En términos de largo plazo, el Banco Mundial, otro de los gemelos de
Bretton Woods, es una institución quizá más importante, en sentido estratégico,
que el mismo FMI. El Banco Mundial tiene como responsabilidad llevar adelante
todas las transformaciones sociales, institucionales, jurídicas, económicas
e incluso simbólicas, que permitan la transformación del Estado, hacia
un Estado neoliberal, o también denominado como “Estado mínimo”.
Visto en perspectiva histórica, el Banco Mundial cumple así un rol fundamental.
Sin embargo, de la misma manera en la cual el FMI construye el núcleo central
de su propuesta de ajuste estructural desde la estabilidad e impone estas
medidas de ajuste para corregir los aparentes desequilibrios del corto
plazo, el Banco Mundial construye, en cambio, su legitimidad desde la denominada “reforma
estructural” incorporando una visión de largo plazo de la cual carece
el FMI. En efecto, el FMI está preocupado por lo que ellos llaman desequilibrios
del corto plazo y que en realidad constituyen la justificación teórica
y política para que los países tengan los recursos suficientes con los
cuales cubrir el servicio de la deuda externa.
Ahora bien, en la dinámica del capitalismo global se trataba de armonizar
la visión del largo plazo con aquellas necesidades del corto plazo, es
decir, al mismo tiempo que los países cumplan sus compromisos de la deuda
externa, también deberían transformar sus estados, sus instituciones y
sus economías en función justamente de ese capitalismo global. En el centro
de los debates estaban las discusiones con respecto al Estado, la deuda
externa, los mercados financieros globalizados y el creciente poder de
las corporaciones. Existe una primera aproximación hecha ya en 1989 por
el economista norteamericano John Williamson sobre esa necesidad de articular
de manera coherente los tiempos y los condicionamientos para las instituciones
de Bretton Woods (el FMI y el Banco Mundial). Esa propuesta será conocida
como el Consenso de Washington.
Pero en el Consenso de Washington estaban mezcladas medidas tanto de corto
plazo como la disciplina fiscal, como políticas de largo plazo como la
reforma fiscal, que ameritaban un tratamiento distinto.
La armonización coherente de los tiempos
y de las estrategias se logra recién en el año 1997, cuando el Banco Mundial,
con la asesoría de varios premios Nobel de Economía como Gary Becker y
Dougals North, definen el rol del Estado en un proceso de transición hacia
el Estado Neoliberal. Para llegar al Estado Neoliberal o Estado mínimo,
es necesario desmantelar al Estado de Bienestar europeo o al Estado Industrializante
que se creó básicamente en América Latina. Para desmantelar las instituciones
del Estado de Bienestar, era necesario realizar cambios profundos justamente
en la institucionalidad vigente, esos cambios profundos serán denominados
por el Banco Mundial como “reforma estructural”.
¿Qué es la reforma estructural? Es el conjunto de cambios que en el ámbito
legal, institucional, social y económico, y que tienen por objetivo disminuir
gradualmente el rol del Estado en la economía y en la sociedad hasta su
virtual eliminación como ente regulador y asignador de recursos.
El Estado que nos propone el Banco Mundial desde su “reforma estructural”
es un “Estado mínimo”, dedicado a la seguridad territorial, la seguridad
interna, la vigilancia en el cumplimiento de los contratos, y la administración
de justicia. Un Estado acorde con la globalización neoliberal y con el
creciente poder que tienen las corporaciones multinacionales.
De esta manera, el Banco Mundial se deslinda del control, monitoreo e
imposición de medidas económicas fiscalistas del corto plazo, ese trabajo
se lo deja al FMI; ahora su tarea más bien es al largo plazo, y para el
efecto necesita desarrollar toda una estrategia de acción y de intervención
en cada uno de los países en los que actúa. Para el efecto tiene a su interior
una serie de think tanks (literalmente cajas de pensamiento, es
decir, instituciones dedicadas a elaborar estrategias y teorías) que elaboran
documentos, conceptos, nociones, discursos, reflexiones teóricas, estrategias
de intervención, técnicas de manipulación, de consenso, de concertación,
de disuasión, etc.
El Banco Mundial se ha especializado en el desarrollo, y por tanto tiene
una amplia experiencia en desarrollo económico pero siempre bajo la perspectiva
neoclásica (o neoliberal). Siempre actúa en tándem con el FMI, y con las
agencias regionales de desarrollo, en el caso de América Latina, sería
el BID.
Para llevar adelante su estrategia de “reforma estructural”, el Banco
Mundial ha diseñado lo que se conoce como CAS: Country Assistance Strategy (Estrategia
de Asistencia al País). Es la contraparte de lo que sería la Carta de Intención
del FMI, y es el producto más elaborado del que disponen al momento para
interferir en las decisiones económicas de los países.
En el CAS se definen, detallan y justifican las acciones y los recursos
que el Banco Mundial compromete hacia un país, en su objetivo de lograr
la “reforma estructural” de ese país. El CAS está absolutamente armonizado
con las Cartas de Intención y con las condicionalidades que haya establecido
el FMI. El monitoreo, control y seguimiento que hace el Banco Mundial de
sus préstamos de reforma estructural, son completos y exhaustivos.
El país que recibe esta “ayuda”, es decir, préstamos, sea para “mitigar
la pobreza”, para “modernizar” los servicios de salud, de justicia, infraestructura
vial, etc., no tiene la menor capacidad discrecional, ni conceptual para
discutir, cambiar o estructurar dicha ayuda que no sea en los términos
en los que el Banco Mundial haya decidido.
Su control sobre este tipo de ayudas es total, de tal modo que incluso
los técnicos que se contratan están bajo la autorización no del país que
recibe el préstamo, sino del mismo Banco Mundial. En efecto, su intervención
se da incluso al nivel de detalles de contratación a proveedores, a personal
administrativo, etc. En realidad, el país que recibe esta “ayuda” en forma
de préstamos no tiene ninguna capacidad de ingerencia sobre estos recursos.
Es una expresión del más puro neocolonialismo que rebasa con mucho el ámbito
económico y que se inscribe en una redefinición total del Estado.
El CAS contempla la intervención en varios sectores económicos y sociales
claves. La acción en cada uno de estos sectores es cuidadosamente planificada
por el staff del Banco. Los recursos entregados son préstamos y aumentan
el endeudamiento externo del país, que a mediano plazo le significarán
a ese país adoptar nuevas medidas de ajuste para pagar estos préstamos.
Es decir, contribuyen a la fragilidad macroeconómica del país, acentúan
su dependencia de recursos multilaterales para financiar su desarrollo,
y son presa fácil de esta forma de neocolonialismo que ejerce el Banco
Mundial.
La forma en la cual estos recursos van a “mitigar la pobreza”, ya viene
definida desde la sede central del Banco en los Estados Unidos. En realidad,
se trata de una estrategia por la cual se rompen las redes solidarias,
las resistencias sociales, las capacidades organizativas, justamente a
nombre de mitigar la pobreza.
En el caso del Ecuador la actuación del Banco Mundial es para un estudio
de caso de estas nuevas formas de neocolonialismo e intervención, porque
ha sido precisamente en el Ecuador en donde el Banco Mundial ha diseñado
y puesto en práctica uno de sus proyectos “estrella” para los pueblos indígenas
y que está totalmente armonizado con la reforma estructural de carácter
neoliberal. Así, tenemos de una parte las recomendaciones de privatización
de la seguridad social, del petróleo, de la salud, de la educación, de
la biodiversidad, y, al mismo tiempo, la “ayuda” para superar la pobreza
de los pueblos indígenas a través de un proyecto específico: el Proyecto
de Desarrollo para Pueblos Indígenas y Negros del Ecuador, Prodepine que
actualmente está en negociación para su segunda fase.
Al estar situados dentro de la misma estrategia de intervención neocolonial
y al ser parte de la reforma estructural neoliberal, el Proyecto Prodepine
en realidad es una fachada de neutralización política a un sujeto políticamente
clave como es el movimiento indígena ecuatoriano. A través de este proyecto
específico se busca convertir al entramado organizativo del movimiento
indígena en contraparte de las políticas de desarrollo neoliberal del Banco
Mundial, anulando sus capacidades políticas de movilización y sus posibilidades
de ser un sujeto político con un proyecto histórico alternativo.
Pero la reforma estructural contenida en el CAS no es solamente un listado
de “recomendaciones” en materia de políticas económicas y sectoriales,
de ser así sería solamente una ampliación de una Carta de Intención del
FMI. Es algo más denso y complejo que una Carta de Intención. En la reforma
estructural constan, además, las dimensiones de: la participación social
en las decisiones de descentralización de políticas públicas, es decir,
la legitimación de la descentralización neoliberal desde la misma participación
ciudadana. También consta como estrategia transversal el diálogo social,
como manipulación estratégica que busca la administración de disensos y
la convergencia de los consensos hacia la reforma estructural. Existe también
como eje transversal la lucha en contra de la corrupción, asimismo como
estrategia de deslegitimación de lo público y despolitización de la participación
social y ciudadana. Todo ello sobre un fondo de tipo teórico analítico
que la pretende justificar y legitimar que es la lucha contra la pobreza
y la gobernabilidad. Como puede verse, la reforma estructural contenida
en el CAS va más lejos que cualquier Carta de Intención y su complejidad
rebasa con mucho el elemental análisis macroeconómico que suele sustentar
el programa de ajuste estructural del FMI.
El CAS como puesta en práctica de la reforma estructural es una herramienta
conceptualmente compleja y que va más allá de cualquier Carta de Intención
del FMI, aunque representen lo mismo.
Para tener una idea de lo planteado anteriormente, y, sobre todo, comprender
el verdadero rol que juega el Proyecto Prodepine como dispositivo político
hecho para metabolizar en función propia las dinámicas de uno de los sujetos
políticos más importantes como es el movimiento indígena ecuatoriano, es
necesario realizar un detalle de lo que significó la firma del CAS en el
Ecuador, por lo que a continuación se hace un análisis más detallado de
este documento:
Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, BIRF
Corporación Financiera Internacional, CFI
Informe No. 25817 EC
ESTRATEGIA DE ASISTENCIA AL PAIS (CAS)
REPUBLICA DEL ECUADOR
29 de abril de 2003
El CAS es un documento que tiene la importancia de una Carta de Intención.
En este documento se detallan los ejes de acción, el monto de préstamos,
los objetivos a ser alcanzados, los acuerdos institucionales, los plazos
para los préstamos, las tasas de interés, los periodos de gracia, etc.
El CAS para el Ecuador contempla en sus contenidos, lo siguiente:
- Un
análisis del contexto social y político del país
- La
estrategia para el Ecuador y sus perspectivas para el crecimiento y la
reducción de la pobreza
- La
estrategia de Asistencia al País del grupo del Banco Mundial
- Monitoreo
y riesgos del Programa CAS
- Conclusiones
y observaciones
El documento CAS, se estructura desde una aparente visión crítica de
la pobreza del Ecuador. En su primera parte, hace un recorrido de los indicadores
de pobreza, y del deterioro de la calidad de vida que se ha experimentado
en los últimos años. Para el efecto, el CAS utiliza indicadores de percepción
de ingresos, de educación, de salud, de hacinamiento, entre los más importantes.
El CAS señala que las condiciones de vida en el Ecuador se han deteriorado
dramáticamente, y la pobreza alcanza al momento a un 79% del total de la
población, existiendo fenómenos como la migración, la conflictividad social,
que tienen como causas directas a la pobreza y al deterioro de las condiciones
de vida.
Con la utilización del discurso de la pobreza, de entrada el Banco Mundial
ha logrado ganar una batalla epistemológica fuerte: de fenómeno social
y político, el Banco Mundial ha logrado convertir a la pobreza en fenómeno
económico, y no solo ello, sino que ha adscrito al fenómeno de la pobreza
a los patrones culturales del consumo capitalista como operadores teóricos
que permiten estructurar las bases analíticas para definir todo un discurso
sobre la pobreza y la forma de luchar contra ella. El concepto de “un dólar
por día y por persona”, es un concepto perverso que tiene una enorme carga
política: transforma en consumidores a regiones enteras y a pueblos que
están fuera de toda definición del consumo Pero ahora ése es el concepto
dominante dentro de los discursos de la pobreza. De ahí que el CAS haga
un uso intensivo del concepto de pobreza como déficit de consumo provocado
por déficit monetario. Si la pobreza es un fenómeno monetario, entonces
la reducción de la pobreza se inscribe dentro del ámbito monetario, y en
el capitalismo global esto significa remitirla al mercado.
Ahora bien, el CAS asume que estas condiciones de pobreza, y este deterioro
de las condiciones de vida se deben a que el Ecuador no ha asumido con
seriedad, compromiso y responsabilidad las políticas de ajuste y estabilidad
macroeconómica. En el Ecuador no ha habido un proceso de verdadera “reforma
estructural” y por esta razón, según el CAS, existiría la pobreza. Es decir,
el Ecuador no ha privatizado sus empresas públicas, no ha flexibilizado
sus mercados laborales, no ha abierto sus fronteras económicas, no ha reducido
el tamaño del Estado, y por ello en el Ecuador las condiciones de pobreza
y de miseria son tan dramáticas. Así que la lucha en contra de la pobreza,
según el Banco Mundial, pasa por realizar estas reformas que serían urgentes
y prioritarias.
De esta manera el discurso de la pobreza se convierte en legitimador
epistémico y analítico de propuestas normativas que son claramente neoclásicas.
El Banco Mundial ha dado un enorme rodeo para decir exactamente lo mismo
que dice el FMI de manera sencilla y directa: privatizar, desregular, liberalizar.
Pero no hay que olvidar que el Banco Mundial opera en el ámbito del desarrollo
que es un ámbito netamente político aunque enmascarado por el discurso
tecnocrático del pensamiento económico neoclásico. Entonces, de acuerdo
al CAS, el Banco Mundial se compromete a luchar en contra de la pobreza
en el Ecuador impulsando las reformas estructurales necesarias para la
modernización del país.
El siguiente párrafo del CAS explica la crisis del Ecuador, los fenómenos
de pobreza, de miseria y de deterioro de las condiciones de vida, como
un proceso de “ajuste incompleto”. No es que el ajuste produjo la miseria,
sino que el no haber aplicado coherente y sostenidamente el ajuste el que
ha producido la pobreza, cito textualmente:
“33. (...) El primer punto de vista es
que, durante los últimos 20 años, se ha dado un proceso continuo de medidas
económicas ortodoxas y neoliberales que han abarcado toda una gama de sectores
y que, aunque no se hayan profundizado, han sido suficientes para asestar
un golpe económico duro a los sectores más débiles de la sociedad, empobreciéndoles
más aún, en particular mediante los reajustes de precios que han eliminado
los subsidios y han estimulado más la inflación. El segundo punto de vista
es que, si bien ha habido una serie de programas de reforma estructural
durante los últimos 20 años, en la práctica las medidas de reforma tomadas
por el Gobierno antes de la dolarización han sido muy limitadas, e insuficientes
para resolver las evidentes ineficiencias de las empresas públicas, la
prestación de servicios públicos, y la gestión de las políticas fiscales
y monetarias. La falta de reformas estructurales profundas, según este
criterio –que coincide con el parecer de la Gerencia del Banco- ha producido
la necesidad de una serie de medidas de estabilización que han empeorado
las adversas condiciones económicas de los pobres.”
Este párrafo es importante porque demuestra
que la reforma estructural es una estrategia integral que comprende también
las medidas de ajuste, conocidas como medidas de estabilización. Si se
quiere, las medidas de estabilización del FMI (que son parte de su paquete
de ajuste estructural) son una especie de “ataque aéreo” o “ataque de artillería”,
ante de que entre la infantería de la “reforma estructural” del Banco Mundial,
en efecto, y refiriéndose al paquete de ajuste estructural realizado por
el gobierno ecuatoriano apenas posesionado, el CAS establece lo siguiente:
“37. El Gobierno (ecuatoriano) adoptó inmediatamente
un enfoque doble de medidas de estabilización y reformas a más largo1 plazo.”
Por ello, las primeras medidas que se propone el Banco Mundial como prerrequisitos
para la reforma estructural, son medidas fiscales, propias del esquema
del FMI:
“40. La primera prioridad para el crecimiento
es la consolidación fiscal. Bajo la dolarización, el Gobierno
ya no puede aplicar activamente políticas monetarias ni cambiarias,
y se vuelve aún más esencial una política fiscal saludable. Con este
fin, está emprendiendo en un programa de estabilización a corto plazo
mediante medidas de austeridad, acompañado por medidas a más largo
plazo para fortalecer las finanzas públicas.”
Una vez que se ha “disciplinado” al Estado, es decir, se ha restringido
la capacidad de gasto en áreas sensibles como salud, educación, inversión
pública, se propone la: Estrategia de Asistencia al país”. A continuación
se presentan algunos párrafos del CAS que son indicativos de la forma en
la cual se estructura esta “ayuda” para el Ecuador:
Resumen Ejecutivo:
i. Antecedentes: “Esta es la primera Estrategia
para la Asistencia al País (CAS) completa para el Ecuador, desde 1993.
ii. Contexto del País y el programa de
Gobierno: “iii. Las elecciones de noviembre del 2002 produjeron una transición
al poder hacia los ecuatorianos más pobres. El Sr. Lucio Gutiérrez fue
electo Presidente con el apoyo de organizaciones indígenas, campesinas
y sindicales. Sus primeras acciones como Presidente fueron el lanzamiento
de un Diálogo Nacional y la implantación de medidas de austeridad
para estabilizar las cuentas fiscales. (subrayado mío).
iv. El Programa del Grupo del Banco Mundial y
sus Riesgos. El grupo WB (por World Bank, su nombre en inglés)
“ha desarrollado una Estrategia para la Asistencia al País (CAS) para
el periodo 2003-07 con el objetivo de ayudar al Gobierno a lograr su
estrategia de desarrollo a mediano plazo. Los tres objetivos claves
del CAS son:
(a) consolidar el marco macroeconómico y echar los
cimientos para un crecimiento económico diversificado y sostenible y la
reducción de la pobreza;
(b) incrementar las oportunidades y ampliar el acceso
a los recursos económicos y hacer que las necesarias reformas estructurales sean
socialmente sostenibles, mitigando los impactos sobre la gente pobre; y,
(c) fortalecer la gobernabilidad ayudando a las
autoridades a construir un gobierno eficiente y transparente cuyos servicios
sean accesibles a todos los ecuatorianos.”.
v. “El Banco prevé hasta US $ 1.050 millones en compromisos
para nuevos préstamos durante los próximos cuatro años en el escenario
del caso básico, con un promedio de cuatro operaciones al año... Bajo
el escenario de caso bajo, con reformas limitadas o débil ejecución de
los proyectos apoyados por el Banco, el Banco no prevé ningún préstamo
de ajuste, el número y valor de los créditos de inversión se reducirían
a menos de la mitad del paquete del caso básico y se enfocarán en el alivio
directo de la pobreza”.
Más adelante presentaré los datos de cada uno de los escenarios, pero
es interesante ver cómo entre los riesgos que el Banco Mundial identifica
en el CAS está la eventual movilización de sectores sociales, y cómo se
pretende neutralizar esa resistencia a partir de procesos de concertación
desde el Diálogo Nacional. Así, no era gratuita la existencia de una Secretaría
de Diálogo en la Presidencia de la República, esta instancia cumple un
rol clave que es el de identificar a las posibles resistencias a la reforma
estructural y una vez identificadas, trabajar desde allí para neutralizarlas
o bloquearlas, en efecto:
viii. “Los riesgos internos incluyen la
eventual resistencia a las reformas fiscales y estructurales por parte
de los movimientos sociales, así como la falta de apoyo para las reformas
en el Congreso Nacional. Aunque se tomarán medidas para mitigar estos riesgos
–por ejemplo promoviendo la competitividad y la flexibilidad del mercado,
aislando el presupuesto de los cambios repentinos en los precios petroleros,
mejorando la cantidad y calidad de los gastos sociales, y concertando mediante
el Diálogo nacional y otros procesos- estos riesgos no podrán eliminarse
totalmente, y seguirán existiendo significativos riesgos políticos, económicos
y sociales... El compromiso de la nueva Administración con la reducción
de la pobreza, la fuerte presencia indígena en el Gobierno, con sus tradicionales
procesos participativos, para asegurar la concertación y la vigilancia
pública para fortalecer la transparencia, así como los beneficios de la
mayor estabilización económica lograda hasta ahora con la dolarización
– todos estos factores representan un avance significativo, rompiendo con
el pasado, lo que justifica mayor colaboración y apoyo por parte del Banco
para el Ecuador”.
Mientras para las elites en el Ecuador, el triunfo de Lucio Gutiérrez
con el movimiento indígena podrían presentarse como una amenaza, para el
Banco Mundial la presencia indígena era más bien una oportunidad que bien
podría convertirse en una garantía. Pero para que la participación indígena
se convierta en garante de la reforma estructural era necesario institucionalizar
al movimiento indígena, era fundamental convertirlo en aliado político,
para ello estaba el proyecto Prodepine, y también la Secretaría de Diálogo.
Esta Secretaría era una de las esperanzas a las que había apostado el Banco
Mundial y todas las multilaterales para convertir los procesos políticos
en procesos institucionales que finalmente garanticen la reforma estructural.
El problema fue que el movimiento indígena nunca mordió ese anzuelo y de
hecho una de sus primeras decisiones, antes de romper su alianza con el
gobierno, fue la de desmarcarse de toda acción que lleve adelante esa Secretaría
de Diálogo.
Otro aspecto importante del CAS, es que el Banco Mundial tuvo toda la
apertura al nuevo gobierno de Lucio Gutiérrez, gracias a que en su interior
se cobijaban una serie de movimientos sociales que habían sido muy críticos
a las políticas de ajuste, entre ellos el movimiento indígena. La presencia
del movimiento indígena le otorgaba una dimensión diferente a este gobierno,
y las multilaterales pensaron que era la oportunidad de institucionalizarlos
desde el gobierno y comprometerlos con las políticas de reforma estructural.
La idea era que desde el gobierno, y aduciendo razones de Estado, el movimiento
indígena suscriba las políticas de ajuste y de reforma estructural, aunque
sea con su presencia y con su consentimiento silencioso, un proceso que
recuerda bastante a la institucionalización del movimiento indígena que
se realizó en Bolivia, con la presencia de Víctor Hugo Cárdenas en la Vicepresidencia
de ese país.
Si los indígenas salían del gobierno, entonces el gobierno de Gutiérrez
perdía ese “valor agregado”, ese atractivo, que le abrieron las puertas
de las multilaterales. Los siguientes párrafos son reveladores a este respecto:
“ 4. Las elecciones de noviembre
del 2002 produjeron una importante transición en el poder, hacia los
ecuatorianos más pobres. El Sr. Lucio Gutiérrez fue electo
Presidente con el apoyo de una coalición de organizaciones indígenas,
campesinas y sindicales, con el mandato de combatir la corrupción,
promover la recuperación económica y reducir la pobreza, mejorando
la justicia económica. La elección del Presidente Gutiérrez refleja
un rechazo generalizado de la política de siempre, que había producido
dos décadas de débil desempeño económico y creciente pobreza. Sus primeras
acciones a continuación de asumir el mando fueron lanzar un Diálogo
Nacional y tomar medidas de austeridad para estabilizar las cuentas
fiscales (Sección V). Además, la Administración ha desarrollado planes
para introducir varias reformas legislativas claves al Congreso Nacional,
como parte de su programa de reforma económica, diseñadas para fortalecer
y estabilizar las cuentas fiscales, promover reformas en los mercados
financieros y laborales, aumentar la eficiencia de las empresas públicas,
e incrementar el acceso a los servicios de educación, salud y otros
servicios públicos, y la calidad de los mismos (Sección V). El programa
de reformas económicas a mediano plazo del Gobierno recibió el apoyo
del FMI mediante su aprobación de un nuevo Acuerdo de Derecho de Giro
(Stand by) para 13 meses.”
“5. El entorno actual plantea riesgos pero también
una importante oportunidad para el Ecuador. Existen varios
riesgos para el éxito de este programa por ... las preocupaciones
dentro del movimiento indígena aliado con el Presidente sobre el
impacto del programa de reforma sobre los pobres... El compromiso de
la nueva Administración para reducir la pobreza, la fuerte presencia
indígena en el Gobierno, con sus tradiciones de procesos participativos
para asegurar la concertación y de vigilancia pública para fortalecer
la transparencia, los beneficios de una mayor estabilización económica
que han resultado hasta ahora de la dolarización –todos estos elementos
presentan una ruptura significativa con el pasado, que justifican mayor
colaboración y apoyo por parte del Banco para el Ecuador.”
“10. En este contexto, han surgido cada vez más
demandas, entre los movimientos indígenas y las clases sociales, de
mayor participación en la formulación de estrategias políticas y decisiones.
El entorno actual plantea la oportunidad de fortalecer los procesos
de planificación y presupuestación participativas y concertación que
han florecido a nivel local en varios municipios y en al menos una
provincia, hasta el nivel nacional en forma de un Diálogo Nacional.
Este proceso requerirá tiempo para establecer raíces a nivel nacional
y lograr un claro impacto sobre el presupuesto. Sin embargo, un proceso
exitoso, abierto y participativo de Diálogo Nacional promete los inicios
de un marco integral de desarrollo para el Ecuador, con la posibilidad
de lograr un impacto sostenible en la reducción de la pobreza.”
Ese valor agregado de institucionalizar al movimiento indígena de tal
manera que sea un importante aliado de las reformas estructurales, finalmente
fracasó, pero no fracasó en absoluto la intención del Banco Mundial de
llevar adelante las reformas estructurales. De grado o por fuerza, el Banco
Mundial está comprometido en consolidar esas reformas estructurales que
ahora tienen un gran aval con las negociaciones del Tratado de Libre Comercio
con Estados Unidos.
La estrategia del Ecuador y sus perspectivas para el
crecimiento y la reducción de la pobreza.
Puede verse en los siguientes párrafos, cómo el Banco Mundial habla el
mismo lenguaje del FMI, y cómo se establece como condiciones de partida
el cumplimiento de la “disciplina fiscal” que estaba en la Carta de Intención:
36. La nueva Administración que llegó al poder en enero
del 2003 heredó un severo problema de liquidez que exigió medidas inmediatas
para su corrección.
37. El Gobierno adoptó inmediatamente un
enfoque doble de medidas de estabilización y reformas a más largo plazo...
39. Las políticas del Gobierno para promover el crecimiento
económico se fundamentan en la consolidación fiscal, acompañada por una
serie de reformas sectoriales...
42. El paquete de austeridad, conjuntamente con medidas
a más largo plazo en reforma aduanera y tributaria, reforma del empleo
público, resolución de los bancos quebrados, y reformas en las empresas
públicas, permitió la firma de un Acuerdo de Derecho de Giro de 13 meses
para $ 205 millones con el FMI.
43. Las prioridades del Gobierno en producción, comercio
e infraestructura son mayor competitividad y eficiencia.
44. El gobierno pretende complementar estas reformas
con medidas para promover un mercado laboral más flexible y dinámico.
45. Dentro del sector financiero, el Gobierno pretende
fortalecer el sistema bancario, mejorar el acceso al crédito, y resolver
los problemas bancarios relacionados con la reciente crisis.
Lo que enumera el CAS en esta sección como “Estrategia del Ecuador”,
en realidad es un resumen de lo que consta en la Carta de Intención firmada
con el FMI, pero lo que agrega el Banco Mundial es que estas medidas son
básicas para asegurar el crecimiento económico, y una vez logrado el crecimiento
se puede luchar en contra de la pobreza. Esto demuestra la simpleza del
pensamiento del Banco Mundial que cree que existe una correlación directa
entre crecimiento de la economía y reducción de la pobreza. Sin tomar en
consideración la distribución del ingreso, los mecanismos no monetarios
de las comunidades, la degradación del medio ambiente, la reprimarización
de la economía, etc.
Las reformas estructurales del CAS:
El CAS contempla apoyo para reformas estructurales en los siguientes
sectores:
- Reforma
laboral: flexibilización laboral (esto es la desarticulación de la legislación
laboral que impone salarios mínimos, horas de trabajo, compensaciones
y otros derechos laborales).
- Reformas
al sector petrolero: (a) Redefinir el rol de Petroecuador poniendo fin
a su monopolio; (b) crear oportunidades para la inversión privada en
el sector hidrocarburífero; (c) revisar las políticas tributarias y de
precios; (d) mejorar la gestión de los impactos ambientales; (e) mejorar
la gestión de las rentas petroleras.
- Reformas
al sector eléctrico. Atraer inversión extranjera a través de contratos
de gestión para la distribución. (Proyecto Promec).
- Reforma
al sector de telecomunicaciones. Marco reglamentario que permita la inversión
privada para asegurar la competencia y mejorar la calidad y cobertura.
- Mejoramiento
de carreteras secundarias y caminos vecinales. El mejoramiento de las
carreteras primarias se debe a la concesión de operadores privados. El
Ministerio de Obras Públicas debe transformarse en Ministerio de Transporte
con un rol de regulador a los entes privados que manejen las carreteras.
- Mejorar
el servicio de provisión de agua. Experiencia en Praguas y Prodepine.
El Banco se compromete a financiar los estudios de una nueva Ley del
Sector de Agua, Saneamiento y Desechos Sólidos.
- Mejoramiento
de la educación. Las reformas educativas se apoyarán también mediante
una serie de tres Préstamos Programáticos de Ajuste Estructural de tramo único,
diseñado para promover reformas en los sectores sociales: salud, educación,
asistencia social y sistema de pensiones.
- Reformas
en el sistema de salud. Proyecto Modersa: descentralización de los servicios
de salud.
- Reforma
al sistema de pensiones para la participación de operadores privados
en la seguridad social y la puesta en marcha de un sistema mixto de pensiones.
- Programa
de manejo de Recursos naturales y propuesta de Ley de Biodiversidad.
- Programa
de Asistencia para pueblos indígenas y afros (Prodepine II).
- Reformas
al sistema legal. (Projusticia II).
- Financiamiento
de estudios para descentralización.
Como puede apreciarse constan como líneas programáticas de acción casi
todos los aspectos de la sociedad. Para cada uno de ellos el Banco Mundial
tiene por objetivos el de integrarlos dentro de su concepción de la “reforma
estructural”.
Cada uno de estos sectores es prioritario y su transformación (o cambio
institucional) tiene que estar armonizado entre todos ellos. El Banco se
compromete a la armonización, coordinación y monitoreo de las transformaciones
institucionales a través de su paquete de “ayuda”. Los créditos del Banco
Mundial para cada uno de estos sectores no son para consolidarlos ni mucho
menos, sino para monitorear, controlar y vigilar el cambio institucional
hacia la reforma estructural. Con los recursos del Banco Mundial se contratarán
los expertos que propondrán los cambios y reformas legales para cada una
de esas instituciones, además de los estudios de diagnóstico. En muchos
de los casos los expertos ni siquiera pertenecen al país, sino que son
asignados directamente por el staff del Banco Mundial.
El Banco Mundial, se plantea tres escenarios dependiendo de dos factores:
(i) De
la presencia del movimiento indígena en el gobierno, y que, además, éste
cumpla sus compromisos de luchar en contra de la pobreza y en contra de
la corrupción; y,
(ii) De
los avances demostrados en la “reforma estructural”, cuyo seguimiento se
establece sobre la base del cronograma de ejecución establecido con el
FMI.
Estos escenarios son:
- Escenario
“caso básico”: 1050 millones USD (para los años 2003 al 2007)
- Escenario
“caso alto”: incremento de 50 millones por año.
- Escenario
“caso bajo”: no habrían nuevos préstamos de ajuste (salvo los del año
03) y se reducirían los préstamos para inversión enfocándolos al alivio
directo de la pobreza.
Es de indicar que los “préstamos de ajuste”, y tal como pueden ser observados
en el Cuadro No. 2 como “Programa de Ajuste Estructural PSAL”, son recursos
que el Banco Mundial pone a la libre disposición del gobierno central.
Los escenarios dependen de que el gobierno
lleve adelante las metas de ajuste y reforma estructural de acuerdo a lo
firmado en la Carta de Intención con el FMI y de acuerdo al CAS suscrito
con el Banco Mundial.
Cuadro
No. 1
El
marco crediticio CAS para FY 04-07. Escenarios de acción
Periodo
|
FY04
|
FY05
|
FY06
|
FY07
|
|
Escenario caso básico
|
Total de préstamos nuevos desglosados
en
|
200
|
250
|
300
|
300
|
Préstamos para ajuste
|
100
100
|
100
150
|
100
200
|
100
200
|
Préstamos para inversión
|
|
Escenario caso alto
|
Total de préstamos nuevos desglosados
en
|
250
|
300
|
350
|
350
|
Préstamos para ajuste
|
125
125
|
150
150
|
175
175
|
175
175
|
Préstamos para inversión
|
|
Escenario caso bajo
|
Total de préstamos nuevos desglosados
en
|
100
|
125
|
150
|
150
|
Préstamos para ajuste
|
No se planea ningún préstamo de ajuste
en este escenario
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Préstamos para inversión
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100
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125
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150
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150
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Fuente:
CAS, Banco Mundial
El siguiente cuadro nos muestra el
programa de préstamos para cada uno de los sectores que el Banco Mundial
ha identificado como prioritarios para la reforma estructural:
Cuadro No. 2
Programa de préstamos del Banco Mundial para el periodo
2003/07
Año
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Proyecto
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Monto USD (M)
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2003
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Programa de Ajuste Estructural (PSAL) Social I
Programa de Ajuste Estructural (SAL) Fiscal Competitividad I
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50,0
50,0
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Subtotal
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100,0
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2004
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SAL Fiscal/Competitividad II
Pueblos Indígenas y Afro(Prodepine) II
Vialidad rural
Reforma institucional
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100,0
40,0
40,0
20,0
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Subtotal
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200,0
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2005
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Programa de Ajuste estuctural (PSAL) Social II
Reducción de la pobreza urbana
Educación
Competitividad
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100,0
60,0
60,0
30,0
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Subtotal
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250,0
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2006
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SAL Fiscal/Competitividad III
Productividad rural y desarrollo sostenible
Salud y seguridad social
Reforma judicial
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100,0
90,0
80,0
3,0
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Subtotal
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300,0
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2007
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Programa de Ajuste estructural (PSAL) Social III
Servicios financieros para los pobres
Agua potable y saneamiento en áreas, APL (Praguas) II
Manejo de recursos naturales
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100,0
70,0
70,0
60,0
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Subtotal
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300,0
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Programa total de préstamos para el periodo 03-07
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1.150,0
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Fuente: CAS.
Como puede observarse, las reformas estructurales están diseñadas de
tal manera que en los primeros años se logran alianzas políticas importantes,
sobre todo vinculando a los movimientos indígenas en la reforma estructural
desde el Proyecto Prodepine II, y generando procesos de “reforma institucional”,
hasta los últimos años en los que el Banco Mundial incorpora reformas estructurales
a sectores estratégicos y de alta conflictividad social como el agua y
la biodiversidad (Manejo de recursos naturales).
Las reformas institucionales se codificarán luego en una serie de iniciativas
tomadas desde el Ministerio de Economía y Finanzas, en la propuesta de
Ley Orgánica de Racionalización Económica del Estado, que gracias a la
resistencia social será negada por el Congreso nacional en abril del 2005.
Una vez conseguidas esas reformas, que en realidad obedecen a los lineamientos
de la privatización, la desregulación, la liberalización y la descentralización,
se abren sectores estratégicos como vialidad rural, educación, salud, seguridad
social, a la reforma estructural.
No hay que olvidar que salvo los créditos de ajuste estructural, todos
los demás créditos tienen definidos su plan de gasto e inversión de acuerdo
a los parámetros establecidos por el Banco Mundial. Ninguno de los programas
que están planteados tienen una independencia en su formulación, seguimiento,
monitoreo y aprobación final. Siempre es el Banco Mundial, quien gracias
al mecanismo de la “no objeción”, controla política y administrativamente
todos estos programas. De otra parte, cuando el Banco Mundial define los
sectores de intervención no toma en cuenta ni al gobierno ni a la sociedad.
Puede ser que el Banco Mundial se legitime indicando que haya consultado
a varias personalidades o instituciones, pero la verdad es que la reforma
estructural contenida en el CAS sigue siendo un misterio para casi toda
la ciudadanía e incluso para la clase política del país.
Los 1.150 millones de dólares que pretende otorgar el Banco Mundial para
la reforma estructural son deuda externa multilateral, una de las deudas
más onerosas y más difíciles de renegociar en contextos de crisis.
Riesgos y oportunidades del CAS
Habría de recordar que para el Banco Mundial, la lucha en contra de la
pobreza, es un discurso estratégico que sirve para enmascarar la necesidad
del ajuste y reforma estructural. Si un gobierno se compromete a luchar
en contra de la pobreza, y si ésta es producida por una inconsistente aplicación
de las políticas de ajuste y de reforma estructural, entonces, la lucha
en contra de la pobreza pasa por la aplicación con todo el rigor posible
de estas medidas de ajuste y de reforma estructural. De ahí que el compromiso
de un gobierno por luchar en contra de la pobreza, y teniendo como aliado
al Banco Mundial en esta lucha es señal de peligro para los sectores sociales.
“58. La presencia de una Administración firmemente
comprometida con la reducción de la pobreza también ofrece la posibilidad
creíble de un escenario de caso alto. Bajo este escenario,
la estrecha participación de los movimientos indígenas, sindicales
y sociales en la Administración ofrece una oportunidad especial para
tender puentes entre el Gobierno y la población más amplia, incluyendo
un mejor entendimiento de la necesidad de reformas estructurales para
asegurar el crecimiento y bienestar a largo plazo, y una mayor apreciación
de las medidas tomadas para mitigar el impacto del proceso de reforma
sobre los pobres. Asimismo, la mayor apertura a los procesos de planificación
participativa y la vigilancia del sector público por la sociedad civil
puede incrementar substancialmente la transparencia y reducir la corrupción.
En tercer lugar, el Gobierno puede dar pasos más decisivos para reducir
la desigualdad mediante sus políticas de impuestos y gastos. Bajo este
escenario, las reformas de las políticas tendrían un apoyo más amplio
(o al menos se encontrarían con menos resistencia) y se ejecutarían
más rápidamente, colocando la economía más rápido en un camino hacia
el crecimiento sostenible.”
“59. Por otro lado, el continuo riesgo político podría
colocar al Ecuador en un escenario de caso bajo. Las principales fuentes
de riesgo son una posible renuencia por parte de todos los miembros de
la coalición que está en el poder para apoyar reformas que podrían percibirse
como ajustes estructurales por imposición externa.”
Tal como están las cosas, y después de la salida del Movimiento Indígena
del gobierno, estaríamos de hecho en lo que el Banco Mundial ha denominado
un escenario de “caso bajo”. Es decir, la salida del movimiento indígena,
le significará al gobierno una probable pérdida de recursos por un monto
de cerca de 600 millones de USD para los próximos cuatro años.
Riesgos
y monitoreo
El Banco Mundial, considera que existen riesgos de tipo político para
la aplicación de la reforma estructural. Es interesante ver cómo se piensa
neutralizar estas resistencias desde los mecanismos de Diálogo. Más allá de
la necesidad de llevar adelante un proceso de concertación, es necesario
destacar esa utilización estratégica del diálogo dentro de las prioridades
políticas del Banco Mundial.
“125. El Ecuador también enfrenta importantes
riesgos internos. La principal fuente de los riesgos internos
es la resistencia política ante los programas de reforma fiscal y estructural
por parte de los movimientos indígenas, sindicales y sociales, incluyendo
a los servidores públicos, resistencias que podrían traducirse en gastos
presupuestarios insosteniblemente altos y concesiones salariales, y
falta de apoyo por parte del Congreso Nacional para el programa de
reformas del Ejecutivo –especialmente en vista del problema perenne
de las diferencias regionalistas sobre las cuestiones de políticas-
que podrían producir un bloqueo a las reformas legislativas claves...
mayores ingresos petroleros que alentarían a los ecuatorianos a postergar
los esfuerzos por contener y flexibilizar los gastos públicos; frustración
popular por la carga de la deuda, llevando a postergaciones unilaterales
de los pagos con el fin de pagar la “deuda social” de los gastos sociales
históricamente subfinanciados; incapacidad continua de abordar los
desafíos en materia de la gobernabilidad; y limitaciones en cuanto
a la capacidad ejecutiva del sector público.”
“126. Estos riesgos serán mitigados pero no podrán
eliminarse totalmente. Sin embargo, serán abordados mediante
una serie de acciones: los riesgos políticos y sociales serán
mitigados mediante el proceso del Diálogo Nacional, conjuntamente con
encuentros activos y diálogos con una amplia gama de la sociedad ecuatoriana
por parte del Banco, conjuntamente con otros organismos donantes multilaterales
y bilaterales. Será especialmente importante concienciar ampliamente
sobre la diferencia entre las medidas de estabilización a corto plazo
que frecuentemente impactan a los pobres mediante los incrementos de
los precios, y las reformas estructurales, que son esenciales para
satisfacer las claras exigencias de la ciudadanía ecuatoriana de un
mejor acceso a los servicios y que, si se postergaran, empeorarían
las condiciones económicas y la necesidad de medidas de estabilización.”
Conclusiones provisionales:
- El
Ecuador tiene asignaturas pendientes en la “reforma estructural”. Hasta
ahora las políticas de ajuste no se han correlacionado con su contraparte
que son las políticas de reforma estructural. La capacidad de resistencia
de los movimientos sociales, entre ellos el movimiento indígena, han
hecho que exista una fuerte resistencia a la privatización, a la flexibilización
laboral, a la disminución del Estado. La presencia del movimiento indígena
en un gobierno sin claridad ideológica era una oportunidad que las multilaterales
quisieron aprovechar para “modernizar” al país, y superar esos atrasos
en materia de reforma estructural. La reciente negación por parte del
Congreso Nacional al proyecto de Ley Orgánica de Racionalización Económica
del Estado, es uno de los golpes más duros que ha recibido la reforma
estructural y el Banco Mundial.
- El
CAS contempla la acción en varios sectores económicos y sociales claves.
La acción en cada uno de estos sectores es cuidadosamente planificada
por el staff del Banco. Los recursos entregados son préstamos y aumentan
el endeudamiento externo del país. A mediano plazo le significarán al
país adoptar nuevas medidas de ajuste para pagar estos préstamos. El
Banco Mundial monitorea todos los aspectos de todos los programas en
los que participa. Su intervención se da incluso a nivel de detalles
de contratación a proveedores, a personal técnico, etc. El país que recibe
esta ayuda en forma de préstamos no tiene ninguna capacidad de ingerencia
sobre estos recursos. La forma en la cual estos recursos van a “mitigar
la pobreza”, ya viene definida desde la sede central del Banco en los
Estados Unidos. En realidad se trata de una estrategia por la cual se
rompen las redes solidarias, las resistencias, las capacidades organizativas,
a nombre de mitigar la pobreza.
- La
reforma estructural contenida en el CAS al momento ha fracasado e incluso
el escenario denominado como “caso bajo”. La salida de la alianza del
gobierno del movimiento indígena le significó al gobierno una ruptura
de las previsiones de las multilaterales con respecto a la reforma estructural.
Pero es importante señalar que a pesar de los fracasos políticos del
gobierno, el Banco Mundial mantiene intactas sus estrategias de asistencia
al país, pero en realidad por el rol que al momento está jugando el gobierno
ecuatoriano en la geopolítica norteamericana.
- La
decisión de la CONAIE de no participar en el Proyecto Prodepine II le
significa un golpe político al Banco Mundial en su intención de institucionalizar
al movimiento indígena y convertirlo en contraparte de la reforma estructural.
- El
CAS para 2003-07 se hizo en un contexto que ha cambiado radicalmente
por la ruptura de la alianza electoral con el movimiento indígena, y
por la pretensión de firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados
Unidos. Además, en el CAS no constan aspectos que son claves para la
firma del TLC, como el acceso a recursos genéticos, la propiedad intelectual,
las compras gubernamentales, la biodiversidad y servicios ambientales,
las prácticas culturales, etc. Por lo que es bastante probable que el
Banco Mundial en estos momentos esté preparando una tercera estrategia
de asistencia al país, más afinada en lo político y más profunda en lo
económico.