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Año 2, No. 19, Octubre del 2000 (edición especial) ¿Cómo se forjó la Universidad Intercultural?Luis Macas La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador se gestó en los primeros años de la década de los 80, a partir de la reflexión interna de los pueblos de las nacionalidades indígenas por constituir una unidad nacional y sobre todo para tener una representación y una voz única. La Confederación nace en el 86, después de 6 años de debates. Las discusiones giraban acerca de lo indígena, de las nacionalidades, de la continuidad histórica de los pueblos indígenas, la necesidad del territorio, es decir una serie de conceptos fundamentales en aquella época. Mientras para algunos sociólogos y economistas la década de los 80 fue una década perdida, para nosotros es una década ganada, porque en este tiempo nace con mucha fuerza el movimiento indígena. Los pasos iniciales de la CONAIE fueron más bien de lucha reivindicativa; había movilizaciones en torno a cosas muy puntuales, muy sectoriales. Recordamos por ejemplo en 1988 y 89, se luchaba por un sistema de educación muy diferente al tradicional. Con el transcurrir del tiempo, mientras avanzamos hacia la unidad de los diferentes pueblos, los planteamientos indígenas han cambiado. En el 90 por ejemplo surge con mucha fuerza el levantamiento indígena. Una de las cosas que logró el movimiento indígena fue el reconocimiento de que el Ecuador no está habitado solamente por blancos como se había dicho, el resto no existía simplemente, o no contaba para nada. El movimiento indígena del 90 cambió toda la correlación social que había en el país, se impulsó el reconocimiento de la identidad de los diferentes grupos sociales, los mestizos, los indios, los negros. Este proceso avanza en 1994; los indígenas desde nuestro espacio, desde la lucha social estuvimos prácticamente legislando ya, planteamos por ejemplo la reestructuración de la tenencia de tierras en el Ecuador, hicimos propuestas sobre el uso de los recursos naturales, como por ejemplo el agua que se iba a privatizar. En 1995 el movimiento indígena decide entrar en la palestra política y a finales del 95 se crea el Movimiento Pachakutik, no con objetivos de captar una autoridad municipal, una autoridad provincial o una autoridad nacional; nace como una propuesta de cambio, una propuesta de reestructuración del Estado, convocando a diferentes sectores sociales, políticos, etc. El espectro y el espacio indígenas se expanden mucho más hacia otros sectores con esta convocatoria; dentro del Pachakutik no estamos solo los indios, están los trabajadores, los sindicatos, están los colegios de profesionales, abogados, médicos, etc., están los organismos no gubernamentales que trabajan más en acciones concretas de las comunidades, están los ecologistas, un frente político de mujeres indígenas y no indígenas, participamos todos. En 1996 cuando, junto con 5 compañeros llegamos al Congreso Nacional y también obtuvimos varias alcaldías, concejalías municipales y consejerías provinciales, nos dimos cuenta de que faltaba un componente fundamental localizado en las áreas técnica y científica. Al comienzo pensamos hacer una serie de escuelas de capacitación para jóvenes, para dirigentes, para compañeros y compañeras, pero esos cursos no tenían sustento, era necesario realmente lograr toda una formación política y técnica. Al interior del Congreso Nacional reflexionamos sobre la creación de la Universidad, que era un viejo sueño de la CONAIE desde que en 1989 se institucionalizó la educación intercultural bilingüe. En esa propuesta se expresaron las primeras ideas sobre la Universidad Indígena. En 1996 empezamos a reflexionar sobre esta institución como una universidad alternativa y en 1998 presentamos el proyecto al Congreso Nacional. Como no encontramos apoyo político en esta instancia, pusimos en consideración de todas las organizaciones el producto de la reflexión y ellas sugirieron buscar otra estrategia para poder salir con la Universidad. Nos ha costado mucho tiempo, el esfuerzo de varias personas, hombres y mujeres indígenas y también no indígenas. En este equipo de creación de la Universidad estamos indígenas y no indígenas, porque proclamamos la interculturalidad. Siempre pensamos en una universidad diferente a las demás, respaldada por el Convenio 169 de la OIT sobre los pueblos indígenas y con el apoyo de universidades del exterior. Para la definición de las áreas de estudio, sondeamos el interés y la demanda de nuestra gente y resolvimos trabajar sobre Pedagogía, técnicas de producción, más concretamente Agroecología, y Derecho Indígena, porque la administración de justicia que viene con los conquistadores no funciona, sirve para mantener la impunidad y la corrupción. Hemos reflexionado sobre la administración de justicia que practicaron nuestros antepasados, este derecho tiene que ser respetado, y que no lo llamen derecho consuetudinario. Nuestra propuesta de universidad propone establecer una diferencia con respecto a otras universidades, tanto en los contenidos como en la metodología de estudios. En el caso de Pedagogía, hay una necesidad apremiante de formar un nuevo equipo profesional ya que hay alrededor de 2 800 escuelas dirigidas por compañeros indígenas, hombres y mujeres en el programa de Educación Intercultural Bilingüe. Lo que se necesita es una escuela distinta, donde fundamentalmente se cuente con la participación de la comunidad, una pedagogía que practicaron nuestros viejos. El eje central de un proceso social es la comuna o son los "ayllus", como lo llamamos en Bolivia, en Perú y aquí; es una institución originaria y reconocida. En lo que tiene que ver con Agroecología, es importante que estas regiones dejen de ser el gran depósito de basura y el mercado idóneo para los agroquímicos que prácticamente han inundado nuestras tierras, inclusive en la Amazonía donde ni siquiera son necesarios; sin embargo nuestra gente ya los siente como una necesidad. Hay que revitalizar lo nuestro, como nuestros padres cultivaron los productos de la tierra, como los tubérculos, pensemos cuántas clases de papa hubo aquí en América. Esa sabiduría se está perdiendo con la famosa ingeniería genética, que pretende producir la papa más bonita, más blanca. En cuanto a la modalidad de la universidad, no es que tenemos un edificio enorme, grande para que la gente venga acá, a Quito, a Guayaquil o a Cuenca. En un estudio se concluyó que el 0,05% de estudiantes universitarios del país son indígenas; la cifra es insignificante, aunque indica un esfuerzo propio de la gente que viene a la ciudad, pero estudia y muchas veces se queda aquí, en la ciudad. En cambio, nuestro lema y nuestra práctica va a ser la universidad hacia el campo y no la comunidad hacia la universidad; vamos a trabajar con el sistema de universidad abierta y sobre todo con el sistema de universidad a distancia; vamos a hacer una serie de talleres tanto con la ayuda de gente de fuera como de nuestro país. Los conocimientos que la humanidad ha producido hasta este momento no son patrimonio de nadie, no es ni de Occidente, ni de Oriente, es un patrimonio humano y creo que los pueblos indígenas tenemos el absoluto derecho de aprovechar lo que la humanidad ha hecho hasta el presente. Nuestros viejos ya lo hicieron, no es una cosa nueva, los elementos nuevos que tenemos en nosotros cuando son válidos, han sido incorporados. La Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas está coordinando algunas iniciativas que existen en el Perú y en Bolivia, donde está la denominada Red Tinku; ellos tienen ya una experiencia con universidades de Dinamarca, Finlandia y Suecia. Hemos llevado a cabo algunos talleres sobre la creación de la Universidad, también en el sentido de unificar estas iniciativas, sobre todo pensando en el gran pueblo quechua o quichua, que está en Bolivia, parte de Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Colombia. La resolución de crear una entidad científica, académica como una universidad, fue tomada en una reunión en el Cuzco en octubre del año anterior, precisamente, como una necesidad del pueblo quechua, en la perspectiva de la construcción de la gran Confederación Quechua en todos estos países. Otra diferencia de nuestra propuesta es que no tenemos en la mano bibliotecas sobre nuestros conocimientos, sobre nuestros valores, por lo tanto las asignaturas están basadas fundamentalmente en la investigación. Ahora las universidades parecen cosas muertas, no son cosas vivas, no hay una alimentación de la ciencia, de la actualización de la ciencia, porque la ciencia no es algo que se desarrolló hace siglos y que sigue siendo exactamente igual, la ciencia tiene que estar al servicio de la humanidad, al servicio de un proceso concreto, real. En ese sentido, vamos llevar adelante nuestro proceso con mucha rigurosidad porque queremos que la gente confíe en esta universidad; no vamos a aceptar la mala calidad como se da en muchas universidades porque la nuestra es el producto de una presión social, sobre la justicia, sobre la sobrevivencia, la producción, en el afán de rescatar y desarrollar algo nuestro y algo que no afecte a la madre naturaleza. |