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Boletin ICCI ARY-Rimay
Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 7, No. 73, Abril del 2004

Editorial

Los forajidos y la caída de Gutiérrez


Toda forma de expresión sea esta económica, política, social o cualquier manifestación de la naturaleza están sujetas a las leyes de la dialéctica. Nada está dado por el cielo, ni nada está hecho por los dioses. Todo tiene su causa y en consecuencia su efecto.

El aparecimiento de “Los Forajidos y la caída de Gutiérrez” tiene como causa antecedentes y hechos políticos: el haber traicionado a una agenda de cambio, esperanza de millones de ecuatorianos; el servilismo de Gutiérrez a los EE.UU. al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial; el interés de firmar un TLC a espaldas del pueblo ecuatoriano; la participación directa en el Plan Colombia; la estrategia de Gutiérrez de dividir al movimiento indígena ecuatoriano a través de políticas asistencialistas y a costa de lo que sea; la falta de sensibilidad social al dejar morir a una veintena de jubilados en una lucha por la existencia; el invisibilizar la actitud digna del Pueblo de Sarayaku en su lucha contra las petroleras; la pobreza y la miseria en el país que supera el 80%; una Ley TOPO atentatoria a los derechos fundamentales del pueblo; el atraso y la dependencia se imponen como realidades resultantes de la aplicación de un modelo económico neoliberal que no es la panacea, más, es la muerte lenta de millones e ecuatorianos y latinoamericanos.

Gutiérrez deslegitimado por el pueblo ecuatoriano por sus traiciones y mentiras, por ser un gobierno incapaz, corrupto, nepotista y dictócrata fue preparando su caída cuando un 8 de diciembre del 2004 a pretexto de despolitizar la Corte de Justicia y los Tribunales electoral y Constitucional, en manos del PSC y la ID (partidos deslegitimados y oligárquicos), ayudó a conformar una mayoría parlamentaria gobiernista y nombró una Corte Suprema de Justicia respaldada por una fuerza de choque en las calles (Cero Corrupción). El Pichi Castro, Presidente de la Corte apoyado por jueces identificados con el PRE anularan los procesos judiciales seguidos a tres delincuentes de “cuello blanco” quienes malgastaron y se robaron los dineros del erario nacional, Dahik con los gastos reservados por 4 millones de dólares: el atraco de la mochila escolar y los 3,5 millones de dólares de gastos reservados que Abdalá Bucaram sacó en 11 costales cuando huía del palacio de Gobierno apoyado por su edecán (Lucio Gutiérrez); la nefasta negociación de la Deuda Externa para el país por parte de Gustavo Noboa.

La visita a Panamá por parte de Gutiérrez a pactar con Bucaram, su retorno fue la chispa que comenzó a incendiar la pradera. Por consiguiente el retorno de Dahik, Bucaram y Noboa, estremeció la conciencia de los ecuatorianos fundamentalmente de los quiteños y comenzaron las protestas en las calles. Ahí estaban importantes sectores sociales en pie de lucha, la misma que fue minimizada por el gobierno de Gutiérrez. En esta coyuntura abrileña contra Gutiérrez y ante el débil paro provincial convocado por la Asamblea de Quito y a partir de iniciativas ciudadanas que se expresan y autoconvocan a través de Radio La Luna que ya venía bregando contra el dictócrata; surge la propuesta de realizar el cacerolazo, idea que se extiende por todo Quito, se realizan marchas diurnas y nocturnas y nacen nuevas formas de expresión ante el descontento: el reventón, el tablazo, el rollazo, etc. Ante la debilidad del paro provincial dirigida por la Asamblea Provincial de Pichincha, se dio una actitud triunfalista por parte del régimen dictatorial; pero el llamado del periodista Paco Velasco a través de Radio La Luna de continuar las marchas hace que los manifestantes la noche del jueves 14 de abril fueran a pitar y gritar su descontento frente a la casa de Gutiérrez. El viernes 15 de abril Gutiérrez calificó de “FORAJIDOS” a los miles de manifestantes que se expresaron frente a su domicilio. A partir de ahí la población se adueña del adjetivo FORAJIDOS y con dos consignas centrales “Fuera Lucio” y “Que se vayan todos”, el movimiento cobra mas fuerza, esto le inquieta al presidente y redobla las medidas de seguridad del Palacio de Gobierno y comete la torpeza de lanzar el decreto de Estado de Emergencia “Estado de sitio”, y el montaje de un aparato de represión increíble, el resultado es la desobediencia civil al dictócrata acompañada de grandes marchas que son reprimidas por la policía, la rebelión de los FORAJIDOS crecía en coraje y dignidad; y como para paliar y detener la indignación del pueblo de Quito, Gutiérrez en su desesperación actúa torpemente y con poderes dictatoriales resuelve cesar a la Corte de Justicia que él mismo lo conformó y le conminaba a Bucaram en aras de la paz social que abandone el país inmediatamente. El ejército se niega a salir a las calles de Quito a reprimir a los alzados. Gutiérrez daba las últimas patadas de ahogado por la presión popular a que renuncie. En Cuenca, Riobamba, Ibarra, Loja, seguían el ejemplo de Quito y la lucha contra Gutiérrez crecía.

El 19 de Abril en Quito en una marcha multitudinaria que fue reprimida brutalmente por la policía murió Julio García, Fotógrafo Chileno y activista social, cientos de personas fueron heridas y asfixiadas. Al amanecer del 20 de abril el pueblo de Quito no permitió que gente contratada por Gutiérrez y traída de diferentes provincias cumpla el propósito de disolver las marchas y manifestaciones y sembrar el pánico y el caos en la capital.

La visita de la Embajadora de los EE.UU. Cristie Kenney al palacio de gobierno precipitó aún más la caída de Gutiérrez. Grandes manifestaciones de estudiantes, empleados, trabajadores y pueblo en general asediaban por tomarse la plaza grande, el palacio de gobierno era un fortín militar-policial. Los acontecimientos son vertiginosos: renuncia el Jefe de la Policía, Jorge Poveda, mientras que más tarde el Jefe del Comando Conjunto, Víctor Hugo Rosero anunciaba al país que los militares retiraban el apoyo a Gutiérrez; éste que no quiso morir en el intento huyó cual rata cuando el barco naufragaba. Por tercera ocasión el pueblo de Quito votaba a otro Presidente. El mismo día y en medio de la turbulencia social Alfredo Palacio asumía la Presidencia de la República y asegurando refundar la Patria.

¿QUIENES SON LOS FORAJIDOS?

Son miles de ecuatorianos que a través de Radio La Luna y su director Paco Velasco se aglutinaron en este escenario de confrontación social contra el gobierno traidor y corrupto de Gutiérrez. Emergen espontáneamente como un movimiento social llamado “Los Forajidos” que representadas en las capas medias y altas de la ciudadanía de Quito, asqueados por ver tanta corrupción en todos los poderes del Estado, asumiendo el adjetivo de Forajidos y con dos consignas de “Lucio Fuera” y “Que se vayan todos” expresaban también su total rechazo a los partidos políticos de la oligarquía ecuatoriana que han detentado el poder económico y político hasta nuestros días y que son los responsables de la actual crisis.

Con el grito “Que se vayan todos” los forajidos cuestionaron las conductas y políticas oportunistas de los movimientos y partidos de izquierda fundamentalmente en el gobierno de Gutiérrez.

Los Forajidos deslegitimaron a los tres poderes del Estado por sus prácticas mafiosas de reparto de la función judicial, organismos de control, rechazo a todo el congreso por el reparto de la troncha. Exige la restauración de los mismos a partir de asambleas populares, demanda al sistema una reforma sustancial y un cambio generacional. Los forajidos sociales es una respuesta de los ecuatorianos decepcionados de sus líderes, frustrados frente a imponentes realidades como la pobreza y miseria, la dependencia y destrucción de valores; es que los forajidos emergen por la defensa de una dignidad y rebeldía perdidas.

De todas maneras es muy temprano aún para desentrañar esta espontaneidad de los forajidos y sus verdaderos alcances en el tiempo. La espontaneidad así como surgió puede tender a desaparecer. La génesis del movimiento de los forajidos fue la espontaneidad en un momento coyuntural a partir de iniciativas ciudadanas.

Los forajidos carentes de una agenda política, de un programa nacional, sin líderes, sin una perspectiva de cambio a largo plazo pueden ser el caldo de cultivo de ciertos líderes oportunistas que pululan en la vida política nacional.

Reconocemos el reto valiente y digno de Radio La Luna y su director Paco Velasco y reconocemos a los miles de niños, jóvenes, hombres y mujeres que se adueñaron del adjetivo forajidos y que junto al pueblo emprendieron la lucha digna contra la corrupción y tiranía de Gutiérrez.

Ahora nos queda controlar y dar seguimiento a esta lucha, es necesario y urgente concretarla en una agenda nacional, cuyo contenido sea la transformación definitiva del país, la refundación de la patria, crear una nueva institucionalidad, pero que ésta emerja desde las bases sociales, desde los diferentes actores y sectores sociales y populares de la sociedad civil al margen de los partidos políticos tradicionales, responsables de la actual crisis profunda que atraviesa el país.


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