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Boletin ICCI ARY-Rimay
Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 5, No. 48, marzo del 2003

La migración en los Saraguros: Aspectos positivos y negativos

Sisapacari Bacacela


El mundo globalizado se impone cada vez más, y con más fuerza a través de diferentes medios. Este espacio es un amplio abanico de contenidos y contradicciones una globalización capaz de expandir la riqueza, el conocimiento y las libertades hasta límites desconocidos, pero también amenaza con aniquilar las identidades, ahogar los espacios y las ideologías de las sociedades y sectores más pobres; es decir, nos lleva a un torbellino global de acumulación de riqueza, homogenización y difusión de pobreza y el surgimiento de particularidades.

Esta globalización en la esfera cultural abarca varias dimensiones como la étnica, la religiosa, la informática y la ecológica. Frente a toda la energía destructiva de la globalización que afecta a la humanidad desde diferentes puntos es necesario buscar en los mismos poderes del proceso globalizador estrategias que permitan minar ese poder es decir aprovechar los espacios de la globalización para universalizar la ética, los valores y principios de las minorías culturales. La diversidad cultural es una riqueza y una base para la integración dialéctica de la unidad en la diferencia.

La globalización y las medidas de ajuste estructural impuestas por el sistema neoliberal de los últimos 20 años ha incrementado la pobreza, el desempleo, la violencia social y política. En la década de los 90 en el Ecuador se acentúa la migración internacional por cuanto la crisis económica afecta a los más pobres, los salarios bajos ya no cubren las necesidades básicas para la sobrevivencia. Las reformas estructurales en Ecuador a partir de 1995 y los conflictos políticos y sociales aceleran la desocupación y la única esperanza de sobrevivir es saliendo del país. Ecuador desde 1998 se hunde en una profunda crisis económica, política y social. Entre este año y el 2002 cerca de 700.000 ecuatorianos y ecuatorianas han salido del país.

Uno de los factores para los crecientes flujos migratorios es la creciente disparidad social e inequidad que se afianza entre el mundo desarrollado y subdesarrollado que lleva a muchas personas a moverse en busca de mejores estándares de vida y oportunidades (Lucy Wertenberg en migración interna, p.2).

Los cambios sociales y económicos han afectado en forma dispar a los indígenas. Los gobiernos no toman medidas de incentivación a la agricultura y la defensa del medio ambiente, en el mejor de los casos los gobiernos de Sixto Duran Ballen y Rodrigo Borja apoyaron la privatización del recurso tierra a favor de los empresarios y la pérdida de las tierras comunales que eran una solución para las familias indígenas. Sumado a ésta, la permanente erosión de los suelos, los desastres naturales y la minifundización más estrecha de los terrenos de los hogares indígenas provocó en primera instancia una migración interna hacia las ciudades de Quito, Guayaquil y Cuenca a partir de los 80. Esta salida que al comienzo fue por estudios y en forma temporal de tres a seis meses como jornaleros, a la fecha ha llevado al desplazamiento de familias enteras para residir en Cuenca y otras ciudades, en calidad de jornaleros, agricultores y cuidadores de plantaciones y haciendas ganaderas; y buen porcentaje de hombres, mujeres y jóvenes, en el momento actual se desempeñan como estibadores en las ferias libres y mercados de Cuenca, en condiciones insalubres, excluidos de todo beneficio social. En la actualidad ha provocado la migración internacional de las Saraguros hacia los Estados Unidos (en menor escala), España ( la mayor parte) e Italia y últimamente a Australia.

La migración internacional masiva en los últimos años es una estrategia de reproducción socio económica para muchas familias indígenas del país, como resultado del deterioro ambiental, minifundización, la falta de apoyo del estado para los pequeños agricultores y la ausencia de fuentes de trabajo que obliga el desplazamiento. En este proceso de reestructuración económica, las mujeres somos el puntal de reproducción socio cultural y el eje de sobrevivencia familiar y comunitaria. Y si la mujer es la que sostiene la comunidad, pues ella misma puede destruirla, por tanto, mi reflexión va, a que con la migración las comunidades pierden, se desintegran y pueden desaparecer.

Iniciaré indicando que Saraguro es un cantón perteneciente a la provincia de Loja, al sur del Ecuador, está ubicado a 2.300 m.s.n.m. con una temperatura que oscila entre los 10ºc. y 18º c.

Su población es eminentemente indígena, con un pequeño grupo de mestizos en el centro parroquial. A pesar de que el Ecuador es una sociedad multiétnica, las estadísticas nacionales no contemplaban una distinción entre indígenas y mestizos. Jamás en la historia latinoamericana se ha dado un censo de etnicidad que permita identificar en forma directa a los grupos indígenas.

La principal distinción de etnicidad, es el sentido de identidad, lengua, historia, religión y la vestimenta. De todos estos elementos el idioma es el que ha sido tomado en cuenta. En el censo de 1990, el idioma sirvió para clasificar a las personas; se consideró hogar indígena si hablaban una lengua nativa o pertenecía a un hogar en el cual algún miembro hablaba un idioma indígena y era monolingue o bilingue. Especialmente la lengua materna o el idioma hablado es uno de los poderosos elementos claves de pertenencia étnica. Unicamente en el censo de población y vivienda del INEC 2002 se incluyó la lengua y el bilinguismo.

Por lo tanto este instrumento solo clasificaba a la población por su tradición cultural y no podía medir el tamaño de la población indígena. Sin embargo, Saraguro se define por ser una comunidad de indígenas quichuas, originarios de Bolivia, cuya fuente de ingreso económico es la agricultura, la ganadería, seguida de pequeñas manufacturas como el calzado, la confección de ropa y las artesanías con mullos y textiles.

Siendo la población de Saraguro históricamente asiento de migrantes mitmas del Tawantinsuyu en la época de expansión Inca se ha caracterizado por una situación sedentaria. Sin embargo, los flujos migratorios no son recientes, ya en la década de 1950 un 30% de la población indígena se dirigió hacia los territorios baldíos de Yacuambi en la provincia de Zamora Chinchipe, de igual forma en décadas anteriores hubo migración hacia las minas de Portovelo y Zaruma; muchos de ellos fueron como trabajadores, se casaron y formaron hogares y viven en Santa Rosa, Huaquillas y Zaruma. Pero ellos ya no se identifican como parte de nuestra cultura.

La carencia de tierras cultivables y productivas que faciliten una mejor producción fue el primer aspecto negativo que influyó para que en el 80 se produzca una migración temporal de los Saraguros hacia las minas de Nambija (Zamora), Bella Rica (Santa Isabel, Azuay) y la prestación de mano de obra en las construcciones en Cuenca, Quito y Guayaquil. En Cuenca muchos Saraguros trabajan en el cultivo de hortalizas en San Joaquin, Baños y Cumbe. Una reciente investigación nos muestra que solo en Cuenca vivimos 1.000 Saraguros de los cuales la mayoría son mujeres. A este proceso de parcelación de terrenos y la creciente población se añade una característica natural, la falla geológica que afecta al cantón Saraguro especialmente a las comunidades de Lagunas, Gunudel, Gulacpamba, que están en continuo hundimiento y desplazamiento de las tierras hacia los cauces del Río Jubones y el Pacífico.

La convivencia y la vida de hogar ha cambiado. Los hogares son cada vez más pequeños. Aunque comparado con los de la ciudad son más numerosos. El promedio del número de miembros en cada hogar es de cinco personas, la mayoría viven casados pero las opciones de unión libre están aumentando, debido sobre todo al reconocimiento de los derechos de la mujer y la no violencia. Se está cambiando el concepto de hogar y de matrimonio que antes era más estricto debido al fuerte peso ideológico implantado por la iglesia católica. Una mujer indígena dice “Eso del matrimonio tampoco había antes. Ahora solamente casándose él la puede llevar a ella para vivir juntos, para no separarse tienen que casarse” (Voces de los Andes, 1998). Para los indígenas el matrimonio es el estado conyugal predominante en un 60% mientras la unión libre alcanza a 5% en Saraguro (Retrato de Mujeres pp. 15, 16).

La mayoría de los hogares del país son nucleares compuestos por una pareja con y sin hijos. En 1995 en las ciudades había el 65% de hogares nucleares mientras que en el campo había el 61% (Retrato de mujeres, p. 19). La mujer indígena como jefa de hogar alcanza a 58%. En el foro de la mujer indígena del Ecuador en 1994, una compañera decía “somos madres y jefas, especialmente cuando los esposos salen como migrantes”.

De esta manera los roles tradicionales de la familia y de quien dirige el hogar ha cambiado. Existen muchas familias con jefas de hogar porque su compañero está en el exterior y aquí coincido con UNIFEM que señala que en la sierra especialmente en las provincias del Azuay, Cañar y Loja las jefaturas de hogar son femeninas. Estos cambios de roles repercuten negativamente en la formación de los hijos en la educación de nivel primario y secundario. Los y las jóvenes antes de cumplir los 18 años también migran internamente en busca de mejores condiciones de vida y por relaciones familiares. Como consecuencia surge la desintegración familiar comunitaria y la pérdida de identidad cultural y como un caso grave el creciente número de madres solteras.

Tomando el concepto de que el hogar es interpretado como el mediador entre las decisiones individuales y el contexto social más amplio que permite estudiar las diferentes respuestas a condiciones estructurales, no como salidas aisladas, sino más claramente dentro de una lógica social y económica (García Muñoz Oliviera, cit por Lucy Wartenberg). En Saraguro se da el caso de que para defender ese hogar tanto hombres y mujeres han acordado emigrar en pareja al exterior, o en un año llevar a la esposa. Si bien este acuerdo favorece a la pareja, sin embargo produce desequilibrios con el resto de los miembros. Los hijos quienes quedan al cuidado de algún familiar, abuelo, tía o en casos más terribles con una empleada, tienen problemas psicológicos y de afectividad especialmente los niños de uso de razón. Existen niños abandonados, sin educación, con bajo rendimiento y desequilibrios en la adolescencia. En la comunidad de Gulacpamba y Lagunas existe una familia encargada de cuidar a 20 niños comprendidos entre las edades de 3 meses a 13 años.

No existen datos precisos de migración pero se calcula que un 50% de saraguros están fuera de su lugar de origen prestando sus servicios en España o Italia. En los actuales momentos la salida a España es una fiebre, un 50% de maestros de educación bilingue han abandonado el magisterio para buscar mejores oportunidades en Europa.

CONSECUENCIAS DE LA MIGRACION

ASPECTOS POSITIVOS:

* La salida de muchos compañeros ha disminuido el desempleo, ha mejorado la situación económica de las familias.

* La obtención de visas para la salida de las familias podría ayudar a ampliar lazos culturales entre los dos países o en el mejor de los casos fomentar la interculturalidad en un plano de mayor respeto y comprensión desechando el racismo impuesto por el país colonizador, aunque esto es una utopía.

* El traspasar fronteras podría a futuro permitir la reestructuración del poder hegemónico, por la presencia mayoritaria de colonos y migrantes que pueden acceder a la participación política.

ASPECTOS NEGATIVOS:

* Mayor diferenciación social entre pobres y ricos o entre comunidades.

* Desintegración familiar y la pérdida de la identidad cultural, en igual sentido pérdida de profesionales y bajo estímulo hacia la preparación académica, ya que lo más importante es mejorar el nivel económico.

* Incremento de consumo de alcohol por los jóvenes, hijos de los migrantes y la apropiación de elementos culturales ajenos como la música, la vestimenta. Los hijos de migrantes son los jóvenes modernos, aculturados (de pelo corto y pantalones jeans) y que en este último año forman un nuevo sensoriun, son jóvenes desterritorializados.

* Encarecimiento de la vida en Saraguro. Los terrenos han ganado terrible plusvalía.
Los alimentos de primera necesidad son más caros que en la ciudad de Cuenca.

* Carencia de mano de obra para los trabajos agrícolas. A ningún precio los pocos hombres que quedan quieren trabajar como asalariados, ya que comparan los precios de trabajo de España con el local.

* No hay una clara visión de inversión productiva a largo plazo para la sobrevivencia familiar o crear condiciones para su retorno a futuro.

* Acelerado proceso de transculturación y pérdida de los valores culturales. Desinterés por los procesos organizativos comunitarios y sociales.

* Los migrantes son objetos de terrible discriminación social y explotación por la condición de ser ilegales. Los Saraguros están en los trabajos más duros, en la agricultura, en las construcciones y otros más difíciles que no quieren realizar los españoles. En el trayecto de los viajes sufren toda clase de vejaciones y violaciones que les transforma el alma.

REFLEXION FINAL

Los fenómenos de la migración afectan a hombres y mujeres y producen cambios sociales, económicos y culturales. Los procesos de movilización de la población rural hacia la ciudad o al exterior son estrategias de sobrevivencia porque responden a una búsqueda de trabajo para mejorar las condiciones de vida o elevar el nivel de educación (en la migración interna). Este fenómeno es consecuencia directa de los cambios y crecimiento económico, el acelerado proceso de urbanización y la crisis económica, social y política muy acentuada a partir de los años 90. Si hacemos una comparación de la comunidad indígena de Saraguro con el actual vemos que los pobladores prefieren abandonar su lugar de origen para acogerse a mejores salarios en calidad de migrante.

En este víacrusis tanto hombres y mujeres sienten a profundidad su transformación cultural, aunque los Saraguros no han tenido experiencias muy amargas con los coyotes a diferencia de las mujeres del Azuay y Cañar quienes son objetos de manipuleo de los coyotes, obligadas a tener sexo e inyectarse anticonceptivos, obligados a cambiarse de ropa y depositar grandes cantidades de dinero, sin ninguna garantía. Este proceso de aculturación es un peligro latente para los Saraguros migrantes, quienes, en Europa han iniciado un proceso de desidentificación, cuya consecuencia a futuro sería muy doloroso para la cultura de los Saraguros, es decir estamos ante el camino inminente de la extinción cultural..

Por tanto es necesario iniciar la construcción de la cultura del diálogo en el proceso de la razón comunicativa en lugar de la razón instrumental individualista, en los contextos de nuestra vida cotidiana. Para quienes vivimos en las ciudades del Ecuador es necesario establecer programas de capacitación en fortalecimiento organizacional, de auto estima de los valores culturales y la identidad, de microempresas y de autogestión. Para lo cual es necesario integrarnos todos los indígenas migrantes y exigir a las autoridades locales y nacionales se sensibilicen sobre nuestra realidad e impulsen proyectos y programas de apoyo social con la participación directa de la sociedad civil y los involucrados. Un cambio de mentalidad racista y discriminatoria será posible cuando los marginados culturalemente luchemos y exijamos nuestros derechos a vivir en condiciones de dignidad. En este sentido será posible un mundo más humano y justo.

BIBLIOGRAFIA

UNIFEM. “Retrato de Mujeres”, Quito, 1998
UNIFEM. “La otra mitad No. 2. Información sobre las mujeres y género en Ecuador, Enero 1998
SANTANA, Roberto. “El caso de los Saraguros”, Rev. Debate, 1990.
CANTARO. La migración en el Austro, Julio 2001
VARIOS, Autores, Género y Realidad Andina “IV encuentro de Universidades de la Subregion Andina, Cuenca, 2000.
BACACELA, G. Sisapacari, “Ten Siempre la Fuerza para Vivir”, en QUIERO VIVIR, 1999
Material xerox, proporcionado por la Dra. Lucy Watemberg.


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