|
Editorial LA CONAIE: ¿Una fuerza social que decayó?El pasado 29 de junio del presente año a instancias del lanzamiento, del libro: “Rafael Correa un extraño en Carondelet” del periodista uruguayo-ecuatoriano Kintto Lucas, que se realizó en uno de los auditorios de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en la ciudad de Quito, el expositor invitado Hugo Barber de la empresa encuestadora Datanálisis lanzó la hipótesis de que el movimiento indígena ecuatoriano (y refiriéndose en específico a la CONAIE) estaría sufriendo un proceso similar al que vivió el movimiento sindical a fines de la década de los 90. Otro expositor señaló, en cambio, que se trata de una fuerza social latente que no está “liquidada” como algunos interesados quisieran. Aunque el tema central de dicho encuentro giró en torno al actual presidente del Ecuador, no dejó de inquietar y hasta de perturbar la idea de que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE estuviera en un proceso como el señalado por uno de los expositores. Barber fue más allá y dijo que existe una “sobrestimación del movimiento indígena ecuatoriano, que existe sobre éste una visión distorsionada sino exagerada”. A la sazón el domingo 12 de julio de este mismo año el redactor Santiago Zeas escribía en el diario El Comercio, confundiendo al movimiento político-social (LA CONAIE) y al movimiento político-electoral (EL PACHAKUTIK), “que los errores de su dirigencia y los cambios del tablero político desgastaron a la otrora poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador”. En la mencionada nota adjudicaba que “a las puertas de una nueva Constituyente, la agrupación luce decaída y a la sombra del presidente Rafael Correa”. Otras voces también se han levantado para expresar opiniones en similar sentido y queremos creer que son de buena fe porque al menos quedará (al movimiento) la tarea de mirarse hacia adentro. Pero para precisar el momento histórico bien vale decir que también está obrando la desmemoria en perjuicio de los indios y de los pobres que hace pocos meses derrotamos con nuestra lucha a la mayor amenaza neoliberal: el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos y provocamos la caducidad del contrato con la poderosa transnacional petrolera OXY. Dos estrategias vencidas con dos multitudinarias movilizaciones indígenas y sociales encabezadas por la CONAIE en noviembre del 2005 y marzo del 2006. Los hitos de la lucha indígena y social son incontables desde 1990, año en el que emergió el movimiento y la CONAIE, organización que ha devenido en el protagonista político gravitatorio de estos años. Tampoco se puede desconocer que más allá de los errores y el desfase entre el protagonismo social-político y la participación político-electoral, la mayoría de los votos con los que ganó las elecciones el actual Presidente de la República provinieron de los sectores sociales pobres (del campo y la ciudad) que tradicionalmente han respaldado y continuarán respaldando la lucha consecuente de los indios. Recuérdese las limitaciones del discurso (en la primera vuelta) y del sector social al que representa verdaderamente Correa (la clase media y media alta). En el mismo acto de lanzamiento de la obra de Kintto Lucas y reforzando la posición de éste el sociólogo Alejandro Moreano defendió el rol histórico jugado por la CONAIE y el movimiento indígena y social ecuatoriano, al reivindicar que éste fue y -de algún modo sigue siendo- el actor social fundamental y decisivo en la derrota del TLC y de la OXY. Recordemos que el dubitante gobierno de Alfredo Palacio se vio obligado a tomar estas decisiones muy a su pesar, como lo admitió, en declaraciones para el semanario Lideres, el propio Secretario de Comunicación de aquel entonces, José Toledo, quien tomó como cierta la advertencia del dirigente social Eduardo Delgado y de la dirigencia de la CONAIE: “TLC firmado; Palacio derrocado”. El periodista Kintto Lucas, argumentó que el movimiento indígena ecuatoriano “está presente de otra manera” en la actual coyuntura política del país, a través quizá de una “presencia difusa” y acaso “utilizada simbólicamente”, pero sin que en ningún momento haya dejado de ser el actor social y político de estos tiempos, cuya trascendencia rebasa las fronteras. El director del Centro de Acción Popular (CAP), Francisco Rhon, (según la nota de prensa citada) anota que la CONAIE “llega sin la misma fuerza porque en la actual Constitución ya lograron su reconocimiento”. “Perdió fuerza porque gran parte de reivindicaciones ya han sido recogidas”. Rhon añade también que “el movimiento ha tenido líos en procesar sus acercamientos con el poder”. Rhon pretende explicar la falta de fuerza del movimiento indígena por un presunto desinterés relacionado con las conquistas ya logradas en la Asamblea Constitucional de 1998, pero desconoce las luchas incluyentes, amplias desarrolladas por la CONAIE, que mantienen una visión intercultural y una agenda que no se reducen a lo indio o indigenista. Finalmente, (y en el marco de aquella nota de prensa) el Presidente de la Ecuarunari, Humberto Cholango afirmó y responsabilizó a la derecha oligárquica por haber estigmatizado a los indios como los “bloqueadores”, olvidando que “todos los logros es gracias a nuestra lucha”. José Luis Bedón A. Coordinación General: José Luis Bedón Con el Apoyo de Subvencionado por: Dirección: Teléfonos: (593 2) 2900048, 3203715, 3203732 © Los artículos del presente Boletín pueden reproducirse citando la fuente |