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Publicación mensual del Instituto Científico de Culturas Indígenas. Año 3, No. 31, octubre del 2001 EIB: Iniciar una evaluación necesariaQuizá uno de los mayores logros del movimiento indígena en las dos últimas décadas, constituye la creación de un Sistema de Educación Intercultural Bilingüe que, aunque es estatal, está regido en muchas de sus políticas y acciones, por las organizaciones de los pueblos indígenas; este hecho, caso único en América, ha permitido que la educación de los pueblos indígenas desarrolle una extraña dinámica: por un lado, muchas comunidades y organizaciones de segundo y tercer grado participan en el quehacer educativo, manteniendo vivo el espíritu que dio origen a la EIB, y por otro lado, los problemas endémicos del sistema educativo nacional empiezan a notarse también en la estructura y funcionamiento de la DINEIB. Al cumplir trece años la EIB, creemos necesario iniciar un proceso de discusión, no solamente de los aciertos y errores del sistema, sino, fundamentalmente sobre cómo concretar los objetivos que le dieron vida, que siguen estando vigentes y a veces parecieran lejanos todavía. Existen muchos aspectos que deben ser debatidos, empezando en temas aparentemente formales, como la extraña costumbre de llamar a la educación no indígena, como educación "hispana", o el hecho de que muchos profesores continúan haciendo de la jurisdicción intercultural bilingüe un camino para "conseguir partidas", para acto seguido tramitar el pase a la jurisdicción "hispana". Pero también debemos enfocarnos en problemas de más fondo, como por ejemplo: ¿Cómo atender a la población indígena, fundamentalmente quichua, que vive en Quito, Guayaquil, Santo Domingo, Machala, es decir en las ciudades? ¿Cómo lograr que la interculturalidad deje de ser solamente un adjetivo de las escuelas indígenas y se convierta en la forma de relación en una sociedad pluricultural como la nuestra? ¿Se está logrando realmente recuperar y desarrollar las culturas y las lenguas indígenas o lo que se está haciendo ahora es la castellanización de los niños indígenas realizada por parte de profesores indígenas? ¿Cómo estructurar la EIB desde la propuesta de reconstrucción de los pueblos y nacionalidades en que se halla trabajando el movimiento indígena? ¿Qué papel han jugado las ONGs y los organismos internacionales en el desarrollo de la EIB? ¿De qué manera se aprovechan los recursos humanos que se especializan en centros de educación superior dentro y fuera del país? En cada congreso o asamblea de las organizaciones indígenas se vuelven a escuchar las mismas protestas, las mismas quejas, que acompañan al análisis de los informes de la Dirección Nacional o de las Direcciones Provinciales: existe una excesiva centralización de las decisiones y muchas de estas son tomadas por asesores, por sobre las resoluciones de las asambleas y alejadas de los intereses de las comunidades y pueblos; falta coordinación, no existe material didáctico adecuado, falta personal capacitado, una inmensa cantidad de maestros continúan ganando una bonificación vergonzosa; en fin, una lista muy larga. Es hora de dejar las quejas y pasar a resolver los problemas; muchos de ellos aparentemente no están en nuestras manos como es el caso de los presupuestos, pero otros sí lo están y requieren que nos sentemos seriamente a analizarlos, a discutirlos, pero no solamente entre técnicos y autoridades, sino bajando la discusión a la base para conseguir resoluciones y propuestas de las que realmente se apropien las comunidades y los maestros. Queremos iniciar este análisis con un artículo del doctor Cristóbal Quishpe, lingüista y educador, quien ha estado involucrado en el proceso de la EIB desde hace muchos años y es actualmente funcionario de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe, DINEIB. © Los artículos del presente Boletín ICCI, pueden reproducirse citando la fuente |