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La Globalización del Desarrollo y el Desarrollo de la GlobalizaciónJosé de Souza Silva En el principio era el imperio de Dios, según la Iglesia Católica.
Pero Dios hizo el hombre, que inventó su concepto de imperio y lo camufló en
la “idea” de desarrollo. Esta idea fue disfrazada en varios nombres
(progreso, modernización), oculta bajo muchos rostros (civilización,
desarrollo), adornada con lindas promesas (paz, bienestar), ofertadas hipócritamente
(ayuda, cooperación), bajo un enfoque evolucionista (fases, etapas),
a través de diseños globales que prevalecen sobre las historias
locales (colonización, globalización), asegurando resolver problemas
universales (hambre, pobreza), para institucionalizar y legitimar sus consecuencias
(desigualdad, injusticia), mientras persigue a cualquier costo apenas uno objetivo:
el crecimiento económico. Este trabajo hace una descolonización de la “idea de desarrollo” para demostrar que todavía somos
rehenes del pensamiento subordinado al conocimiento autorizado por el más
fuerte, y proponer “otros” términos para el debate sobre
globalización y desarrollo. ¿Qué es “desarrollo”, cuando las reglas nacionales son vistas como “barreras” a ser derrumbadas para el éxito de las nuevas reglas transnacionales del capitalismo global?. Usando la mentira como filosofía de negociación pública y el miedo como estrategia para el acceso a materia prima abundante, mano de obra barata, mentes dóciles y cuerpos disciplinados, el más fuerte define reglas del juego lejos del escrutinio público y de la participación ciudadana, creando un gobierno mundial sin Presidente ni elecciones donde los que deciden no son electos y los electos no deciden. No aceptemos que “lo relevante” es creado apenas por ciertos actores, existe solo en ciertos idiomas y llega solamente de ciertos lugares; no seamos meros receptores de valores y conceptos creados lejos de nuestro contexto y sin compromiso con nuestro futuro. No hay “desarrollados” ni “subdesarrollados”; todos fuimos, somos y seremos “diferentes”. El debate oficial sobre la globalización sufre de indigencia epistémica porque el climaterio intelectual de los economistas neoliberales no les permite crear más allá de lo que les dicta el mercado. El debate sobre el futuro empieza con criterios humanos, sociales, ecológicos y éticos, para permitir una “otra” globalización. Por ejemplo, en caso de conflicto, el “principio del bienestar inclusivo” decide a favor de propuestas que benefician el mayor número de individuos, grupos sociales, comunidades, sociedades y formas de vida. Sin eso, el neoliberalismo—la ideología de la explotación con exclusión—impondrá la institucionalización global de la desigualdad, una iniciativa cínica que siempre llega oculta en la “idea” de desarrollo, que ahora se presenta como desarrollo sostenible, y disfrazada en lindas promesas que nunca son cumplidas, como los recién anunciados Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs). ¿Hasta cuándo?. ¿A qué costo?. © Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente |