyos internacionales para derrocar a un gobierno legítimo, que ganó las elecciones y después de un año ganó otras y hemos hecho ocho elecciones en Venezuela. Estas reflexiones para indicarles que no es nada fácil. Yo le pido a Dios que ilumine los caminos del Ecuador, de Lucio el Presidente, de todo el equipo, que él decida y ustedes decidan en colectivo y soberanamente conformar como equipo de Gobierno y ustedes no bajen la guardia, yo sé que no lo abandonarán. Los medios de comunicación no pueden ser utilizados para la mentira Más temprano que tarde comenzarán a surgir intentos por desviar proyectos o por quebrar proyectos o por quebrar voluntades o por manipular la mente de mucha gente, como en Venezuela ha ocurrido. Una campaña salvaje, de la cuál han sido víctimas muchos venezolanos, sobre todo las clases medias altas y clases altas. Han envenenado, ellos no saben por qué muchos de ellos, lo único que no pueden oír es el nombre de Chávez, es un odio que se lo inyectaron como veneno, a través de qué, de la prohibición, de la campaña mediática. Ese es un tema importantísimo de tocar, en el tema de hoy, amigos periodistas que están presentes y amigos de los medios de comunicación, los medios de comunicación no pueden ser utilizados para la mentira, no, no pueden ser utilizados para la mentira, no pueden ser utilizados para la perversión, todo periodista o todo dueño de un medio debe tener un código de ética, de conducta. Decía Bolívar: la imprenta es la artillería del pensamiento. Cuan importantes son los medios de comunicación para una sociedad, para una cultura, para la igualdad, para la paz, pero unos medios de comunicación como los venezolanos, que lo que transmiten es propaganda de guerra, de terror, de dirigir al odio, a la división, lo que están haciendo es envenenar. Uno de los más grandes problemas que hoy tenemos en Venezuela, sin embargo cargamos con ellos también, cargamos con ellos y contamos con un pueblo consciente. Después del golpe han comenzado a levantarse movimientos sociales, de estudiantes, de indígenas, de clase media, campesinos, ganaderos. Ayer estuvimos en San Fernando de Apure, Ciudad de los Llanos de Venezuela, al sur, frontera con Colombia y me quedé impresionado, estaba todo el Pueblo en la calle con una pasión, una emoción, los indios, los campesinos, los ganaderos, los estudiantes, los jóvenes. Es un pueblo que despertó, es un pueblo que tomó conciencia y está dispuesto a defender su revolución pacífica y democrática, pero no deja de ser un gran dilema, ¿cómo hacer una revolución en paz? “O inventamos o erramos” Y en democracia, lo estamos inventando, siguiendo la consigna de aquel Simón Rodríguez, maestro de Bolívar y de todos nosotros que dijo en su momento “o inventamos o erramos “ es decir para no errar. La América Latina vuelve sobre sus pasos, hoy lo hemos sentido aquí en Quito, en las calles y en todas partes, lo siento aquí en esta Asamblea con los Indígenas hermanos. Es un proceso de búsqueda de los caminos, porque toda América Latina perdió el camino, nos perdimos en una sombra negra, el Continente perdió el rumbo. Nosotros estamos llamados a ser uno de los continentes más, como decía Bolívar, que brille más, no sólo por sus riquezas sino por nuestros vínculos. Ese es nuestro destino ahora, cuál es el camino para llegar allá, lo perdimos hace tiempo, hoy lo estamos retomando. Me siento muy feliz hoy y les digo a ustedes, yo me voy hoy mismo del Ecuador, a seguir batallando allá todos los días sin descanso, pero igual todos los días y todas las noches de ahora en adelante estaré pendiente de este nuevo camino, que es una nueva esperanza que comienza en el Ecuador, en esta Tierra Santa, en esta Tierra sagrada que es parte de la misma nación de la que me honro pertenecer y en esta Tierra, en donde permanecerán para siempre los restos de ese grande soldado Bolivariano Mariscal Sucre. Que Dios ilumine a la CONAIE, que Dios ilumine a los indígenas del Ecuador, que Dios ilumine al nuevo gobierno ecuatoriano. Que Dios ilumine el camino de ustedes, que es el mismo camino de Venezuela y es el mismo camino de Bolívar. © Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente |