|
Editorial Movilización nacional de los pueblos indígenasEn las siguientes líneas apuntamos algunas reflexiones iniciadas al calor de los días de violencia, resistencia y lucha que ha vivido los Pueblos y Nacionalidades indígenas del país, haremos cierto énfasis en los acontecimientos acaecidos en la Amazonía ecuatoriana, relacionados con los compañeros de la nacionalidad shuar. La convocatoria a la movilización nacional de la CONAIE, el 28 de septiembre, se la realizó desde las 00:00 horas, todas las organizaciones de base que conforman el movimiento indígena, iniciaron manifestaciones y el cierre de carreteras, protestando en contra de la ley de Recursos hídricos, que fue presentada por el ejecutivo y que se tramita en la Asamblea nacional; exigiendo al mismo tiempo al gobierno el inicio de un diálogo, movimiento indígena-ejecutivo, para que se tome en cuenta la propuesta de ley de la CONAIE. Para el movimiento indígena, la propuesta de ley de aguas del gobierno entregada al pleno de la Asamblea Nacional contiene artículos que permiten la privatización del agua, el uso de ésta para la minería a gran escala, pues no olvidemos que ésta actividad extractiva es declarada por el presidente como de alta prioridad, razones por demás lógicas, para que el movimiento decida acogerse al derecho de la resistencia consagrado en la constitución y salir a las calles, para ser escuchados. Frente a esta decisión, el gobierno nacional, decidió movilizar 4.443 uniformados, para controlar las ocho provincias del norte del país, zona considerada como el primer distrito del Ecuador; 2.922 uniformados para las cinco provincias de la sierra centro, segundo distrito; 1.203 policías para las cinco provincias del sur o tercer distrito y para el cuatro distrito 13.164 gendarmes, lo que comprende Galápagos y las provincias de la Costa. Es decir 21.600 ciudadanos armados, para controlar a los cuatro pelagatos que conforman la CONAIE. ¿Esto a caso no suena contradictorio? Muy a pesar de que el gobierno tiene a su lado a la FEINE, a la FENOCIN y alguno que otro indígena suelto, legitimando su gobierno, el anuncio de una movilización indígena, convocada por la CONAIE, exigiendo la desconcentración y privatización del agua, pone en evidencia la falacia de la revolución ciudadana, proceso político de Alianza País, que ha sido calificado como muy radical en el discurso, pero contradictorio en la acciones, por lo tanto una revolución sin bases no objetivos reales que favorezcan a los pueblos. Para el movimiento indígena, para los maestros, para los movimientos sociales y ecológicos, el régimen ha dado muestras de autoritarismo y derechización, pues se han agotado los intentos de diálogo, de participación propositiva, que estos colectivos y organizaciones políticas han realizado, en pro de la construcción del Estado Plurinacional. Lamentablemente para el país, no se ha querido oír ni revisar propuestas de ley que se han construido, en el debate, con los pueblos; en el caso de ley de aguas propuesta por la CONAIE, construida con las bases indígenas campesinas, que viven en carne propia la problemática del agua, de la minería, y otras formas de explotación de los bienes de la naturaleza. En el caso de las nacionalidades de la Amazonía, la problemática que les convoca va más allá del agua, es la necesidad de frenar y poner fin el crecimiento de la frontera petrolera, que por más de cuatro décadas, ha terminado con varios kilómetros de selva, contaminando sus ríos y empobreciendo su tierra, causando además, enfermedades y desplazamiento de sus habitantes. Y es que para los pueblos y nacionalidades del Ecuador, el agua es un eje transversal de debate político, pues ésta está ligada a la minería, a la soberanía alimentaria, a la distribución de la tierra, elementos fundamentales en la vida de los pueblos, razones que el ejecutivo no alcanza a visualizar en su gestión. Una muestra de la ceguedad con la que actúa la llamada revolución ciudadana, es que durante este tiempo, casi tres años, la concentración del agua, en el 1% de la los ecuatorianos no ha cambiado en nada, mas bien con el proyecto que han presentado, protege y alientan a la concentración privada de ésta, Otro de los puntos neurálgicos, que hacen de esta ley, un cuerpo normativo anticonstitucional es que se delegue con absoluta autoridad, el control, la supervisión y la administración del recurso hídrico, a la Autoridad única del Agua, que según la misma ley es el Presidente, propuesta que deslegitima, invisibiliza el trabajo que las comunidades han hecho, a la hora de hacer canales de riego, y los sistemas comunitarios de agua. El problema de las leyes que el ejecutivo ha enviado a la Asamblea Nacional y que han sido causa de este levantamiento indígena que ha durado 9 días y que ha ten ido como saldo un compañero muerto, varios heridos y compañeros presos, es que favorecen a los grandes negocios, de empresas transnacionales, poniendo en peligro los espacios de vida de los pueblos, transgrediendo directamente los Derechos Colectivos. La explotación de la minería a gran escala, la ampliación de la frontera petrolera, la privatización del agua, el inicio de un proceso colonial de evangelización en los pueblos, que tienen en sus territorios bienes naturales, el despojo neocolonial de las instituciones indígenas, ha despertado la indignación del movimiento, que como sujeto político exige el respeto a los derechos colectivos, a los derechos de la naturaleza y al carácter del Estado ecuatoriano. La nueva Constitución del Ecuador, aprobada por la gran mayoría de los ecuatorianos, tienen un carácter pluralista, incluyente, es decir, es Plurinacional, lo que supone, el reconocimiento de la diversidad cultural, la diversidades en el ejercicio de la ley, de la economía y de quehacer social, por lo tanto elaborar y aprobar leyes, además de imponer decretos, construidos bajo una sola forma de entender la economía, la cultura y la filosofía, es anticonstitucional, leyes que atenta contra el modos vivendi de los pueblos indígenas, es anticonstitucional, leyes que ponen en peligro el equilibrio de la naturaleza es anticonstitucional. A todas estas razones el gobierno, ha respondido con violencia, primero con insultos, minimizando, acusando; segundo atentando contra la vida y tercero condicionando al movimiento, a deponer la movilización para que puedan ser escuchados, cosa que refleja los términos racistas, excluyentes e impositivos propios de este régimen. Postura gubernamental que provocó, la radicalización de la movilización, sobre todo en la amazonia, la cual fue reprimida brutalmente, dejando como saldo la muerte del compañero maestro shuar Basco Visún y varios heridos, a lo que el gobierno ha respondido con acusaciones al mimo pueblo shuar, de ser quienes dispararon contra su compañero, diciendo: “la manipulación de algunos dirigentes violentos, han provocado la pérdida de un compatriota” No se podía pedir más a un gobierno neoliberal, peor que sus antecesores, nosotros nos atreveríamos a decir incluso, peor que el gobierno de León Febres Cordero, acusar de la muerte del compañero shuar, a sus propios compañeros, es querer tapar con un dedo, más de dos años de conflicto silencioso con el movimiento indígena, pues ha sido el gobierno quien nunca ha querido prestar oído a las propuestas dadas desde este sector, ha sido el presidente quienes en varias ocasiones ha minimizado al movimiento indígena, quien ha insultado a sus dirigentes tachándoles de ponchos dorados, de cuatro pelagatos que no representan a nadie, ha sido este mismo gobierno que después de intentar un diálogo, anteponiendo sus condiciones unilateralmente, manda a sobrevolar un helicóptero sobre los compañeros shuar que estaban ejerciendo su derecho a la resistencia en la vía Puyo Macas, ¿eso a caso no es una práctica terrorista? Si hacemos un breve análisis la muerte del compañero Basco, no se la puede reducir al resultado de un momento de movilización y de protesta, es realmente el resultado de la negación a la consulta previa, en el seno de la Asamblea constituyente, es el resultado de la aprobación de una ley minera, que legitima un modelo extractivista, dañino para la naturaleza y los pueblos, es el resultado de la usurpación de Derechos ganados por el movimiento indígena para administrar y dirigir instituciones como la DINEIB y CODENPE, entre otras, es el resultado de un quehacer gubernamental prepotente y neoliberal, que ha sabido muy bien utilizar el discurso de izquierda y la práctica clientelar para legitimarse y concentrar poderes. La movilización de los pueblos indígenas, es la única expresión política que se ha escuchado, por lo tanto no renunciaremos a ella, mientras los gobiernos no tomen en cuenta nuestra vida. Sabemos que Correa a echado mano de la actitud maleable de los dirigentes del movimiento indígena, de los maestros, de los estudiantes y otros para intentar neutralizar la lucha y el proceso de construcción de un Estado plurinacional, sin embargo nuestras bases, las comunidades están intactas, son las mismas que lucharon por el derecho a la tierra, por el derecho al trabajo. Esta realidad rebasa cualquier intento de deslegitimación de la lucha, por lo contrario pone en alerta a toda Abya Yala, pues el reconocimiento, respeto y protección de los Derechos de los pueblos indígenas y los Derechos humanos han sido violentados hasta el punto de lamentar la muerte de un compañero. Muerte que no será devengada, tan solo encontrando al culpable inmediato, que solo hará de chivo expiatorio par cubrir este gobierno nefasto, la muerte del compañero shuar, podrá ser recordada como un acto heroico cuando se elimine la política extractivista, cuando se aplique una revolución agraria que responda a la realidad cultural de nuestro país, cuando las condiciones de vida de indígenas, negros, montubios y mestizos sea digna. Por lo tanto creemos que es necesario citar las razones por las que el movimiento indígena decidió por la movilización, además de citar la primera respuesta que tuvimos por parte del gobierno, frente a nuestra movilización, para que los lectores puedan sacar conclusiones críticas que se sumen a la gran protesta nacional por una vida digna para todos los pueblos que vivimos en el Ecuador, desde antes y después de la invasión española.
Frente a lo cual el gobierno respondió “Levántense nomás que no los voy a atender mientras sigan con esa actitud prepotente. Señores no pierdan su tiempo” y que “Antes de sentarme a dialogar con la CONAIE primero me voy a la casa” para el colmo “La muerte del compañero Basco, es el resultado de la manipulación de dirigentes violentos,…son sus mismos compañeros los que le han disparado…” Coordinación General: José Luis Bedón Subvencionado por: Con el apoyo de: Dirección: Teléfonos: (593 2) 2900048, 3203715, 3203732 © Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente |