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Boletín ICCI-ARY Rimay, Año 4, No. 37, abril del 2002
Editorial
ROSTROS DE LA DEMOCRACIA EN AMERICA LATINA
Sin duda alguna lo ocurrido en Venezuela del 9 al 14 abril del 2002
constituye una lección y un aprendizaje sobre la institucionalidad
democrática para América Latina. Desde esta experiencia
se concluye que la democracia tiene varios rostros, por cuanto la institucionalidad
esta condicionada a poderosos intereses económicos, a los apetitos
de las elites nacionales, a las imposiciones de instituciones multilaterales,
al sometimiento de compañías multinacionales, así
como a los intereses hegemónicos de los Estados Unidos. Por tanto
la democracia esta necesariamente comprometida con los intereses de las elites
privilegiadas del mundo y con los sectores dominantes de nuestras sociedades
locales, en otros términos, la institucionalidad democrática
se expresa en los intereses eminentemente económicos. Intereses que
se manifiestan por sobre la dignidad nacional y la soberanía popular.
Para los griegos la palabra "DEMOCRACIA es, demos, PUEBLO, y cratos, PODER.
Significa el predominio popular en el Estado, el gobierno del pueblo por
el pueblo; o, al menos, a través de sus representantes legítimamente
elegidos, que ejercen indirectamente la soberanía popular, en ellos
delegada".( Guillermo Cabanellas, Diccionario enciclopédico de Derecho
Usual, 88.). De acuerdo al significado etimológico y conceptual, se
deduce, que el pueblo gobierna para la utilidad pública. Se
establece que, la sociedad participa, no solamente en la organización
del poder público, sino también en su ejercicio.
Sin embargo de la concepción formal de la Democracia, cual es el ejercicio
de la soberanía popular a través de los representantes legítimamente
elegidos, ella, en esencia es funcional a intereses particulares y a grupos
de poder económico. Es decir que, aún no se democratiza
la sociedad ni la sociedad ejerce la Democracia en su plenitud.
A partir de estas consideraciones, entonces podemos comprender lo suscitado
en el germen de una Venezuela Latinoamérica. Carlos Aznárez
manifiesta: el Gobierno, "representaba, si cabe, el más y mejor refrendado
electoralmente del mundo entero. En ocho ocasiones el pueblo venezolano dijo
"si" a Hugo Chávez. Los indios, (pata en suelo, como les gusta
decir a los chicos de las clases altas caraqueñas), no tuvieron dudas
de que en diciembre del 98, había llegado la hora de los de abajo,
de los que no solo VOTAN, sino que ELIGEN".
Entonces, se establece con claridad la gran diferencia, entre una democracia
restringida y dirigida, la de los partidos tradicionales y la otra que se
planteaba como participativa, popular y surgida desde las entrañas
de los sectores sociales desposeídos y postergados de Venezuela.
Es comprensible lo ocurrido en este país. Desde cuando sufrieron la
derrota electoral los partidos de la derecha tradicionales, como Acción
Democrática, AD; los Social Cristianos, COPEI, empezaron a conspirar
para provocar la caída del gobierno de Chávez. La interrupción
Democrática, se explica por razones totalmente obvias. El gobierno
Norteamericano sabía que en diciembre del 98, el candidato con ideas
Bolivarianas, no podía ganar las elecciones y contaba con su hombre
de confianza, el postulante único de la oligarquía, "Humberto
Salas Romer" les proporcionaría un recurso importante para sus intereses.
La privatización de petróleos de Venezuela Sociedad Anónima,
PDVSA, la compañía estatal de petróleos. Siendo Venezuela
el tercer proveedor de este recurso para el consumo de los norteamericanos.
Además Chávez, no solo que, no cedió a las presiones
de la privatización sino que, fortaleció a la OPEP, en contra
del monopolio dirigido desde Washington.
Los que conspiran contra Chávez, son los grandes terratenientes por
cuanto se ven afectados con la nueva Ley de reforma agraria, en beneficio
de los legítimos agricultores de Venezuela. La federación
de Cámaras, con su principal a la cabeza, el señor Pedro Carmona,
conjuntamente con los sindicatos privilegiados de la industria petrolera,
quienes han pugnado por la privatización de la industria petrolera,
pues, no es una casualidad, que la sublevación se haya dado en una
empresa estatal.
La conspiración proviene desde los grandes Bancos, quienes se llevaron
todo el dinero del pueblo, como ha sucedido en Argentina, quienes finalmente
quebraron el sistema financiero venezolano. Son las entidades financieras,
las que imposibilitaron una política de desarrollo industrial de gobierno
de Chávez y se aliaron a las grandes multinacionales financieras para
hacer fracasar los intentos por desbloquear la deuda externa.
Se sublevan contra la Democracia y contra Chávez, los grandes poderes
de los medios de comunicación y no solo la prensa escrita, la radio
y la televisión venezolana, sino principalmente, la prensa internacional,
transmitiendo una verdadera tragicomedia digitada desde los Estados Unidos
como la CNN, TELEMUNDO, la prensa escrita y radial. Pues, se ha vivido un
escenario de hostilidad y manipulación sin medida desde todos los
puntos cardinales y son quienes maximizan los hechos a tal punto que una
mentira se convierte en verdad. Son estas prácticas las que confirman
el dicho: los medios no educan, no ilustran, deforman.
Entonces el odio a Chávez se convierte en la sublevación e
interrupción de la democracia y por el simple hecho de representar
a los desposeídos cuyo porcentaje es del 80% de la población,
que la misma democracia formal venezolana lo ha generado, por mucho
tiempo, antes del gobierno de Chávez.
"No actúa según las reglas democráticas", cuando existe
la oposición abierta al intervencionismo de Norteamérica con
el plan Colombia que es de carácter regional, o, el rechazo
al plan de guerra económica, que significa el Acuerdo de Libre Comercio
de las Américas, ALCA, al que Venezuela propuso la aceptación
de este acuerdo a través de una consulta popular. Es decir que, contradictoriamente,
el gobernar en democracia, se atenta contra la democracia. Este Gobierno
democrático, propuso una serie de reformas sociales, se ha disminuido
el desempleo, ha levantado un combate sin cuartel a la corrupción,
lucha por la dignidad, en contra de la discriminación, la humillación
y el racismo
En efecto, no es democrático para los demócratas, gobernar
a partir de cambios fundamentales, como las escuelas bolivarianas para los
niños pobres, la ley de tierras para quienes la trabajan, la ley de
pesca, la incorporación de las naciones indígenas a la vida
del país. Este tipo de democracia no esta en la concepción
de la democracia formal, burguesa y limitada desde los poderes oligárquicos.
Pero si se considera una democracia real, apropiada y que se inscribe en
el marco de los cánones establecidos, el ejercicio de privilegios
e intereses privados y minoritarios, la defensa a ultranza de la economía
de mercado, causante de la miseria de grandes grupos humanos y la concentración
de la riqueza en pocos, de la descomposición social, la degeneración
humana y la decadencia de sus valores, de la que aparece la corrupción,
la impunidad, la injusticia, la violencia, la miseria y la muerte.
Para la democracia formal es perfectamente lícito, conspirar contra
a institucionalidad, protagonizar el golpe de Estado, derogar la Constitución,
Leyes y más normas, desconocer instituciones de derecho, destituir
autoridades y representantes del poder público legítimamente
elegidos por el pueblo, violación de los derechos humanos. Proclamarse
autoridad, sin haber sido elegido como sucedió con el Señor
Carmona.
Desde la lógica de la Democracia norteamericana es plausible
el gobierno nefasto y dictatorial de Alberto Fujimori; la desastrosa
administración del gobierno de Menem y Domingo Caballo; o la descomposición
institucional provocado por Jamil Mahuad, todos estos gobiernos
envueltos en escandalosos hechos de corrupción en la complicidad de
los organismos multilaterales de crédito. De este modo se justifican,
los crímenes de guerra como se cometen en contra del pueblo de Afganistán
y Palestina, la persecución y represión so-pretexto de
la lucha antiterrorista.
En este contexto, sería legítimo también, la caída
del Presidente De La Rúa en Argentina, ocurrido en el mes de diciembre
del 2001, o fue un golpe de Estado propiciado desde los intereses de quienes
controlan el sistema financiero, en contubernio con las instituciones multilaterales
de crédito, como el FMI, BM, BID. Por lo que cabe preguntarnos:
¿cuál es el verdadero rostro de la democracia?
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